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Instituto de Meteorología informa sobre posibles tormentas eléctricas fuertes en la región occidental
Desde una baja extratropical localizada en el nordeste del golfo de México se extiende un frente frío hacia al suroeste. Por delante del mismo se ha formado una línea de chubascos y tormentas eléctricas, con el movimiento hacia el este de estos sistemas han afectado a Pinar del Rio, Artemisa.
En las próximas horas ambos sistemas continuarán moviéndose al este, afectando a las provincias de Artemisa y La Habana, y desde el mediodía se trasladara sobre Mayabeque, la Isla de la Juventud y Matanzas.
Con el movimiento de este sistema sobre los territorios antes mencionados se incrementarán los nublados y las lluvias. No se descarta la posibilidad de que en las áreas de chubascos y tormentas eléctricas, puedan registrarse vientos fuertes en rachas, y granizos en localidades aisladas.
Un próximo aviso especial se emitirá en correspondencia con la evolución de la situación meteorológica.
(Con información del Instituto de Meteorología)
Descemer Bueno, un genio extraterrestre
Por los resquicios del apartamento del quinto piso de la calle Ten Eyck, en la ciudad de Brooklyn, por las ventanas y las puertas y los vertederos del lugar, se filtra la canción “Guajira, I love U 2 Much”, que llega desde afuera en un anuncio publicitario de la marca de gaseosas Pepsi, la bebida que todos toman entonces en el recio verano de Nueva York.
“Acabadito de nacer, eso la verdad que no le pasa a la gente”, dice Descemer Bueno, y cree firmemente que es un tipo con suerte y que cosas así no suceden con facilidad. “Al principio pensé que era algo normal, pero luego de 20 años te das cuenta de que eso no pasa”.
Es el 2003. Dos años antes Descemer había llegado a Estados Unidos desde Cuba de la mano del músico y productor venezolano Andrés Levin, para integrar la banda de fusión Yerba Buena, que también conformaban Cucú Diamantes (voz), El Chino (voz), Xiomara Laugart (voz), Rashawn Ross (trompeta), Ron Blake (cañas), Sebastián Steinberg (bajo), Pedrito Martínez (percusión), Terreon Gully (batería) y Horacio Hernández (batería).
El tema, en el que Descemer mezcla con toda intención el inglés y el español, se lo presenta a Levin, quien en un primer momento no apuesta por su éxito. La canción luego aparecería también en las bandas sonoras de más de una película estadounidense.
“Guajira, I love you too much”, dice la letra, una y otra vez. “Oh, yeah, chiquita, quiero volar contigo, tocar tu ombligo”.
En varias ocasiones le ofrecieron dinero a Descemer por los derechos del tema. Sin pensarlo, lo vendió trozo a trozo hasta quedarse con el diez por ciento.
“Necesitaba comer y empecé a vender los pedazos de la canción. Firmaba el papel que fuera para tener el dinero, porque Nueva York no es fácil”.
Descemer calcula que tuvo que dormir al menos dos noches en algún parque de la ciudad, luego de que el dueño polaco del edificio de la calle Ten Eyck pusiera un aviso en la puerta para que abandonara el espacio por no cumplir con el pago mensual de la renta.
Al tercer día, Descemer pasó por alto el aviso y entró en el apartamento. El dueño polaco, quien realmente estaba en disposición de ayudarlo, le dijo después de llevarlo a juicio: “¿Qué tú necesitas para funcionar como una persona normal?”.
Su casa de North Miami en la que ahora me recibe tiene un hall en cuyas paredes cuelgan los reconocimientos por las ventas millonarias de sus éxitos musicales de los últimos tiempos. Al centro, un piano Yamaha, y a su derecha, en un rincón, ofrendas de la religión yoruba donde Descemer tiene coronado a Obatalá.
Una llamada de su hijo Desci, de 12 años, interrumpe nuestra conversación apenas al inicio. “I love you, Papi”, le dice, y el artista responde que también lo ama.
El patio de la casa es grande. En él destaca un mural con las figuras de los músicos Benny Moré, Santiago Feliú, y del santero Sergio Pupo.
Descemer, de 50 años, viste pantalón ajustado de detalles florales, pulóver de imperceptibles puntos plateados y un sombrero verde al que le nace una pluma de ave en el ala derecha. Lulú, la perrita que se perdió un mes antes y que sus seguidores de Facebook ayudaron a encontrar, se sube inquieta a sus piernas una y otra vez, mientras él intenta calmarla, aunque pareciera más bien calmarse a sí mismo. Al día siguiente lo espera una deposición en la que quedarán registradas bajo juramento las respuestas que ofrezca a las abogadas de Alexander Otaola, popular presentador cubano del sur de la Florida con quien el músico, ganador de varios Grammy Latinos, Goya y Billboards, tiene pugnas legales que lo llevarán a la corte.
Mientras el presentador exhibe intimidades de Descemer y lo muestra cantando en Cuba, en bares de la familia de algún militar al servicio del castrismo, Descemer publica un video en el que Otaola aparece robando ropa interior en una de las tiendas de la cadena Burlington.
Trumpista y rocambolesco, el presentador tiene un show en la plataforma YouTube que ven 113 000 personas cada semana de lunes a viernes, y que los camioneros cubanos de Miami adoran sintonizar mientras hacen sus kilométricos viajes por las intrincadas carreteras de Estados Unidos.
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Descemer Bueno (Foto: Alejandro Taquechel).
La casa familiar, ubicada entre las calles Picota y Paula en el barrio de Belén, en la Habana Vieja, era una casa fundamentalmente de mujeres. La bisabuela, las tías, la madre. La abuela de Descemer no, porque la abuela, que bailó junto a Chano Pozo en la comparsa de “Los Dandy”, fue asesinada en el barrio por agentes de la policía, una historia difusa de la cual la familia no suele hablar.
Descemer no recuerda durante su infancia más hombres que él en la casa del barrio de Belén. Su padre, Pedro Bueno, pasaba buen tiempo en la cárcel por motivos que el cantante no menciona, y luego, cuando Descemer cumplió los ocho años, el padre emigró a España y, en 1979, a Estados Unidos.
Desde su casa de Fort Lauderdale, Pedro Bueno, de 85 años hoy, joyero de oficio mientras vivió en Cuba, contesta el teléfono y dice que, si un recuerdo tiene de la familia materna de su hijo, es la predilección que siempre tuvieron por la música y que indiscutiblemente depositaron en el niño.
“Descemer era un chiquito que le ponía mucha atención a todo, un niño muy extraño, fruncía el ceño y se ponía a oír las canciones, muy curioso, un niño muy tranquilo. Descemer es una buena persona, no porque sea mi hijo, pero es un gran ser humano”, dice.
Una mañana el gobierno envió por 45 días a la familia materna de la calle Belén a un albergue en el reparto Bahía, para supuestamente arreglar el edificio, y los 45 días se convirtieron en diez años que definieron para siempre el futuro de sus tías, y de sus primos, y de los nuevos miembros que después llegaron.
Años después, Descemer culpará públicamente a Eusebio Leal, Historiador de La Habana, de haber robado la casa.
“Solo cabe decir que, a mi familia, Eusebio Leal les robó directamente la casa en 1992. Protestaron y los mandaron para el peor de los albergues y ese fue el final de una familia negra unida que cayó en desgracia”.
Una de las tías de Descemer había estudiado Medicina; la madre, Mercedes Martínez, cursó las carreras de Arquitectura y Geografía; y la tía Farah María, apodada La Gacela de Cuba, devino ícono musical de la escena artística de los años setentas.
Los primos de Descemer, que nacieron o crecieron en el albergue, comenzaron a meterse en problemas y terminaron, uno a uno, en prisión. Incluso, a algunos de esos primos Descemer solo los ha visto presos, no los conoce en otras facetas. Ahora que son mayores de edad siguen presos, por motivos que se suceden y que se vuelven ciclos interminables.
Hace unos meses Descemer recibió una llamada desde Cuba en la que le avisaban que uno de sus primos había matado a otro. Las últimas veces que el cantante visitó La Habana uno de esos primos le pidió que le comprara una casa porque se iban a matar. Y así fue.
“Es darme cuenta de que en el fondo yo vengo de una familia marginal. Eso es marginalidad total, eso no existe en las familias normales”.
A otro primo no lo dejaron salir de prisión el año pasado cuando su madre, la tía Consuelo, murió de un derrame cerebral. Le faltaba muy poco tiempo por cumplir con la justicia. El joven, a quien le dieron una puñalada en un brazo en el albergue del Bahía, luego hizo lo mismo que le hicieron y fue condenado a 15 años de privación de libertad. Descemer arremetió acaloradamente contra el gobierno cubano: “Eso ustedes lo hacen porque son unos racistas de mierda”. Otro de los primos de Descemer murió de SIDA.
“Nosotros venimos mordiendo callado año tras año. Esa era una familia que se podía haber mantenido unida de no haber ido al albergue. ¿Y qué tengo hoy? Una familia completamente dispersa”, asegura el cantante.
Descemer todavía recibe cartas en Miami desde prisiones cubanas. Alguna vez uno de sus familiares reclusos le envió un Jesucristo hecho de jabón.
La familia logró finalmente irse del albergue del Bahía solo cuando una de sus tías, obstinada, dijo que no iba a votar por presidente alguno y que haría que la gente a su alrededor tampoco votara.
Descemer retiene con particularidad dos momentos de su niñez: la madre visitando prisiones o centros de detención, y la madre asistiendo disciplinadamente a cada unos de los trabajos voluntarios que se convocaban para que le asignaran una casa que nunca le dieron.
Aun así, Descemer corrió con mejor suerte que el resto de su familia. Antes de irse de Cuba, el padre garantizó para él y su madre un cuarto en el solar en que había devenido un antiguo hotel de la calle Villegas, entre Sol y Muralla, donde los vecinos hacían colas para usar el baño colectivo, donde la madre de Descemer tenía una pequeña cocina afuera del cuarto, y donde muy a menudo, cuando Descemer llegaba de la escuela, se encontraba el espacio inundado de aguas albañales, como los residentes de la Habana Vieja bien saben que sucede.
Descemer no imagina de qué manera, pero su madre siempre se las arregló para que hubiera comida en la mesa. Los bienes que la madre llegó a adquirir hablan de su fuerza: era ella quien poseía el único teléfono de todo el solar, y fue ella quien se agenció el único televisor, alrededor del cual se juntaban los demás niños del edificio.
“Mi mamá es la única, mi mamá y mis tías”, asegura el cantante.
El primer piano que tuvo Descemer lo consiguió también su madre, quien hizo que lo subieran a aquel espacio reducido de manera tal que luego, cuando dejaron el solar para siempre, quisieron llevárselo y no pudieron. Hasta el día de hoy el piano permanece en el mismo sitio.
Es en ese solar donde Descemer conocerá a Genoveva, la señora de la casa vecina, muy católica, viuda, que nunca tuvo hijos, y que era blanca.
“Por esa señora empecé a naturalizar los colores y las razas”, sostiene y dice que llegó a considerar a Genoveva, quien lo cuidaba y lo instruía, una segunda madre.
Por muchos años Descemer vivirá en el solar donde los vecinos permanecían con las puertas y las ventanas abiertas, dejando correr el aire, y donde la gente entraba a la casa sin avisar, y donde el hombre que cobraba los servicios de luz eléctrica también pasaba como si ese fuese su solar o como si se tratara de su propia casa.
Fue su madre la que lo llevó a estudiar música, primero en el centro de cultura del barrio de Belén, y luego en la Escuela Elemental de Música Manuel Saumell, donde suspendió las pruebas de admisión en un primer intento, pero aprobó la segunda vez.
Después de la Saumell, Descemer pasó a estudiar en el Conservatorio Amadeo Roldán. Ahí perteneció a un pequeño grupo de jazz en el que tocaba el contrabajo con una peseta, y se tituló de guitarrista y concertista.
Su amigo y compañero de estudios en ese entonces, Fabien Pisani, quien sería su vecino muchos años después en el edificio de la calle Ten Eyck, recuerda que armaron la banda de latin jazz Yemajazz, una etapa que considera de mucha experimentación y crecimiento.
Pisani dice de Descemer: “Como músico y creador, es alguien de una profunda sensibilidad e inteligencia, que nunca ha dejado de sorprender a los que lo conocemos bien. Su trabajo ha sido una pauta de las más importantes en la evolución de la escena musical cubana de los últimos 30 años por su frescura, originalidad y capacidad para incorporar lenguajes y sonidos nuevos”.
Cuando Genoveva estaba a punto de morir, arregló todo para que su casa la ocupara una familia negra de los bajos, los vecinos Eliseo y María, y su hija pequeña. Descemer nunca entendió la decisión de Genoveva hasta mucho tiempo después, en que tuvo que mudarse del solar y, no pudiendo sacar el piano, este fue heredado por la niña. La hija de Eliseo y María aprendió a tocar el piano y luego también fue aceptada en la escuela Manuel Saumell.
“Yo pienso que hay algo espiritual alrededor del piano”, dice.
Ya en la escuela de música, Descemer se distanció del barrio. A uno de sus amigos lo mataron en una pelea callejera, y otro se encuentra internado en el Hospital Psiquiátrico Mazorra. Eduardito, vecino, se lanzó al mar y nunca llegó a Estados Unidos. El guajiro sigue preso. Se salvó uno que se hizo babalawo y los que se largaron del país.
“La vida que yo viví fue ideal, mi mamá me sacó de eso, me desvió por completo”, insiste.
Descemer vivirá en el solar hasta que, con poco más de veinte años, habiendo podido viajar y reunir algo de dinero, compró un apartamento en un piso altísimo de un edificio de la calle Infanta, donde su madre, al cabo del tiempo, enfermó. Descemer lo supo cuando los vecinos del solar le avisaron que Mercedes Martínez, en las noches, visitaba su antiguo barrio de la Habana Vieja y reclamaba su casa del solar, que ya tenía otros dueños. La madre desarrolló demencia senil o alzhéimer, no se sabe a ciencia cierta. Todavía hoy la familia no posee un diagnóstico exacto de la enfermedad.
Luego Descemer compró una casa más cómoda y la familia se trasladó a Línea y H, en el Vedado.
—Ya ahí mi mamá nunca supo para dónde fue, y ese era el sueño de su vida, una casa en el Vedado.
—¿Y el tuyo también?
—No, a mí no me importaba nada de eso. Me encantaba la Habana Vieja.
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En el patio de la casa en Miami destaca un mural con las figuras de los músicos Benny Moré, Santiago Feliú, y del santero Sergio Pupo (Foto: Alejandro Taquechel).
A sus 16 años Descemer Bueno fue a un concierto del trovador Santiago Feliú en la sala Covarrubias del Teatro Nacional.
“Yo me quedé impresionado cuando vi al tipo aquel. Yo dije: ‘Coño, esto qué cosa es’. Era alguien de otra galaxia, que tocaba con la guitarra al revés. Nosotros estudiábamos solo los clásicos, ¿entiendes?”.
En la escuela Amadeo Roldán solían enseñarles músicos principalmente estadounidenses, como John Scofield, Jaco Pastorius o John Williams.
“Como si tú no vivieras en un país con una tradición como la cubana”, dice Descemer, quien estableció una relación estrecha con Santiago desde su último año de escuela.
A inicios de la década del noventa, aún como estudiante, se une con el bajo al grupo Estado de Ánimo, que dirigía Santiago y que integraban además Robertico Carcassés en el piano, Elmer Ferrer en la guitarra y Ruy López Nussa en la batería. Con una fusión de ritmos tradicionales y extranjeros, mezcla de funky, rock, jazz y rumba, Estado de Ánimo dejó eufórico a buena parte del público de la Isla y sentó las bases para el nacimiento de otras agrupaciones de jazz en el país. Cada uno de sus miembros, cuando tomaron su propio camino, formaron también bandas de renombre en la escena musical cubana como Habana Ensemble, Interactivo, La Academia, Columna B o Siete Rayo.
Del aprendizaje con Santiago, de quien Descemer dice que era “un tipo a todo dar”, nació la necesidad de componer canciones. También fue con Estado de Ánimo que Descemer cantó por primera vez fuera de Cuba, en escenarios de España, Bolivia, Uruguay, Alemania y Argentina.
Robertico Carcassés recuerda que, en uno de esos viajes, Descemer —a quien describe como un “genio extraterrestre”— casi se va a los golpes con Santiago.
“Descemer roncaba como una moto con desperfectos y Santi tenía el sueño muy ligero y se ponía mal cuando compartían habitación de hotel”, cuenta el director de Interactivo. “Para tratar de pararlo, Santi chasqueaba las uñas o le tiraba una almohada, y llegaron casi a fajarse un día que Desce se despertó aturdido mientras Santi lo zarandeaba para que dejase de roncar”.
En 1993 Descemer y Robertico Carcassés, en busca de nuevos ritmos, se unen a dos músicos estrella, el baterista Dafnis Prieto y el saxofonista Yosvany Terry, para conformar Columna B. Con esta nueva agrupación, Descemer conocería Estados Unidos y entraría en contacto con el jazz insigne, ya sea tocando con Steve Coleman o impartiendo clases en la Universidad de Stanford.
“Yo tengo un maestro dentro”, se atreve a decir Descemer. A los estudiantes de Stanford, con su escaso inglés, les decía: “Miren, esto de aquí es el pentagrama, esto de acá se los voy a hacer con el pie, esto con este otro pie, y estas notas se las voy a tocar con el bajo”. Los alumnos quedaban atónitos y los maestros de la universidad no menos sorprendidos con el nivel musical del cubano.
“Esa vez el maestro que estaba en el aula se volvió loco y dijo a un traductor: ‘No, no, no traduzcas eso’. El tipo pensó que el nivel que traíamos era algo que ni él mismo entendía y su clase se iba a quedar chiquita”, asegura.
El Descemer bolerista nace con Sé feliz, el disco de 12 boleros que le produjera a Fernando Álvarez —los primeros que había compuesto hasta entonces— luego de encontrarlo matando moscas en ropa interior en el pasillo de un edificio.
“En calzoncillos de pata estaba”, especifica Descemer. “Pobrecito, con su ojo de cristal. Nadie lo llamaba para nada”. Descemer conocía bien la voz de Fernando, su madre tenía en casa sus discos y los de Elena Burke. Después de años en el completo olvido, Fernando Álvarez, una de las voces más potentes que ha dado Cuba, graba en 2001 Sé feliz. En agosto de 2002 Fernando muere, a los 74 años, y en 2008 la discográfica EGREM lanza el disco.
“Con sus más de 70 años, la voz del Sr. Álvarez había cambiado; era más limitada y más delicada, sin la autoridad y firmeza que tenía cuando era más joven. Pero su voz estaba emocionalmente intacta, y consiguió sacar adelante la combinación del anhelo estoico y de la inseguridad trágica en las letras de los temas del Sr. Bueno, muchas de las cuales vale la pena saborear…”, escribiría en 2009 el crítico musical Ben Ratliff para The New York Times.
De visita en Nueva York, Descemer conoce a Andrés Levin, quien le habla de la posibilidad de componer y trabajar juntos. Dos años después, el cubano le toma la palabra, regresa a la ciudad y se integra a Yerba Buena, donde escribió la mayoría de las canciones de President Alien, un álbum que en 2003 estremece de arriba abajo la escena neoyorkina, y que en 2004 fue nominado al premio Grammy al Mejor Álbum de Rock Latino/Alternativo. Ratliff describiría en esa época al grupo como “una de las mejores bandas de baile nuevas de Nueva York, mezclando el boogaloo latino de los años sesenta, música religiosa cubana, algo de soul estadounidense y afrobeat fela”.
Descemer permaneció en Yerba Buena hasta que las relaciones se pusieron demasiado tensas. Si hoy le preguntas qué sucedió entre sus integrantes, dirá que prefiere no entrar en detalles, porque, después de años en pugna, ahora nuevamente han recobrado la amistad. Sí reconocerá que dejó de asistir a un concierto muy importante que el grupo tenía en el Central Park y que ese fue el fin.
No obstante, por encima de todo hay una causa innegable que llevó a Descemer a desentenderse de Yerba Buena. Quiso ser su propio líder, no acatar órdenes y crear fuera de los márgenes del grupo.
“Me fui porque yo quería ser yo, creo que eso es lo más importante. Al principio no pensaba mucho en eso, yo era un músico más, pero Nueva York me enseñó lo que yo era realmente”.
Así nace en 2004 Siete Rayo, donde Descemer, ahora como productor y artista, graba su primer disco en solitario titulado Descemer Sieterayo, en el que colabora el guitarrista George Pajon, de The Black Eyed Peas.
El primer piano que tuvo Descemer Bueno lo consiguió su madre (Foto: Alejandro Taquechel).
En 2005, por cuestiones mayormente económicas, Descemer se muda de Nueva York a Miami. “Nueva York me encantaba. Pero nunca se me olvida una vez que vi 14 000 pesos en la cuenta y pensaba que era rico, y de momento eso empezó a bajar y me tuve que ir”.
Al año siguiente regresa a trabajar en Cuba. Comienza a visitar el país y, con la reputación que le había dado principalmente Yerba Buena, encuentra su espacio en la escena musical de entonces. De esos tiempos nacen Haydée, el disco que le produjo a la cantante Haydée Milanés; La isla milagrosa, para William Vivanco; Breathe, para Yusa; Art Bembé, para Gema y Pavel; y Amor y Música, para Kelvis Ochoa.
“Hasta ahí yo era más músico. Entonces empiezan a verme más como compositor y productor”, dice.
Junto a Kelvis Ochoa y X Alfonso compuso la música de la película Habana Blues que en 2006 ganó el premio Goya de España a Mejor Banda Original.
El ingeniero de sonido Maykel Bárzagas, quien le ha producido a Descemer los discos Bueno, Bailando, Mi primer Concierto. DVD, entre otros, asegura que el cantautor tiene una personalidad muy singular. “Pocos lo entienden, es extremadamente sensitivo y espiritual, tiene una espiritualidad muy elevada que no es por gusto, es cultivada. Es volátil, sensible, espontáneo, ocurrente, y por momentos muy hiriente”.
A la hora de trabajar con él, no obstante, lo más difícil, según Bárzagas, reside en que delega toda su confianza en los demás.
“Confía mucho en uno, en las decisiones de uno, no está pendiente al cien por ciento de lo que hago con su obra. Y ese es un gran reto porque la obra de Descemer no es cualquier obra y necesita ser bien cuidada y trabajada. Muchas son las canciones que han llegado a mí con una guitarra y he buscado el quipo correcto en el momento correcto para convertirlas en lo que Descemer soñó, eso me encanta y nos hace crecer en paralelo”, dice.
A mediados de los dos mil, por mediación de la empresa EMI Music Publishing, Enrique Iglesias visita a Descemer en su pequeño apartamento de South Beach, en Miami.
“Vi ese día por primera vez a Enrique Iglesias y hasta hoy somos amigos, grandes amigos”, asegura.
Si bien es cierto que la carrera de Descemer despuntó a escala internacional con la presencia de Iglesias, también es innegable que la carrera musical del español le debe al cubano una inyección de frescura y su consecuente resurrección.
El primer gran hit compuesto por Descemer para Enrique Iglesias fue “Lloro por ti”, lanzado en junio de 2008 y que, luego de estar en el top ten en el Hot Latin Tracks de éxitos durante casi dos meses, alcanzó el primer puesto por dos semanas consecutivas en noviembre.
En 2010, Descemer compone “Cuando me enamoro”. En el Billboard Hot 100, el tema alcanzó el número 89, la posición más alta lograda por una canción de Iglesias en español.
En 2014 le cede “Bailando”, que vendió más de un millón de copias en Estados Unidos y más de ocho millones en todo el mundo, convirtiéndose así en la décima canción más vendida del año.
En un primer momento Descemer pensó “Bailando” como una bachata y se la ofreció a Romeo Santos, pero nunca recibió respuesta. Más bien cree que nunca la escuchó. Luego intentó con Enrique, quien al inicio no le hizo mucho caso.
“Se la mandé de casualidad, porque yo sabía que Enrique no hacía bachata”, cuenta.
Luego Descemer le sumó a “Bailando” el toque flamenco, un ritmo que lo marcó desde que visitó España con Santiago, viaje en que se la pasaron oyendo el disco Soy Gitano, de Camarón de la Isla. No obstante, Descemer creyó que los españoles, recelosos de sus tradiciones, nunca iban a aceptar su tema.
“Cuando yo vi lo que estaba pasando en España con la canción no me lo creía. Dejaron entrar la canción y eso era mucho”, dice con asombro aún.
“Bailando” es un tema que a Descemer le sigue reportando dinero hasta hoy. La canción despegó con una deuda de más de un millón de dólares porque sucedió lo que casi siempre sucede con todos los grandes éxitos, que llega alguien y demanda al autor por plagio.
“Todas las canciones grandes del mundo han terminado en demanda. Porque todo el mundo lo ve como un as para ganar dinero, es como una lotería. Yo, por ejemplo, no lo haría, es como si te dijera que ‘Despacito’ tiene algo de ‘Bailando’ y yo fuera a demandar a Luis Fonsi”, comenta.
Al preguntarle a Descemer si “Bailando” es un tema que le gusta, se limitará a decir: “Es un tema en el que confié desde el principio”.
También en 2014 Descemer hace junto a Iglesias “El Perdedor”, que alcanzó entonces el lugar número uno en la lista de Billboard Tropical Songs.
En 2017 escribe “Súbeme la radio”, cuyo video oficial superó el billón de visitas en YouTube.
“Nos fuimos lejos”, en la que Descemer y Enrique suman al cubano El Micha, llega en 2018, certificada con un disco Platino por más de 60 000 copias vendidas en Estados Unidos.
Este 1 de julio ambos cantantes lanzaron junto a Farruko el video del tema “Me pasé”, que en pocos días ha alcanzado más de cinco millones de visualizaciones en YouTube.
Descemer recuerda que luego de la primera canción que grabó con Iglesias, este le dijo que no solía repetir grabaciones con el mismo músico. Hoy ya suman varios éxitos juntos. Descemer también menciona que, cuando tocaba esas canciones en El Sauce, un pequeño centro cultural habanero, más de una vez le gritaron “recortero” desde el público.
La investigadora cubana asentada en Miami, Dra. Eva Silot, quien lo conoce desde pequeña y compartió con él espacios profesionales y personales durante la etapa en que ambos vivieron en Nueva York, dirá que Descemer es un músico en evolución.
“Su trayectoria profesional ha tenido diferentes etapas que se distinguen claramente. La de Estado de Ánimo es quizás la fase de Descemer más experimental, trovadoresca y a la vez jazzística. En la etapa de Yerbabuena, Descemer muestra claramente su destreza como productor musical, su cosmovisión neoyorquina en diálogo desprejuiciado con todo tipo de referencias culturales, y la influencia e importancia de su vocación y legado afrodescendiente y específicamente su espiritualidad afrocubana”, asegura Silot.
No obstante, desde su perspectiva, la investigadora considera que son los boleros los que muestran su madurez, su vocación cosmopolita y el potencial global de su música.
“Con los boleros Descemer se muestra conocedor de las mejores tradiciones de la cultura musical cubana, las que sabe tan bien recrear y deconstruir”, dice. “Pero, indudablemente, su explosión comercial vino tras sus colaboraciones con Enrique Iglesias. En esta etapa Descemer se convierte en un músico de alcance global con amplio éxito internacional. A la vez, se consolida como un ícono de la música cubana en la isla”.
Aunque un día para Descemer lo más difícil fue componer canciones, hoy se le hace muy fácil. Antes escribía en prosa, y hoy lo mismo hace primero la música que luego la letra o viceversa. Se considera a sí mismo un maestro de este arte.
Descemer, eso sí, tiene un dilema con sus canciones. Las que más le gustan no son precisamente las que le han reportado dinero. No obstante, de todos sus temas, son los últimos con los que siente una especie de deuda.
“El agradecimiento es para los que me han dado de comer: ‘Bailando’, ‘Súbeme la radio’, ‘El perdedor’, ‘Cuando me enamoro’. Los demás los sigo queriendo. A mí me encanta ‘Ciego amor’, y esa es una canción que no ha dado un centavo. Es una dicotomía entre lo que es bueno y no te está dando nada, y lo otro. ‘Sé feliz’ no dio dinero, pero la cantó Luz Casal. Yo amaba esa voz, era mi voz. ¿Sabes lo que es decir: ‘Coño, la tipa de Tacones Lejanos, de Almodóvar, me cantó una canción?”.
A pesar de tanto éxito, Descemer cree que lo mejor aún está por aparecer. “A mí me falta mi mejor época. La época de Descemer el artista todavía no ha llegado. Yo nunca me vi como un artista, ahora no tengo excusa. Yo me pienso más como Frank Sinatra, Compay Segundo, que son artistas que crecen después de los 50 años”.
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Desde hace un tiempo a Descemer Bueno le han cancelado conciertos en el sur de la Florida (Foto: Alejandro Taquechel).
Luego de más de 15 años en Miami, Descemer Bueno ha valorado la posibilidad de instalarse nuevamente en Nueva York y experimentar con otros ritmos musicales, además de rescatar el uso del espanglish en sus composiciones, al estilo de su éxito “Guajira…”. En varias de sus últimas transmisiones en directo por redes sociales se le ha visto caminando, como quien se siente en casa, por los paseos de Central Park, o disfrutando de algún concierto desde el césped de Williamsburg, o compartiendo con amigos desde algún rooftop las relucientes vistas de Manhattan.
Nueva York ha tratado a Descemer como no lo ha tratado Miami, una ciudad que en los últimos años se le ha vuelto particularmente hostil. “Yo nunca me imaginé estar en un Miami donde no pudiera tocar”, dice. “Ha sido duro, porque yo soy precursor del éxito de la música joven cubana en Miami”.
Desde hace un tiempo al intérprete le han cancelado conciertos en el sur de la Florida y cada vez son menos los espacios que lo contratan para un show. “Nadie me ha llamado para hacer cosas; antes lo hacían constantemente”.
En 2019, mientras el cantante se encontraba de visita en Cuba, robaron en su casa de Miami-Dade varios televisores, una lavadora, una secadora, todos los equipos de su estudio de grabación, su computadora y un Mercedes C 300 modelo del año.
Días después del robo, el presentador Alexander Otaola lanzó varias preguntas sobre el artista en su programa vía streaming: “¿Dónde estaba Descemer mientras su casa era saqueada? ¿Dónde se presenta Descemer cuando va a la bellísima isla de Cuba? ¿Cuál es una de las paladares preferidas por el artista cubano?”.
Otaola no dudó en compartir con su audiencia imágenes de Descemer junto a los dueños del bar habanero Destino, perteneciente a los nietos del comandante del Ejército Rebelde Víctor Bordón, quien estuvo involucrado en el fusilamiento de muchas personas con la llegada de Castro al poder, durante los llamados Tribunales Revolucionarios.
Las imágenes generaron un intenso y polémico debate sobre cuestiones de intercambio cultural entre Estados Unidos y Cuba, y los privilegios con que cuentan algunos artistas cubanos en el exterior para presentarse en escenarios de la Isla, cuando otros están completamente prohibidos. De inmediato, parte de su público en el exilio le dio la espalda. Descemer incluso aseguró que más de una persona le estaba haciendo bullying, y amenazó con demandar a Otaola por difamación.
“Gracias a la campaña de Otaola me han cancelado todos los conciertos aquí”, dijo entonces un Descemer decepcionado a través de Facebook Live. “Lo siento Miami, no van a poder contar más conmigo”.
En ese entonces, Avelino González, abogado de Descemer, declaró a América TeVé que si Otaola seguía, podría enfrentarse a los tribunales. Por su parte, Otaola dijo al mismo medio: “Yo no lo acuso de nada, yo solamente pongo unas pruebas, unas fotos, pido que Descemer explique su relación con los herederos de la alta jerarquía castrista”.
Sobre el argumento de Otaola, Descemer dirá: “Sí, eso sucedió. Todos los artistas que han tocado en ese bar han coincidido con sus dueños, yo he tocado en ese y en muchos más, toqué en el Fantaxy, que todo el mundo sabe que es de Sandro Castro, el nieto de Fidel, y él podía haberse metido con ese, pero no lo hizo. Él la coge conmigo y no entiendo bien por qué”.
Hasta ese momento Descemer se había mantenido al margen de la política, y no declaraba en contra del régimen de La Habana. Si algo sorprendió a los cubanos del exilio fue su repentino cambio, el cual muchos comenzaron a tildar de oportunista.
“Creo que hice demasiado hincapié en el derecho a no hablar y a hacer silencio, y me lo echaron en cara”, reconoce Descemer.
Pero su nueva postura no solo sorprendió al exilio. “Descemer es víctima de la presión de la mafia de Miami”, aseguró el viceministro de Cultura de Cuba, Fernando Rojas, mientras que el funcionario Alexis Triana dijo que cada vez que veía a Descemer “compitiendo de manera mísera con el infame de Otaola —o más ebrio o drogado (…)—, me pregunto hasta dónde llega nuestra cuota de responsabilidad en haber convertido a este desafinado cantante y, lamentablemente, buen compositor, en este sujeto tan popular en nuestros escenarios y en nuestra radio y televisión”.
Según Descemer, su “aversión” por el gobierno cubano le viene de siempre. “Mi familia materna nunca ha tenido nada que ver con eso, nunca ha habido nadie del Partido. Mi papá lleva 40 años sin hablarse con su hermano porque era teniente coronel”. Incluso se vanagloria de ser el único músico cubano que ha tenido sentado entre su público del Karl Marx al gobernante Miguel Díaz-Canel y que no ha exaltado su presencia. “Ni te saludé ni dije nada de ti. Como si tú no estuvieras porque tú no eres más importante que ninguna de la gente que va a mis conciertos”, le dejó saber en una ocasión al presidente cubano. También ha dicho que cree que la madre de Fidel Castro nunca tuvo que haberlo parido.
En un momento, Descemer fue muy presionado por parte del exilio para que se pronunciara políticamente. “Yo tampoco hablo de deporte, porque no sé. ¿Tú sabes de la cantidad de cosas que yo no hablo? Yo sentía que todo el mundo tenía una infraestructura que además les permitía ganar dinero, haciendo contenido que a la larga todo se traduce en dinero, y me estaban poniendo a mí en situación de tener que hablar de política. Entonces yo sentía que más que nada era una estrategia de ciertas y determinadas personas de usar a otros para ganar dinero, y es lo que sigue siendo”.
¿Qué fue, entonces, lo que hizo que Descemer de repente comenzara a enfrentar abierta y públicamente al gobierno de su país? Según él, el hecho de que el año pasado varios funcionarios saquearon primero la finca que compró en 2010 en el municipio Alquízar, Artemisa, y luego fue desalojada por la policía cubana.
“Hay un momento en que me doy cuenta de que la gente del gobierno de Cuba está exactamente en lo mismo que están los influencers aquí en Miami, que me están cogiendo para las cosas”, dice. “Ya el gobierno se había metido en mi finca y me había quedado callado. Pero la segunda vez no. De momento a alguien por allá arriba no le gustó que yo tuviera eso. Yo la pagué, yo saqué mi dinero de derechos de autor y en vez de tenerlo en el banco compré la finca. Cuando tú me preguntas a mí por el bloqueo, ahora ya no, pero en aquella época pensaba que era un absurdo y ayudaba a que el gobierno se pudiera mantener. Pensaba que si lo quitaban el gobierno desaparecería o tendría que dar explicaciones. Pero esa lógica en Miami no la puedes defender de ninguna manera. Yo recuerdo que en abril de 2020 digo públicamente que el bloqueo hay que quitarlo, lo sacan en el periódico Granma y como 18 o 20 días después se meten de nuevo en la finca, y yo dije: ‘No, ya esta gente me está tirando con todo’. Yo veo que tú me estás usando para decir que en Miami hay gente que está en contra del bloqueo y te estás metiendo en mi casa, ¿entiendes? ¿Entonces qué soy yo?”.
La primera vez que el gobierno intervino en su finca Descemer se quedó callado, pero la segunda vez pidió ayuda a Israel Rojas, integrante del dúo Buena Fe, al que ahora considera un “trovador de la dictadura”, y con quien ha tenido pleitos públicos, como también los ha tenido con Yoel Martínez, con Manolín “El Médico de la Salsa”, con La Diosa, con Alexander Abreu o con Yotuel Romero.
Le digo a Descemer que, si acude a Israel, es porque en algún punto sabe que el cantante de Buena Fe puede intervenir con funcionarios del gobierno para beneficiarlo, pero niega que eso haya pasado por su mente.
“No, yo no sabía exactamente qué podía ser Israel”, me responde. Luego le digo que cómo es posible que no supiera, si todo el mundo habla de que Israel simpatiza con el gobierno de La Habana.
“Coño, te estoy diciendo la verdad. Yo ahora puedo especular que Israel es algo, me cuesta trabajo hoy en día pensar que Israel pueda ser policía, pero ahora que lo vi, broder, está para darle una galleta”, afirma. “Pero si me preguntas, te estoy diciendo la verdad, me cuesta trabajo pensar que Israel sea un tipo del aparato. No es que yo le tenga odio a Israel. Yo he tenido conversaciones con ese tipo. Hoy en día no me quedan dudas, yo sé que él tiene responsabilidades ahí. Pero vivo con la duda de mañana poder encontrarme a un Israel que me diga: ‘Mi hermano, ¿qué iba a hacer yo?, ¿dónde me metía yo?’. Yo no te digo de ponerme en el lugar de Israel, que es un lugar complicado, porque yo sé que le gustan las guitarras buenas, Israel no tiene sonidos ni guitarras chinas, y yo sé que Israel se fajó con Yotuel cuando quería poner a los hijos de Díaz-Canel a abrirle un concierto. Yotuel estaba luchando para que esos muchachitos le abrieran los conciertos. Si me preguntas qué pienso yo de quién, yo estoy confundidísimo. Porque yo tengo un Yotuel ahora con el que no hablo porque es amigo de Otaola”.
Después de que Yotuel y Descemer trabajaron junto a Gente de Zona, el Funky y Maykel Osorbo en el tema “Patria y Vida” —que se ha vuelto una suerte de himno para los cubanos y que acaba de ser nominada a Canción del Año y Mejor Canción Urbana en los Premios Latin Grammy 2021, ahora los músicos se han distanciado. Descemer, según ha dicho, está en desacuerdo con la repartición de las ganancias de la canción, ya que los músicos que hoy están dentro de Cuba (Osorbo y El Funky) recibirían menores porcientos que el resto.
“Yo no quiero el porcentaje ese”, dice Descemer, refiriéndose a su 15 por ciento, la misma cantidad que obtendría el resto, excepto El Funky y Osorbo, que tendrán un cinco por ciento. “Eso para mí es algo ridículo porque yo vivo de canciones millonarias, mis canciones están sonando en la caja registradora todo el tiempo. El día que el dinero de ‘Patria y Vida’ caiga en mi cuenta yo no lo voy a notar”.
Después de que Descemer hiciera público el tema de las ganancias de la canción y fuera criticado por no pocos seguidores por ventilar asuntos tan delicados, Yotuel no dudó en responder: “Tú estás mezclando todo. ¿Qué tiene que ver ‘Patria y Vida’ con esos temas personales?”, le dijo el exintegrante de Orisha en un encuentro en el programa del youtuber Adrián Fernández.
Con temas personales Yotuel se refería a la figura de Otaola, ya que Descemer no estaba de acuerdo con la participación que tuvo Yotuel en el espacio del presentador.
“Yo rompí con Yotuel porque le dije: ‘Oye, mi hermano, no dejes que este muchacho te utilice, porque él me está faltando el respeto a donde quiera que yo voy’. Y cuando llamo a Yotuel, al mismo Yotuel que conozco de toda la vida, me dice: ‘No, no, ese es mi amigo también’. Me dice que Otaola es su amigo y le dije: ‘Bueno, nunca debieron haberme puesto a mí en esto de la canción, porque eso se llama conflicto de interés’”.
Descemer ha tildado de “racista total” la deposición que tendrá mañana con los abogados de Otaola. Según él, todo lo que le preguntarán es si es o no comunista.
“Ahí yo tengo a sus abogadas preguntándome si yo soy comunista, y yo teniendo que decir que los negros en Cuba no son comunistas, y ellas diciéndome que si Esteban Lazo y el señor Mesa son comunistas, y yo respondiendo que el único Mesa que yo conozco es Víctor Mesa, que lo conoce toda Cuba. Es un absurdo en lo que se ha convertido esto”.
El pasado mes de marzo, Descemer apareció en redes sociales para compartir un video y acusar al presentador de robar ropa interior en una tienda de la cadena Burlington y salir corriendo.
“Este es el video que prueba que Alexander Otaola robó un blúmer con nalgas en Burlington y otros artículos que verán en la foto. Esto demuestra que es una persona de pocos valores que se apropia de lo que no le pertenece, con tan poca moral se ha dedicado a difamar y a desprestigiar a todo el que se cruza en su camino”, dice Descemer.
Enseguida sus seguidores especularon sobre la posibilidad de que alguien le hubiese jaqueado la cuenta de Facebook al cantante y otros de que se hubiese vuelto loco. “Maestro, usted ha perdido todo. Ya por último hasta su moral”, le dijo un comentarista.
Cuando le pregunto a Descemer por qué un músico como él responde a las constantes provocaciones de Otaola, dice lo siguiente: “Tuve que hacerlo. Me dije: ‘Bueno, han acabado conmigo, hasta cuándo voy a dejar que acaben conmigo’. Otaola tiene un mundo en las redes y un mundo en la corte, el de la corte no trasciende, nunca llega a las redes. Yo puedo ganar el caso de Otaola y seguir sucio. Yo lo demando por racismo, difamación, acusación de comunista. Todo es una cosa hecha para pedirme una supuesta cantidad de dinero”.
“La pregunta tuya es la pregunta de todo el mundo, pero, ¿cuántas personas saben verdaderamente cómo afrontar un caso legal? Esa es la pregunta clave porque le permite saber al mundo lo que está pasando, porque si no para el mundo yo soy un imbécil. Pero todo lo imbécil que tú seas, mientras sea bueno para tu juicio, no te tiene que importar, tú vas a hacer el papel del imbécil lo mejor que puedas. Este es un caso que puede durar años si yo no lo presiono, yo tengo que estarlo presionando constantemente porque él no paga a sus abogadas. Todo es un fenómeno mediático. Y mis abogados me van a cobrar hasta que el caso dure. Por eso tengo que sacarlo robando; lo que salga de él lo tengo que poner. Si me preguntan si yo quiero sacar a la luz las cosas de Otaola, claro que no me interesa para nada. Si me preguntas si le quiero hacer daño a Otaola, claro que no”.
El comportamiento de Descemer en los últimos tiempos, sus constantes cambios de ánimos en los videos de las redes sociales, sus frecuentes peleas con otros artistas, han hecho pensar a muchos que el tema Otaola lo ha afectado de alguna manera.
“La gente ni sabe”, me dice. “Aquí eso es un chiste. Hasta las personas que me encuentro por ahí me dicen: ‘Coño, verdad que ese tipo te tiene loco’. Yo al final del día soy el negro de la Habana Vieja que tiene que decir: ‘Espérate, aguanta, que mira lo que te ha costado llegar aquí’. Yo tengo que aguantar que ese tipo diga que tiene guardias de seguridad por mí. Si yo no salgo de mi casa, compadre”.
Otros, incluso, han pensado en la posibilidad de que no sea solo Otaola y han visto su comportamiento como una consecuencia directa del consumo de drogas. El cantante, por su parte, rechazará esta teoría.
“Forma parte del mismo fenómeno, pero yo hace mucho tiempo que ni bebo”, asegura. “No tomo por el daño que me hice con la bebida, alguna vez abusé. Yo abusé de todo y precisamente por eso me tuve que quitar de todo. De todas esas cosas que todavía hoy día me dicen me tuve que ir por circunstancias complicadas. Por ejemplo, para tener la custodia de mis hijos pasé por un proceso muy riguroso, donde hay cosas que no puedes hacer más”.
Descemer no querrá entrar en detalles sobre la madre de sus hijos, quien, según dice y ha contado a la prensa en ocasiones anteriores, vive en las calles, afectada por el consumo de estupefacientes.
“Mis hijos son mis amigos, mi todo”, dice el cantante. De su hija Lucía dirá que es “malísima” en la escuela, exactamente como lo fue él, pero que siempre que lo llaman para suspenderla en alguna clase él lleva sus dibujos y los maestros se quedan muy impresionados. De Desci, su padre dirá que es un “chamaco pasado”, que se aprendió de manera íntegra el discurso “Yo tengo un sueño”, de Martin Luther King, y lo recitó de memoria delante de los demás niños del aula.
“Yo le digo a mi hijo: ‘No te puedo ayudar a ser doctor, no te puedo ayudar a ser abogado, ni biólogo marino, en lo único que te puedo ayudar es en el negocio mío’. Yo le digo: ‘Mira lo que yo he podido hacer sin escribir canciones en inglés, imagínate si tú logras esto en inglés’. Si los puedo ayudar a que sean lo mismo que soy yo, pero para el mundo anglo, es la manera en que cumplo mi sueño. Ese es el sueño americano multiplicado, poder hacer en el mundo anglo lo que hago yo”, asegura.
En este momento Descemer, quien recién estrenó el tema “Libertad y Amén” junto a los músicos exiliados Baby Lores, Insurrecto, Amaury Gutiérrez, Eddy K, El Uniko y Trueno Aguilera, se encuentra solo al cuidado de los niños. No tiene pareja. Tiene gente que lo ayuda y amistades, aclara, pero no pareja.
“La gente no está para Otaola, nadie está para eso, las muchachas tienen un miedo de madre; es que tú sabes que te va a coger. ¿Dime quién va a estar para meterse en problemas con Otaola? Ni yo mismo estoy para eso, pero yo soy muy solariego al final. Yo pude haber leído a Dostoievsky pero al final soy tan Dostoievsky como el propio Dostoievsky, que era un tipo de bajo mundo. Y yo soy un tipo de bajo mundo”.
Este perfil es resultado de una alianza entre elTOQUE, El Estornudo y Periodismo de Barrio.
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Pensilvania, séptimo estado en tener el 70% de su población vacunada contra la Covid-19
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Lanzan nuevo ron Havana Club
Una nota de la Agencia Cubana de Noticias (Acn) informó que la firma Havana Club International S.A presentó hoy en La Habana un nuevo producto: Havana Club Profundo, un ron blanco añejo Súper Premium. Christian Barré, director de Havana Club International S.A. informó en conferencia de prensa que este ron lha llegado para transformar la categoría […]
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CECMED: Regular en pandemia y el desafío de “no equivocarnos”
“De la misma manera que para los científicos fue un reto haber desarrollado los candidatos vacunales, lo ha sido para la autoridad reguladora, porque hemos tenido que acompañar ese proceso desde el inicio con la gran responsabilidad que ello conlleva. Todas las aprobaciones recaen en el CECMED. Y no nos podemos equivocar”.
Avanzada olímpica llega a Japón
El primer grupo de la delegación cubana que intervendrá en los Juegos Olímpicos de Tokio-2020 arribó al Aeropuerto de Narita, en la prefectura de Chiba, ubicado a unos 60 kilómetros al este de la capital japonesa.
La avanzada es liderada por Omar Venegas, vicepresidente del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder); Pablo Castillo, director del Instituto de Medicina Deportiva, y Gisleydi Sosa, directora de Relaciones Internacionales del Inder.
Los directivos, de conjunto con la embajada de nuestro país en Japón, se encargarán de gestionar las condiciones para el recibimiento y estancia del resto de la comitiva antillana, que el próximo jueves será inscrita oficialmente en la nómina de la cita estival.
La llegada de los cubanos fue seguida por el proceso protocolario preventivo ante la COVID-19, que incluyó el chequeo de documentos, la aplicación de test de antígenos y comprobaciones en torno a la instalación y el correcto manejo de aplicaciones móviles concebidas como imprescindibles, informó Jit.
Sobre la interacción de los internautas con los deportistas locales participantes en los Juegos, el Comité Olímpico Japonés anunció que trabaja, junto a la policía metropolitana de Tokio, en la creación de un equipo especial para proteger a los atletas olímpicos nacionales ante los mensajes de odio y el acoso en el ciberespacio, reportó efe.
«Es importante instruir a los usuarios de internet en que no deben hacer críticas ofensivas y calumnias», declaró recientemente el primer ministro nipón, Yoshihide Suga, motivado por la presión a la que han sido sometidos los deportistas japoneses que han decidido intervenir en la justa olímpica, criticada por su celebración en medio de los estragos provocados por la COVID-19.
¿Corredor humanitario para Cuba?
Entre las peores ideas que la oposición pro-bloqueo ha puesto a circular para instrumentar la pandemia de la COVID-19 contra el gobierno cubano, pocas son peores que las propuestas de un corredor y una intervención humanitaria. El origen de estos sinsentidos está en una declaración de la mal llamada Fundación para los derechos humanos en Cuba, una especie de filial en la Fundación Nacional Cubanoamericana. Estas propuestas son un disparate desde el derecho internacional. Lejos de ayudar, denigran y distraen de lo que puede ser un esfuerzo unitario y una discusión constructiva sobre los méritos y flaquezas de la respuesta cubana al coronavirus.La pandemia no cree en diferencias políticas. Se impone pensar con claridad propuestas que faciliten responder al reto, desde la ciencia y la razón, desde la ley internacional, con criterio humanitario, desde la unidad de la nación. Cuba es un país pobre, empobrecido aun más por las consecuencias de un modelo económico estatista, de espaldas al mercado por décadas, y por la política de bloqueo estadounidense. El país necesita ayuda en un momento tan difícil y debe aceptarla, sin complejos. De las organizaciones internacionales humanitarias, de cualquier país que la brinde responsablemente, de todos los cubanos de buena voluntad en la Isla y la diáspora.Una política unitaria no puede basarse en ignorar las causas de la actual situación¿Con quién hay que cerrar filas? Con el gobierno que está, el de Miguel Díaz-Canel. Tiene miles de errores y defectos pero es el que puede vacunar a toda la población y contener la pandemia. Eso es hoy lo fundamental. Las protestas del domingo indican un hartazgo en el que concurre mucha insatisfacción con la arrogancia y gestión gubernamental. Pero ingenuo sería ignorar que el contexto de las sanciones ilegales, inmorales y contraproducentes de Washington contra Cuba han hecho el problema difícil de la pandemia casi intratable. El lema de “la libertad” suena muy rítmico pero detrás de los que rompen vidrieras, vuelcan perseguidoras, y la emprenden a pedradas contra las autoridades hay mucho del “hambre, desesperación y desempleo” que pedía Lester D Mallory para poner a los cubanos de rodillas.Cerrar filas implica entender las prioridades nacionales, sin dejar de proponer y posponer un debate postcrisis de modo que el desastre que estamos viviendo no se repita. La epidemia de COVID-19 agarró a muchos países durmiendo. En la medida que ocurrió en Cuba es importante pedir cuentas pero también hay que aprender de los grandes pueblos en sus horas brillantes. En el Londres acosado por las bombas de la Luftwaffe, con las sirenas sonando, la oposición leal a su majestad y así al Reino Unido, cerró filas junto al partido conservador. Attlee, el líder laborista, no renunció a criticar a Churchill, ni a culpar a los tories por los errores de sus predecesores en Múnich. Pero eso fue —como dijo el propio Attlee a sus bases— “después de ganar la guerra”. ¿Cuál es el debate para proponer en Cuba y posponer para después de la pandemia? Si como decía José Martí: “Gobernar no es más que prever”, el partido comunista que se proclama martiano tiene cuentas importantes que rendir. Hubo reclamos no escuchados dentro y fuera de Cuba sobre los problemas de una política agraria irresponsable con décadas de espaldas al mercado, importadora negligente de alimentos que hizo más vulnerable a Cuba ante la pandemia y a las injustas e ilegales sanciones de los Estados Unidos.¿Por qué se siguió por décadas una política centrada en el control económico y político, no en el desarrollo como meta ante la cual rendir todos los sesgos ideológicos? ¿Por qué esa insistencia en un modelo hostil contra los pequeños y medianos propietarios en un modelo indebidamente centralizado? ¿Cuáles han sido los costos de un excesivo gradualismo que pospuso hasta el peor momento la unificación monetaria y cambiaria? ¿Quiénes fueron los responsables de aquellas rigideces ideológicas que hoy nos siguen costando?El “corredor humanitario” hacia ninguna parte:En 1991, con la Resolución 46/182, la Asamblea General de las Naciones Unidas creó su sistema de ayuda humanitaria. El funcionamiento de ese sistema está regulado por los acuerdos entre los Estados que han definido las situaciones y condiciones especificas para aplicar prácticas como la creación de un corredor humanitario.Los precedentes de corredor humanitario en el sistema internacional son de dos tipos. Ninguno aplica a la situación cubana. PublicidadEl primero aplicado en las guerras en los Balcanes, Sudán, Nagorno Karabaj y otras situaciones, se refiere a la creación de un espacio bajo protección internacional para asistir a una población asediada por fuerzas de un gobierno hostil. Se trata de proteger, acorde al derecho internacional humanitario, a la población civil, particularmente sus sectores mas vulnerables, de las peores consecuencias del conflicto armado, particularmente la privación de medicinas, alimentos, agua potable, etc. El coordinador de la ONU para emergencias humanitarias, o el mismísimo secretario general, han negociado el respeto para corredores humanitarios, por las diferentes partes en un conflicto bélico.El uso de esos corredores ha sido controversial. Es una alternativa sub-óptima incluso con cuestionamientos por el comité internacional de la Cruz Roja que ha enfatizado la condición no derogable, por ejemplo, en Siria, del derecho internacional humanitario, haya corredor o no. El corredor generalmente existe para atenuar la condición desesperada de crisis creada por un actor armado irrespetuoso del derecho humanitario e interesado en denegar a la población afectada las protecciones mínimas garantizadas a los no combatientes. La premisa es que el ruido de los cañones no calla la ley. Es la concepción de “ius in bellum”, que en Latín significa que hay leyes que regulan incluso la conducción de una guerra.¿Qué tiene que ver eso con Cuba? Nada. Matanzas no está cercada por ejército alguno. El gobierno cubano hace un esfuerzo sustantivo para salvar la vida de los que residen allí. Nadie, salvo las sanciones estadounidenses del bloqueo, irrespetuosas del derecho humanitario, ha procurado denegar a los cubanos el acceso a la comida, el agua potable, las medicinas, o una mínima atención de salud. Ocurre todo lo contrario.Toda crítica legítima a la burocracia se enturbia al introducir un concepto ajeno a la situación vigente. ¿Puede razonar constructivamente el gobierno cubano con quien parte del artificio de equiparar la situación en Matanzas con una guerra contra el pueblo en la que habría que garantizar normas humanitarias para la protección de la población civil?Pensar que el gobierno cubano y la parte del pueblo que lo apoya iba a mirar impasible las protestas apoyadas por los mismos que han agitado y manipulado los conceptos de “corredor” e intervención humanitaria” es una broma de mal gusto. Si es un simplismo atribuir a actores externos el estallido social, también lo es ignorar el papel de las sanciones y la agitación pro-injerencista de un falso humanitarismo que apenas busca pescar ganancias en el rio revuelto de la pandemia. Si de derecho humanitario se trata, habría que escuchar las resoluciones del Consejo de Derechos Humanos y la opinión creciente de expertos y relatores sobre medidas coercitivas unilaterales, que han llamado a aplicar a estas las mismas consideraciones sobre protección de la población aplicable a los conflictos bélicos. El propio Secretario General de la ONU, António Guterres, y el Consejo de Derechos Humanos han llamado a eliminar o suspender por lo menos temporalmente las sanciones que debilitan el enfrentamiento a la epidemia de la COVID-19.Ese cese de sanciones pedido por Guterres es el mayor desmentido a los que también llaman a una especie de tregua entre los que denuncian el bloqueo y los que lo defienden. Esa equiparación equilibrista obvia una realidad innegable: los que piden el fin de las sanciones abogan por facilitar el acceso a materiales para enfrentar la pandemia. Los que defienden la guerra económica obstaculizan, y retrasan la capacidad para enfrentar la pandemia. Promueven una política ajena al derecho humanitario, pues la ley Helms-Burton no incluye valoración periódica alguna ante el Congreso del efecto de las sanciones.El mejor corredor humanitario para Cuba que puede pedir la comunidad cubanoamericana a la administración Biden es que suspenda las sanciones como se lo pidió el secretario general de la ONU. Así se lo recordaron a Estados Unidos, 184 países en la ultima votación sobre la necesidad de poner fin a su política ilegal e inmoral de sanciones contra Cuba. Si lo que se quiere es llevar ayuda médica a Cuba, que abran vuelos que trasladen medicamentos, protección para personal de salud, y comida.La segunda acepción de la idea de un corredor humanitario se refiere a un espacio protegido para el asentamiento de los refugiados. El Papa Francisco usó ese término para acoger en el Vaticano a varias decenas de refugiados escapando de las guerras del Medio Oriente. Está el llamado “corredor italiano” de familias bondadosas que ante la dificultad institucional en Europa para acoger legalmente a los que buscan refugio en sus costas, han creado, con el apoyo de varias organizaciones humanitarias como la comunidad de San Egido, un programa propio de recepción. De nuevo, ¿Qué tiene que ver eso con Matanzas, Cienfuegos y Guantánamo?Si lo que se quiere es dar una connotación humanitaria a la emigración cubana hoy, ¿por qué no reducir la desesperación por la pandemia pidiéndole a los gobiernos de Estados Unidos y Cuba cooperar en materia sanitaria, sin complejos, como ya lo hicieron en África Occidental contra el ébola, incluso antes de Diciembre 17 de 2014? Ahora que la embajadora de Estados Unidos en la ONU, y que habló de esa cooperación con orgullo, Samantha Power, es la administradora general de la USAID, ¿Por qué no cortar el malgasto de dinero en cantamañanas que apenas producen sinsentidos sobre un “corredor humanitario” y usarlo en enviar medicinas, y equipamiento médico a Cuba?Ya hay un consulado en la Habana y varios acuerdos migratorios. El gobierno cubano no ha planteado objeción alguna a que salgan los que tienen visados, ni hay en Estados Unidos una negativa a recibirlos ordenadamente si reciben sus visas. El mejor “corredor humanitario” para el tema migratorio cubano es eliminar todas las medidas que tomó Donald Trump contra la reunificación familiar, la lotería de visas, y la normalización de un flujo legal, seguro y ordenado, reabriendo el consulado.Toda la retórica sobre el “corredor humanitario” no es más que un “numerito” para marcar puntos retóricos contra el gobierno cubano y su idea de potencia médica. El verdadero “corredor humanitario”La idea de una intervención humanitaria en Cuba, bajo la bandera de la OEA, que agitó Carlos Alberto Montaner un mes atrás, es una charlatanería. Su probabilidad con la administración Biden es cero. Cuba no es ni Nueva Zelanda, ni Israel ni Taiwán, ni los Emiratos Árabes Unidos, con un récord estelar enfrentando a la pandemia, pero en una población de 11 millones, duelen 238.491 casos, 57.396 en estudio, y 1537 muertos. Se han recuperado de la enfermedad 204.810 en un sistema que sigue funcionando a pesar de que la política de Biden es, en lo esencial, la misma crueldad de Trump. Basta comparar esos datos con el resto del continente.¿Continuará Joe Biden la política delirante de Estados Unidos hacia Cuba?Es frente al espíritu de puentes, reconciliación, patriotismo y diálogo donde aparece más pernicioso el juego con conceptos de connotaciones ajenas a la situación cubana como “corredor e intervención humanitaria”. El “corredor humanitario” a pedir a la administración Biden es que escuche a la comunidad internacional y a sus propias promesas electorales, desmantelando una política de sanciones que no tiene nada de humanitaria.
Cuban discus thrower Yaimé Pérez thrilled to be in Tokyo 2020
TOKYO, Japan, Jul 21 (ACN) Cuban discus thrower Yaime Perez, already on Japan, is thrilled to have been chosen as one of the two Cuban standard-bearers, and the first Cuban female athlete ever, for the opening ceremony of the Tokyo Games.And no wonder, since Yaime, world champion in Doha 2019, will walk alongside Greco-Roman wrestler Mijain Lopez, who will be doing so for the fourth consecutive time.Other emotions will come on July 31, when she will make her debut at the Olympic Stadium with her sights set on being one of the 12 finalists who will fight for the medals on August 2, when she hopes to climb the podium, especially if it is to receive the gold medal.She is one the favorites in that regard, along with her fellow countrywoman Denia Caballero, world champion in Beijing 20105, who has not had great marks in the season but whose experience should be enough to develop her potential when it comes to the crunch.Her main rivals are the Croatian Sandra Perkovic, champion in London 2012 and Rio 2016, and the top-ranked Jorine van Klinken from the Netherlands (70.22 m) and Valarie Allman of the United States (70.01 m). However, Yaime also has a good chance, as she is third with 68.99 m, followed by Perkovic (68.31 m), whereas Denia has failed to reach the 63-m mark in the current season, hence the need to make an extra effort to finish among the top eight.She is currently training in the city of Tashikawa, some 40 kilometers west of Tokyo, in order to overcome the time difference.About her designation to carry the flag she said: “I believe that Cuba had other athletes who also deserved to be the delegation’s standard-bearer, that is why I am even prouder that they chose me.”Yaime has been working on the stability of the throws and the improvement of her technique, “what needs to be done at this stage after we went through a whole process to get here. I am highly motivated, and my expectations are the same as always, to go out and do the best I know how,” she confessed.
La semana de los desconectados
Hace apenas unos años, en Cuba cada cual se informaba por tres vías precarias: los medios de comunicación tradicionales en poder del Estado, accesos ilegales a través de señales de antena parabólica o cuentas de Internet hackeadas (con la socialización posterior entre amigos o clientes), y haciendo uso de cuentas de Internet legales que pertenecían a sectores privilegiados y «estratégicos».
Yo fui de las privilegiadas, igual que todos los estudiantes universitarios de mi generación. En el momento justo en que ingresamos a la universidad, se nos entregó una cuenta personal con acceso gratuito a los servicios de correo electrónico y navegación. Confieso que no todos le dimos un uso adecuado, o entendimos qué se nos estaba poniendo en bandeja de plata.
I
Me sentía revolucionaria, aunque fue algo que nunca cuestioné en lo personal. Tampoco reconvine a mis compañeros por no decir que lo fueran, o por decir lo contrario. Tuve la oportunidad de coincidir en la Universidad de La Habana con jóvenes que estuvieron a la altura de las circunstancias. Dos nombres vienen a mi mente: Randy Perdomo García y Leonardo Fernández Otaño.
Randy estudiaba Filosofía y Leo Historia. Durante la carrera se convirtieron en rostros mediáticos. El primero conversó íntimamente con Fidel en representación de los estudiantes de su Federación Estudiantil. El segundo ofreció al Papa Francisco, durante su visita a La Habana, el mensaje de los jóvenes cubanos. «Se puede crecer, estudiar, trabajar, caminar, soñar y ser feliz en esta compleja realidad que nos tocó vivir»,[1] fueron sus palabras.
Los dos acontecimientos los corroboré usando mi cuenta gratis de navegación en el laboratorio de computación de mi facultad.
Randy escribió un texto conmovedor en el que relató su encuentro, que fue publicado en Granma. Por su parte, Leo quedó estupefacto al comprobar que se había vuelto un tipo gugleable, no sé si lo recordará. Además de gugleables, los dos fueron, y son, tipos incómodos. Siempre con la crítica al filo de los labios, las soluciones, la sapiencia y la sensibilidad.
Randy Perdomo en su encuentro con Fidel Castro (Foto: Granma)
Randy fue presidente de la FEU de la Facultad de Filosofía Sociología e Historia, luego sería presidente de la FEU de la Universidad. Puedo asegurar que su tiempo frente a la organización no fue muerto. La vitalidad y el dinamismo que le proporcionó fueron rayos de luz entre tanta apatía política.
Leo fue un traslado de otra universidad. Desde que puso sus pies con sandalias en nuestro edificio lo noté. Siempre fue competitivo, tenía cualidades para ello. Comencé a coincidir con él en las actividades culturales y de investigación organizadas por la facultad, y luego en las salas de los teatros de la capital. Hasta que esas coincidencias las convertimos en costumbres. Incluso, me siguió en el proyecto de una revista de perfil cultural que al final tuvo solo dos números.
No los veo a ambos desde poco antes del comienzo de la pandemia. Sé de ellos por las redes, como todo el mundo. Ahora me comunico e informo a través de mi celular, enchufado a una señal de datos móviles que proporciona ETECSA desde finales de 2018, con un costo que aún mi salario de profesora universitaria puede permitirse. Desde la plataforma de Facebook los veo realizarse. Randy como delegado, muy querido en su matancero Consejo Popular de Pastorita, y a Leo en la continuación de sus estudios en la madre patria.
II
Dicen que la primera impresión es la que cuenta. Los sucesos del 11-J y días posteriores me llegaron, como a la gran mayoría, por la televisión nacional. Un presidente llamando «vándalos», «marginales» y «revolucionarios confundidos» a un «grupúsculo» de cubanos, que salió a unas calles «que no les pertenecían»; a reclamar cosas que el gobierno estaba dispuesto a consensuar y resolver por vías pacíficas.
Dijo que un enemigo imperialista le pagaba a este «grupúsculo» y que se amenazaba con una intervención militar. Y anunció que un «pueblo enardecido» salió, «pacífica y espontáneamente», junto a la dirección del gobierno a demostrar el respaldo a las conquistas de la Revolución cubana y la necesidad de recuperar la tranquilidad ciudadana. Eso fue en pocas palabras lo que expresó el presidente.
En los videos presentados por la televisión, se apreció a personas vitoreando a los líderes históricos —Fidel y Raúl— y proclamando su desacuerdo ante las manifestaciones en San Antonio de los Baños y otros lugares. El respaldo revolucionario (espontáneo o no), de una cantidad no despreciable de personas era palpable. Se explicó en televisión, además y una vez más, el peligro de una intervención desde el exterior en cualquiera de sus variantes. Fue necesario, había muchos juicios nublados por la efervescencia.
Ese mismo día complementé algo de lo dicho por el presidente, cuando un vecino alertó que nadie saliera de sus casas pues la esquina de Toyo estaba caliente, se lanzaban piedras y fueron volteadas patrullas. Pensé que se acababa el mundo. Llamé a mi familia para decirles que me acababa de enterar de los sucesos y que permanecía en casa.
De oficio fui a las redes en busca de mayor información sobre lo acaecido en la esquina caliente. Advertí en ese momento que no había señal de Internet. Así permaneció para mí —y la inmensa mayoría de usuarios— hasta que al cuarto día logré conectarme usando un VPN. Entonces pude comprobar que hubo más que «vándalos» y «marginales», «revolucionarios confundidos», «enardecidos revolucionarios» o dirigentes políticos en las calles; más que piedras y patrullas volteadas.
Hubo, además, policías reprimiendo, fuerzas de la Seguridad del Estado, incluso fuerzas desconocidas para mí, que empujaron a la tonga, en camiones de basura, a jóvenes que no habían tirado piedras ni volteado patrullas. Hubo jóvenes apresados por pedir ser escuchados, que clamaron por ese «consenso posible» que había sido expresado por el presidente en televisión. Eso fue, en pocas palabras, lo que vi. Y entonces, comprendí que todas las impresiones cuentan.
Entre aquellos jóvenes había estudiantes universitarios, intelectuales, obreros y profesionales respetados. Rostros mediáticos casi todos. Descubrí una silueta en cruz y unas sandalias conocidas, era Leo. A pesar de la tristeza que me provocó, aquella fotografía era hermosa y evocadora. Estaba de rodillas pidiendo diálogo, su profunda fe católica no le permite odio; su profundo amor a Cuba no le permite ofensas. Los revolucionarios que le repudiaban no debieron tener ninguna fe, ni ningún amor. Eso fue, en una imagen, lo que vi.
III
En el momento que escribo mis impresiones, se cumple una semana de aquel 11-J que parece tan lejano. Aún persiste la conexión irregular a Internet, que va y viene (oronda) a ratos. Y sigo contrastando realidades y discursos distintos. Los ofrecidos por los medios oficiales y los que veo en las redes sociales.
Continúan las expresiones revolucionarias. El pasado sábado fue convocado por la dirección del país, en distintos lares de la isla, lo que se ha dado en llamar actos de «reafirmación revolucionaria», como gesto de resistencia ideológica ante las posturas «vandálicas» del 11-J, por la condena al bloqueo y la denuncia de las verdaderas y viejas intenciones monrroístas de tomar la fruta madura.
Y del otro lado, proliferan en las redes imágenes y narraciones variopintas (incluidas posturas revolucionarias), mímesis del ajiaco (hirviente) que es ahora mismo la nación. Discursos en los que la diáspora se anota igualmente unos puntos.
En sus países de residencia, muchos cubanos salieron —es su derecho— a las calles en favor de los manifestantes isleños. Como resultado de lo que ellos llaman «perder las vendas» y «ganar las libertades», mostraron sus opiniones, en muchos casos constructivas, dialogantes y conciliadoras; otras románticas, ofensivas, genocidas, imparciales, subjetivas, provocadoras, difamadoras, y oportunistas. Algunos han preferido no pronunciarse por las razones que fueren, entre ellas el miedo. También hubo actos en apoyo a la Revolución, no menos contundentes.
En las redes se apreció esta semana la solidaridad de un grupo de cubanos (incluidas instituciones y organizaciones), de dentro y fuera de la Isla. Ellos aunaron voluntades y recursos —aseo, material médico, juguetes, alimentos— para Matanzas y otras provincias muy afectadas por la situación sanitaria.
Además, se compartieron mensajes de apoyo a los manifestantes, respaldo al diálogo, a la Revolución, reclamo por los desaparecidos y detenidos, y otras demandas. Muchas voces mediáticas se alzaron, entre ellas artistas, intelectuales, instituciones y mandatarios.
IV
Solapados han quedado importantes temas, he aquí algunos. La pandemia arrecia, los casos positivos a la Covid-19 siguen creciendo. La opinión de los que susurran, aquellos que no ofrecen criterios ni en redes ni fuera de estas. La necesaria crítica de los profesionales de las Ciencias Sociales. Algunos no se pronuncian, otros lo hacen tímidamente, imparcialmente, oficialmente, o desde la crítica. Estos últimos son los menos, pero auguro que poco a poco irán apareciendo constructivas reflexiones, el acontecimiento es joven aún.
Otros temas postergados son las motivaciones de los manifestantes, su falta de programas, que evidencia la diversidad de sus demandas, criterios y métodos. La vía y tiempo para el diálogo que no se ha establecido por ningún canal. Las declaraciones de las entidades competentes sobre los manifestantes desaparecidos y golpeados que protestaron pacíficamente (exigidas formalmente por una representación de la FEU y otras instituciones, además por los familiares y amigos de los implicados).
Y por último, y no menos importante, las explicaciones de ETECSA sobre el apagón de Internet. A la fecha, solo se ha pronunciado para prorrogar una semana el vencimiento de los bonos y paquetes y compensar con 1 Gb gratis la inopia tecnológica.
El tema de la pandemia quedó varado en segundo plano (como si se tratara de un lujo). Todas las fuerzas hicieron sus cálculos, y para unos u otros pesó más la motivación/es a la manifestación o la respuesta rápida revolucionaria (legítimas motivaciones). En ningún caso se priorizó el cuidado de la salud —revolucionarios y manifestantes aducen que fue por un bien mayor— de los más de diez millones de cubanos que, como yo, se quedaron en casa. En tanto, de los dos lados se dijo defender «mis libertades y derechos».
Por argumentos como el citado, a esos diez millones de personas nos llaman, indistintamente, «cobardes», «chivatones» o «gusanos», dependiendo de quién lo mire. Esto da la medida de que el estallido fue social, pero no hubo unidad, ni apoyo social masivo —al menos no declarado—, entre otras razones por la desinformación mencionada.
El estallido tocó algunas fibras sensibles, o estratégicas, y el Gobierno adoptó de inmediato un paquete de medidas para flexibilizar la entrada de artículos de primera necesidad por personas naturales. El discurso del presidente fue suavizándose. La «calle solo de los revolucionarios» fue tornándose en una «Cuba de todos».
En el programa Hacemos Cuba, se ofrecieron explicaciones sobre las sanciones a los manifestantes, tal como estipula el Código Penal. Se comenzó a liberar algunos de ellos, incluso sin imputarle causas. Otros continúan detenidos. Tales medidas han sido duramente criticadas en las redes, por demoradas y contradictorias.
Entre la dirigencia se ha manifestado falta de coherencia en los discursos. Incluso, algunos han vuelto a posturas que se creían superadas a esos niveles, como el repudio a los disidentes. Por ejemplo, el Héroe de la República de Cuba, Gerardo Hernández Nordelo, coreó en el acto del sábado en la Piragua, una consigna de los ochenta: «pin pon fuera, abajo la gusanera».
Un éxito rotundo ha sido el de la sociedad civil red cubana, al demostrar que los únicos valores compartidos son los de su propia comunidad virtual y real, mucho más transparente y diversa. Bajo los principios de la libertad y la democracia, la sociedad civil red cubana goza de buena salud. Tal vez este era el empujón que necesitaba la sociedad de la información para rebasar las palabrejas técnicas: «informatización» e «infraestructura».
Para quien piense que intento invisibilizar o deslegitimar el trabajo del Gobierno/Estado/Partido/dirigentes, tengo la respuesta. La moraleja mayor de estos hechos es para ellos. Su trabajo —que no es poco, ni fácil— está siendo custodiado por el pueblo, que ha encontrado en las redes sociales y virtuales, canales expeditos para expresar y tramitar sus demandas. Somos un pueblo culto y sofisticado, que ha aprendido algo más que cacharrear nuevas tecnologías.
Las condiciones tecnológicas están creadas para el diálogo. La gran mayoría de la sociedad civil red cubana reclama diálogo popular y abierto, se opone a la anexión como vía y a la violencia como táctica, y condena el bloqueo. Eso sí, la sociedad civil red cubana es diversa y tiene demandas específicas que no deben descuidarse. La suerte está echada.
V
Mientras el potro salvaje, intoxicante y enajenante,[2] retorna, propongo reflexionar sobre algo urgente. Si partimos de que en Cuba no todos se sienten revolucionarios, o incluidos en el proyecto socialista, o amparados por sus leyes, o satisfechos y plenos —que no es igual—; y al mismo tiempo se afirma que todo es de los revolucionarios: díganse las calles, los privilegios, la palabra, los medios de comunicación tradicionales, la verdad, la paz, la crítica, la cultura, el cuestionamiento, el liderazgo, la tribuna, el permisivo aglutinamiento, las condiciones para el debate y ahora también (y de nuevo) las horas de Internet.
http://anterior.cubaminrex.cu/Sociedad_Informacion/2007/DiscursoRamiro.htm
¿Qué quedará entonces para los no revolucionarios, para los excluidos, para los no amparados, para los no satisfechos y plenos, sino callar, morir (en sus diferentes maneras) o irse lejos?
Cuando un científico social, al reflexionar sobre la realidad cubana, vuelva a cuestionarse el éxodo y la fuga de cerebros, plantéelo también en la línea de la incautación a las ideas por parte de un grupo de poder que se ha apropiado de todos los símbolos de una nación.
Olvidé mencionar, mi amigo Randy pasó su semana de desconexión trabajando laboriosamente por su comunidad, ayudando a sus convecinos que tanto lo necesitan. No ha compartido ninguna imagen ni palabra de odio en sus redes sobre los sucesos del 11-J. A Randy y Leo, cuyos egos no necesitan alimento, sino reconocimiento público y cívico, dedico mis palabras.
En esta semana de aparente desconexión ha pasado mucho más de lo que cuento aquí. Como ciudadana de esta tierra hermosa, anhelo que muchos entendidos aporten al debate para que los trascendentales hechos sean narrados en la Historia de Cuba con la necesaria objetividad.
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* El título alude al texto «La hora de los desconectados. Evaluación del diseño de la política de “acceso social” a internet en Cuba en un contexto de cambios», de Milena Recio. http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/becas/20131219083409/Recio_trabajo_final.pdf
***
[1] «El joven que habló con el Papa». El Toque.
[2] Así se refirió a Internet el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, en comparecencia en la Mesa Redonda el 14 de julio pasado. Además, dijo, parafraseo, «estas redes crean pánico, desvirtúan, es terrorismo mediático». Manifestó estar a favor de la informatización de la sociedad y haber contribuido a ello, pero «Internet confunde a los jóvenes y pobladores menos entendidos», resuelve que esta contradicción puede solventarse con «valores compartidos».
Carlos Lazo planta cara a Ted Cruz (+ Video)
El activista cubanoamericano Carlos Lazo. Foto: Prensa Latina.El coordinador del proyecto solidario Puentes de Amor, Carlos Lazo, pidió este martes Washington al senador republicano Ted Cruz dejar a un lado la política hostil y agresiva de Estados Unidos hacia Cuba.
Lazo, que se encuentra en esta capital desde el pasado domingo a donde llegó tras una caminata de 2 000 kilómetros desde Miami, Florida, encontró al legislador en los jardines del Congreso y aprovechó su presencia para solicitarle un cambio de postura hacia la isla.
El pueblo cubano quiere puentes de amor entre ambos países, no queremos intervención, queremos prosperidad para ambas naciones sin intervención, sin bombardeos, manifestó el activista a uno de las figuras más representativas del lobby anticubano en Estados Unidos.
Cruz, un poco sorprendido con la petición, se limitó a responder: “Sí, así es”, constató Prensa Latina en un video recibido de forma exclusiva.
Anteriormente, Lazo explicó en sus redes sociales que está en Washington precisamente para intercambiar con políticos y con la prensa estadounidense sobre la necesidad de poner fin a las sanciones contra Cuba, reforzadas en medio de la actual pandemia de covid-19.
Hablaremos con quienes nos quieran oír y con quienes no lo desean también, porque son ellos los que creen viable mantener un bloqueo económico por más de 60 años, el cual causa tanto dolor a las familias cubanas, aseveró el profesor cuabanoamericano en su cuenta de Facebook.
Asimismo, resaltó la importancia de reactivar la embajada de Washington en La Habana, normalizar los servicios consulares y retomar el programa de reunificación familiar.
Igualmente, solicitó restaurar los vuelos desde Estados Unidos a todas las provincias cubanas, eliminar las restricciones que impiden a los ciudadanos estadounidenses visitar la isla y facilitar el envío ilimitado de remesas a la nación caribeña.
El camino a una Cuba más próspera, democrática e inclusiva, no es una intervención humanitaria, sino el diálogo entre las dos naciones, expresó.
En su trayecto hacia la capital norteamericana, insistió en que el presidente Joe Biden debe cumplir su promesa de hacer un cambio de política hacia Cuba y levantar las 243 medidas coercitivas dispuestas por la administración de Donald Trump.
No obstante, la víspera el secretario de Estado, Anthony Blinken, reiteró la continuidad de la política agresiva en un comunicado donde critica al gobierno cubano sin mencionar el bloqueo contra la isla, rechazado por 184 votos el 23 de junio en la Asamblea General de la ONU.
En ese contexto surgen acciones de solidaridad con la mayor de las Antillas, que se producen mientras las autoridades cubanas denuncian una campaña de desestabilización promovida desde Estados Unidos.
En video, Carlos Lazo planta cara a Ted Cruz
Vea además:
¡Cuba sí, bloqueo no!
(Con información de Prensa Latina)
Twitter censura la cuenta de la FEU
La red social Twitter continuó ejerciendo su selectiva política contra las cuentas de organizaciones, medios y personas que defienden a la Revolución Cubana, y ha bloqueado la cuenta en esa red de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).
La FEU es la organización estudiantil y de masas más antigua de Cuba, fue fundada en diciembre de 1922, y representa a los miles de estudiantes universitarios del país.
Twitter censura bloquea a la FEU
Hoy, precisamente, hace un año de que Google bloqueara los correos electrónicos de Cubadebate y Cubavisión Internacional, impidiendo también el acceso a los canales de Youtube.
Mientras la Casa Blanca habla de la “libertad” en Internet, su Gobierno y los emporios de las nuevas tecnologías que apoyan a esta administración en sus planes de dominación, aplican la censura contra cuentas y perfiles asociadas a la Revolución Cubana, a la vez que permiten las toneladas de mensajes de odio y llamada a la violencia contra Cuba que proliferan en esas redes, en violación de las propias reglas de esas plataforma.
Cadena de Tiendas Caribe prevé abrir nuevas unidades virtuales en Cuba
Foto:ACNLa Cadena de Tiendas Caribe trabaja en una estrategia que implica, entre otros proyectos, la apertura de varias unidades virtuales en el país, informa el periódico Granma. En esta línea se abrió Subirana el pasado 19 de abril, un proyecto de conjunto con la empresa Xetid, para la venta de productos electrodomésticos y algunas bebidas en MLC.
Al cierre de la primera quincena de este mes, la tienda virtual contaba con más de 18 910 clientes registrados, con un promedio de 32 198 visitas diarias. Hasta ese momento se habían realizado más de 8 680 pedidos, lo que representa cerca de 10 mil productos.
Marta Mulet Fernández, especialista Comercial de Tiendas Caribe, explicó que desarrollan un programa de conjunto con Xetid, que incluye la implementación de forma digital del certificado de garantía, lo que permitirá poder procesar un mayor número de órdenes.
Dicho certificado establecería, además, la firma digital de la empresa, que garantiza que es emitido por el organismo, y del cliente, un proceso que debe concluir a finales del presente año e inicios de 2022.
Abisley Crespo Fernández, gerente de la tienda virtual Subirana, comentó que de forma diaria se procesa un promedio de 120 órdenes, aunque depende mucho de la cantidad que sean capaces de despachar los trabajadores en correspondencia con el proceso logístico que se lleve a cabo.
Indicó que una vez que el usuario realiza la compra por el sitio web (subirana.enzona.net) se le notifica el día que debe recoger su producto con un periodo de una semana, insistiendo en que la entrega es al beneficiario de la compra –facilidades que se hacen desde la propia página– y que solo se exceptúan de este proceso casos excepcionales.
Mulet Fernández señaló que en caso de no recoger el producto el día señalado ni en la reprogramación, se hace un reintegro del monto de la mercancía a la tarjeta, que implica en alguna medida gasto a la Cadena, pero no incide en el usuario.
Subirana abre en el horario de 10:30 a.m., con una primera venta, y en la medida en la que entre la mercancía al almacén y de acuerdo con la capacidad, se realizan varios cortes que pueden oscilar entre las 2:00 y las 4:30 p.m.
Por el momento, la tienda efectúa el servicio en una sola nave, que sirve como almacén y área pre despacho, y en un futuro se prevé ampliar las capacidades de almacenaje para habilitar un espacio solo para la entrega de mercancía y ganar en mayor agilidad.
La especialista Comercial de Tiendas Caribe precisó que en estos momentos se negocia con Xetid para abrir de forma paulatina otras tiendas con estas mismas características en el resto del país.
Asimismo, analizan incrementar el surtido de los productos en alimentos y ferreterías, pues el objetivo es que lo que se venda en las tiendas en MLC en formato físico también pueda llegar al espacio virtual, pero en la primera etapa serán electrodomésticos.
(Con información de ACN)
Cubano Perugorría será premiado en Festival de Benalmádena, España
15 de octubre de 2021, 1:28
Foto: www.cubacine.cult.cuMadrid, 15 oct (Prensa Latina) Rostro emblemático del cine cubano y pronto de la serie ‘Doctor Portuondo’, el actor Jorge Perugorría recibirá en noviembre un premio especial del Festival de Benalmádena, Málaga, se conoció hoy aquí.
Perugorría será galardonado con el lauro ‘Niña de Benalmádena’ en el XX Festival Internacional de Cortometraje y Cine Alternativo de Benalmádena (FICCAB), que tendrá lugar del 4 al 6 de noviembre.El cotizado actor cubano es particularmente reconocido en el mundo del llamado séptimo arte por su personaje en la película Fresa y Chocolate, de los desaparecidos realizadores Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, que lo lanzó a la fama internacional y desde entonces destaca también como director de cine.Protagonista además en Guantanamera, Amor vertical, Lista de espera, Una rosa de Francia, Che y Guerrilla, El cuerno de la abundancia, Siete días en La Habana y Vuelta a Itaca, entre otras, dirigió además las cintas Afinidades, Amor Crónico o Se vende.FICCAB reconoce así la trayectoria de quien considera ‘uno de los rostros más icónicos del cine iberoamericano y así recuperar su faceta más internacional’, destacaron los organizadores en un comunicado de prensa.Fresa y chocolate, en una versión restaurada, será proyectada durante el encuentro malagueño.El cineasta Jaime Noguera, quien está al frente del evento, igualmente resaltó la figura de Perugorría y del realizador madrileño Carlos Iglesias (Un franco, 14 pesetas, La suite nupcial), quien también será distinguido.La feliz coincidencia es que la presencia del cubano estará a tono con el estreno de la primera serie en la plataforma Filmin, Doctor Portuondo, en la que comparte los papeles principales con el español Nacho Sánchez.Anteriormente recibieron el lauro en el Festival de Benalmádena Isabel Coixet, Jaime Rosales, Koldo Serra, Manuel Martín Cuenca, Sergio Cabrera, Borja Cobeaga, David y Tristán Ulloa e Imanol Uribe.jha/ft/cvl
Los menores
Después del 11J y el cerca del 15N, 45 menores de edad han sido arrestados; de ellos 29 han sido excarcelados, algunos con medidas cautelares de reclusión domiciliaria o bajo fianza. Nueve de ellos aún permanecen en prisión.
No hay tarea más noble que salvar vidas
No hay tarea más noble que salvar vidas.
No hay tarea más noble que salvar vidasTomado de Radio Metropolitana | 19 de Enero de 2022 / 3:45 pm
No hay tarea más noble que salvar vidas.
Lo hace entre ellos Raidel Montesinos Perurena, rector y profesor titular de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI), en una reseña de esos momentos heroicos.
Recientemente la asamblea municipal del Poder Popular del municipio capitalino La Lisa otorgó un reconocimiento a estudiantes y profesores de la UCI por la labor realizada en el complejo hospitalario más grande del país radicado en esa casa de altos estudios. Al recibirlo en nombre de sus compañeros; de los profesionales de Salud Pública; de otras instituciones y sectores como Educación y Cultura, Montesinos Perurena expresó que todos llegaron allí como voluntarios para atender a los más de 46 mil 600 pacientes durante la etapa.
“Hay que decirlo, todos salvaron muchas vidas; hecho que lo vemos como un deber. Sin dudas fue una escuela haber servido a la Patria- e incluirlos a ellos- porque no hay tarea más noble que salvar vidas, y nosotros, modestamente esperamos haber contribuido un poco a eso en el país”, concluyó emocionado el rector de la UCI.
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