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Para su hada artificial, Hao Zeng y Jianfeng Yang se inspiraron en las semillas de diente de león. Foto: Europa Press.
Investigadores de la Universidad de Tampere han desarrollado el primer robot volador pasivo dotado de músculo artificial, con la idea final de utilizarlo en el futuro para la polinización artificial.
La pérdida de polinizadores, como las abejas, es un enorme reto para la biodiversidad mundial y afecta a la humanidad al causar problemas en la producción de alimentos.
El desarrollo de polímeros que responden a estímulos ha abierto un abanico de
posibilidades en cuanto a materiales para la próxima generación de robots de cuerpo blando a pequeña escala y controlados de forma inalámbrica. Desde hace algún tiempo, los ingenieros saben cómo utilizar estos materiales para fabricar pequeños robots capaces de caminar, nadar y saltar. Hasta ahora, nadie había sido capaz de hacerlos volar.
Los investigadores del grupo de Robots Ligeros de la Universidad de Tampere investigan ahora cómo hacer volar materiales inteligentes. Hao Zeng, investigador de la Academia y jefe del grupo, y Jianfeng Yang, investigador doctoral, han ideado un nuevo diseño para su proyecto llamado FAIRY (Flying Aero-robots based on Light Responsive Materials Assembly). Han desarrollado un robot de ensamblaje de polímeros que vuela con el viento y
se controla con la luz.
“Superior a sus homólogos naturales, esta ‘semilla’ artificial está equipada con un
actuador blando. El actuador está hecho de elastómero cristalino líquido sensible a la luz, que induce acciones de apertura o cierre de las cerdas ante la excitación de la luz visible”, explica Hao Zeng en un comunicado.
El hada artificial desarrollada por Zeng y Yang tiene varias características biomiméticas. Gracias a su estructura de gran porosidad (0,95) y poco peso (1,2 mg), puede flotar fácilmente en el aire dirigida por el viento. Además, la generación de un anillo de vórtices separados y estables permite desplazamientos a larga distancia asistidos por el viento.