Rafael Pérez Fernández fue ratificado recientemente como primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Guantánamo, y aunque lleva un tiempo en esa responsabilidad, sabe que la tarea que corresponde a esta nueva etapa será más compleja, en pos de responder a las crecientes demandas de la sociedad.
Bien conoce los desvelos que implica la conducción política de un territorio. “Todo cargo requiere consagración y autopreparación. Un dirigente del Partido tiene que adecuar sus métodos de trabajo para atender ese mosaico social diverso que existe en materia de pensamiento, de conductas e intereses, a veces encontrados, otras convergentes, pero nos toca crear las bases del consenso.
“Eso implica comunicar mejor, y será vital en esta nueva etapa que comienza, como también tendremos que aceptar que nuestro quehacer no es perfecto, que debe mejorar. De la disposición a escuchar y aprender de las críticas dependerá crecer como dirigentes, seres humanos, cuadros, revolucionarios y como militantes”, afirma el miembro del Comité Central del Partido, desde 2016.
Pérez Fernández lleva más de 20 años dirigiendo desde las filas del PCC, en las cuales inició como instructor en su natal municipio de Manuel Tames, por eso habla desde la experiencia cuando reconoce los retos constantes a los que le toca enfrentarse.
“La economía es y tiene que ser vista como frente fundamental de acción del Partido, para poder hablar de una organización política fortalecida, efectiva y ejemplar. También es un reto permanente la labor ideológica; a lo interno de la militancia y a nivel social, todos los ciudadanos tienen que ser capaces de defender con argumentos la sociedad que construimos, y nuestro derecho a hacerlo.
“Hay que avanzar en la informatización para el manejo óptimo de las nuevas tecnologías y las redes sociales; entender la aplicación de la ciencia y la innovación como una necesidad, no como algo forzado, y explorar todas las vías para estrechar el vínculo con las masas, porque esa sapiencia popular es vital para ganar en la resolutividad de la mayoría de los problemas actuales”, subraya.
Para Rafael Pérez, Guantánamo tiene las potencialidades necesarias para reinventarse y llegar a donde el pueblo se lo proponga. Enumera como fortalezas los recursos naturales, la cultura, los valores enraizados de patriotismo, de humildad y fidelidad; pero, sobre todo, la educación, una de las más destacadas en el país, con excelentes profesores y resultados en pruebas de ingreso.
“Contamos con universidades que irradian más allá de sus fronteras para elevar el nivel técnico-profesional de quienes viven en la provincia, incluso el mío –confiesa, refiriéndose a su inscripción en un doctorado en la Universidad de Guantánamo–. El recurso humano es la base para los programas de desarrollo”.
Rafael Pérez es especialista en Seguridad y Defensa Nacional y profesor de Matemática. “Esta última profesión se la debo en parte a la maestra Bárbara Savala –asegura–, quien me hizo amar la docencia aun cuando siempre quise ser militar”.
No siempre se dedicó a dirigir, de hecho, más allá de algunas responsabilidades en la Organización de Pioneros José Martí, la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media, la Federación Estudiantil Universitaria y la Unión de Jóvenes Comunistas, era de los que prefería competir en olimpiadas de Matemática y, de hecho, se graduó entre los cuatro mejores de su año, en 1994.
“Al concluir estudios empecé como maestro, junto a profesores que antaño me habían educado; preparé a estudiantes para las pruebas de ingreso, muchos de los cuales son hoy arquitectos, ingenieros, médicos; fui director de un preuniversitario en Manuel Tames, y metodólogo municipal, todo ello me fue formando paso a paso”, apunta el militante del PCC, hace ya 26 años.
Así se labró el camino el hijo de azucareros guantanameros: primero fue instructor político, luego miembro del Buró Municipal; en 2005, primer secretario de Manuel Tames; en 2012, miembro del Buró Provincial del Partido; tres años después, primer secretario del municipio de Guantánamo, y en 2018 electo como el máximo responsable del PCC en la provincia.
“Han sido tres años tensos, dos de ellos en enfrentamiento a la COVID-19, la gran guerra de este primer cuarto de siglo. La pandemia contribuyó mucho a mi formación integral, que seguirá fomentándose en aras de servir mejor al Partido, al pueblo y a la Revolución, que para mí están por encima de todo”, concluye.