El cineasta cubano Alán González muestra en su primera película, La mujer salvaje, una historia de violencia machista que, asegura, procede “de un estado de ánimo que respiramos en una sociedad violenta, patriarcal y machista en todos los niveles”.
“Me marcan mucho las historias de personas que, cuando yerran, la sociedad las apabulla y pisotea, y un mundo donde, si te caes, corres el riesgo de ser pisoteado toda la vida”, afirmó este viernes González, que presentó su ‘ópera prima’ en la sección oficial a concurso del 27 Festival de Málaga, en el sur de España.
La historia se desarrolla en un barrio pobre de La Habana, donde Yolanda (Lola Amores) sobrevive a una pelea en la que su marido casi mata a su amante y, para intentar salvar a su hijo de las repercusiones del escándalo, decide huir con él, pero un vídeo del incidente ya se ha hecho viral.
El guion surgió después de que González viera un vídeo de una persona “que había cometido un error” y al comprobar que, “cuando hay una sociedad incapaz de tener un sistema de justicia que funciona, las personas se tienen que tomar la justicia por su mano y se convierte en un mundo aún más violento”.
Después se fue desarrollando esta historia que, explicó: “viene de la necesidad de exponer qué pasa cuando no eres lo que los demás esperan que seas”.
Precisa que no le interesaba mostrar “a una mujer que se había equivocado, pero estaba llena de virtudes