HOLGUÍN.–El joven lanzador Michel Cabrera ha sido factor decisivo en 12 de las 27 victorias que acumula el equipo Holguín en la presente Serie Nacional de Beisbol. Del montículo ha salido vencedor en ocho ocasiones. Minutos antes de la conversación con Granma se había anotado su cuarto juego salvado, esta vez frente a los Toros camagüeyanos, luego de «meter el brazo» en tres entradas, con las que completó las 77 en las que ha salido a la «lomita».
–¿Estás consciente del peso que hoy tienes en el equipo?
–Sí. Desde el primer momento del campeonato, la dirección, en intercambio muy serio, me dio la tarea de ser relevista. Este rol, según creo, conlleva mucho esfuerzo e interés, porque vienes a enfrentar situaciones complejas que tus compañeros de equipo y el pueblo que lo apoya desean que resuelvas.
–La mayoría de las veces se te ve ecuánime cuando acudes al llamado de auxilio. ¿Te consideras un lanzador valiente?
–Enfrento esos momentos con mucho valor. Eso lo llevo de forma natural, desde que me formaba como atleta, pero lo he reforzado por convicción y porque los buenos entrenadores que he tenido lo inculcan.
–Reconoces que has incrementado la velocidad de los lanzamientos hasta 92 millas. ¿Cómo desarrollas los entrenamientos?
–Al compararlos con años anteriores, en el actual hicimos un cambio en el uso de las pesas para aumentar la masa muscular. He estado trabajando con ellas en un 80 % o 90 %. Hay quienes dicen que no es apropiado para un lanzador en la presente etapa de la serie; sin embargo, me ha dado resultado, porque logré incrementar la velocidad.
–¿Cuál es el lanzamiento en el que más te apoyas?
–Precisamente, por haber ganado en velocidad, utilizo más las rectas. Con las curvas seguiré trabajando, para evitar que se me queden sobre la zona alta. Un buen pitcher debe tener varios recursos para enfrentarse a los bateadores y dominarlos.
–Dos décadas atrás Holguín alcanzó el título de campeón nacional. Entonces hubo jugadores jóvenes muy destacados, como es hoy tu caso. ¿Algunas de aquellas figuras te inspiran?
–Fue un título que todos recordamos y queremos repetir. El equipo dirigido por Héctor Hernández, quien ahora también nos conduce, enseñó que en todos los casos hay que luchar hasta el cierre del juego.
«Yo era un niño en aquel momento. Luego conocí que el lanzador reservado para los momentos difíciles era Luis Enrique Pérez, quien llegaba y “en un dos por tres” resolvía la situación, según me contaron. Es por eso que me sirve de inspiración cuando me llaman a cumplir con mi rol de relevista».
–¿Cómo recibiste el reconocimiento de mejor jugador de la pasada semana?
–Lógicamente, con mucha alegría, igual que los miembros del equipo y mi familia. Voy a seguir entrenando, y en cada juego daré todo lo que pueda para aumentar el número de victorias, porque la afición holguinera lo merece.