En octubre del 2015 la directora general del canal de la televisión rusa Russia Today (RT), Margarita Simonyan, en entrevista al diario Izvestia, afirmó que negociaban con Cuba para trasmitir la señal de RT en español a la isla de manera gratuita. Cuatro años después, en el 2018, se firmó el acuerdo y desde entonces RT está disponible para dos canales cubanos: Multivisión y Canal Educativo y también en un formato más amplio en la televisora de cable cubana, Telecable.
En el 2017, la red multimedia Sputnik, fundada en el 2014, y la agencia oficial cubana de noticias Prensa Latina (PL) firmaron un convenio de cooperación en materia informativa y planes de radiodifusión conjunta. Entre los puntos de colaboración estuvo la elaboración de “proyectos conjuntos” y “cooperación bilateral” para “incrementar la presencia informativa” en ambas partes.
RT, Sputnik y RIA-Novosti han sido los principales proveedores de contenido noticioso para la prensa oficialista cubana
Los medios rusos RT, Sputnik y RIA-Novosti han sido los principales proveedores de contenido noticioso para la prensa oficialista cubana; lo mismo para PL, la agencia de noticias oficialista, que los medios de propaganda del régimen como Granma, Trabajadores y Cubadebate y los sitios digitales de diarios provinciales, adscritos a los órganos políticos regionales.
La narrativa del Kremlin es copiada en Cuba desde los titulares hasta la repetición exacta de temas, términos, citas, reproducción de videos y reportajes de los medios oficialistas rusos, como es el caso de los presuntos laboratorios ucranianos al servicio del Pentágono.
La novela sobre laboratorios químicos y biológicos
En el caso específico de la existencia de laboratorios en Ucrania dedicados a la fabricación de armas químicas y biológicas con el auspicio de Estados Unidos, la prensa en Cuba ha sido prolífica en adoptar las razones que esgrime el Kremlin.
la prensa en Cuba ha sido prolifera en adoptar las razones que esgrime el Kremlin.
Sobre el tema se debe precisar que Izumi Nakamitsu, Alto Representante para Asuntos de Desarme de la ONU, declaraba el 11 de marzo ante el Consejo de Seguridad que las Naciones Unidas “no tiene constancia de que se esté llevando a cabo ningún programa de armas biológicas en Ucrania”.
Los medios cubanos, como Prensa Latina, publicaban el 7 de marzo varios cables sobre el tema. Uno de ellos, supuestamente originado en Washington, citaba al sitio digital NaturalNews.com como fuente y decía que EEUU fabricó armas químicas en territorio ucraniano cerca de la frontera con Rusia. Decian que en esos laboratorios “se explotan los sistemas inmunitarios humanos” y para corroborar la información citan a RT con declaraciones del portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia. La información de PL incluía la lista de ciudades en Ucrania (casi todas las más importantes) donde estaban ubicados esos laboratorios: Odesa, Vinnytsia, Uzhgorod, Lviv, Kyiv, Jerson, Ternopil, Crimea, Lugansk y mencionaban “dos instalaciones sospechosas en Járkiv y Mykolaiv”.
El sitio digital NaturalNews ha sido señalado por la publicación de noticias falsas y teorías de conspiración. El Instituto de Diálogo Estratégico (IDS), con sede en Londres, elaboró y publicó en el 2020 el estudio Anatomía del Imperio de la Desinformación: Investigando a NaturalNews. Según la investigación, el mencionado sitio es uno de los grupos de apoyo que se dedica a compartir información de RT, en lo que IDS califica como “enlaces conspiratorios”.
También el 7 de marzo otro cable de Prensa Latina proveniente desde Moscú repetía la historia de los “laboratorios ucranianos al servicio del Pentágono”, citando jerarcas militares rusos.
La prensa cubana se hacía eco de las fabulaciones rusas y el Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista, comenzaba desde el día 6 de marzo a repetir la versión que ofrecía el portavoz ruso de Defensa sobre localizaciones en Ucrania de laboratorios que “han desarrollado armas biológicas”. Lo hacía citando a RT y alegando que ya las autoridades de Kyiv había destruido “las pruebas de un programa de armas biológicas financiado por el Departamento de Defensa de EEUU”.
Tres días después, el 9 de marzo, volvía Granma a corear las declaraciones de Maria Zajarova, portavoz de la cancillería rusa quien ahora pedía a las autoridades estadounidenses “aclarar la actividad desarrollada en los biolaboratorios ubicados en Ucrania financiados por el Departamento de Defensa estadounidense”.
La nota del diario comunista distorsionaba el testimonio de la subsecretaria de Estado Victoria Nuland sobre los laboratorios ucranianos que investigan patógenos y que son propiedad del gobierno y entidades investigativas ucranianas. El trabajo de éstos no es secreto y reciben financiamiento y apoyo de Estados Unidos. Similares proyectos existen en todo el mundo como en Georgia, Azerbaiyán o Kazajistán. Las autoridades estadounidenses desde hace años venían denunciando la propaganda rusa y la desinformación.
Con titulares en Granma, destacaban el día 10 el pedido de Rusia para una reunión en el Consejo de Seguridad de la ONU donde se debatiría lo que llamaron “actividades biológico-militares de EEUU en Ucrania”. A la información le agregaron un video sobre el tema producido por RT. Al día siguiente los medios cubanos retomaron el tema de la reunión y citaron al enviado ruso sobre el presunto peligro de “propagación incontrolada de agentes biológicos desde Ucrania, como hemos visto con la Covid-19”.
Ya para el 13 de marzo se profundizaba en la desinformación y uno de los comentaristas de Granma aseguraba: “el Ministerio de Defensa ruso comprobó, documentación incluida, que se experimentó, en laboratorios biológicos establecidos y financiados por EE. UU. en Ucrania, con muestras de coronavirus en murciélagos.”
Elson Concepción Pérez se dedicó a citar a Sputnik sobre planes de Ucrania para el 2022 para experimentar con aves, murciélagos y reptiles “la posibilidad de transferencia de la peste porcina africana y el ántrax, a través de ellos, hacia Rusia y otros países vecinos” y de nuevo citan a Nuland.
En Granma resucitaron una de las más conocidas teorías de conspiración lanzadas por la URSS en su época: la creación del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) en laboratorios estadounidenses y precisaba que “la teoría de que el SIDA se creó en un laboratorio militar de investigación biológica había sido formulada a finales de 1985 por un biólogo soviético”. También retomaron varios mitos de la propia propaganda del régimen como el brote de fiebre porcina africana de 1971 en la isla y la supuesta creación de este virus en laboratorios de Fort Gulick, instalación militar estadounidense en el Canal de Panamá. Todas las acusaciones del régimen cubano a EEUU fueron entonces realizadas en los discursos, diarios, conferencias y eventos, para consumo interno, pero nunca llevaron las denuncias ante las autoridades internacionales o los mecanismos de comprobación como la Convención de 1972 sobre Armas Biológicas y Tóxicas (BWC) para que fueran investigadas.
Las alegaciones de Rusia en la ONU sobre los laboratorios ucranianos volvían al principal diario del régimen en día 16, citando a Sputnik y RT con declaraciones del Ministerio de Defensa de Rusia sobre documentos de los laboratorios ucranianos. Para el 18 de marzo el diario del PCC citaba al canciller ruso Serguei Lavrov y a los militares rusos en las acusaciones contra Ucrania.
Juventud Rebelde y Trabajadores en el tren de la desinformación
Otros medios de prensa en Cuba como Juventud Rebelde (JR), perteneciente a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), y el semanario Trabajadores que publica la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), se unían a la campaña de desinformación.
Juventud Rebelde comenzaba con citas de la cancillería china y el pedido que hicieron a EEUU para que demostraran “su inocencia en el tema de biolaboratorios en Ucrania”. Días después publicaba un artículo de opinión del economista argentino Jorge Elbaum, tomado de un blog, donde afirmaba que “la tarea conjunta de guerra biológica implementada con Kiev es parte de un programa desarrollado por Washington para empoderar a los sectores nacionalistas ucranianos e incitarlos a una confrontación con Rusia”.
La versión digital de Trabajadores en un solo día, el 11 de marzo, publicó dos notas informativas, una en la mañana y otra en la noche, sobre los “laboratorios ucranianos”. En las publicaciones de las provincias cubanas, más escuetas en la información internacional, también la teoría conspirativa rusa era titular. El Periódico 26, de la provincia de Las Tunas, reproduce el 10 de marzo un artículo de Prensa Latina sobre los laboratorios en Ucrania con la afirmación desde el titular que “ponen a Estados Unidos en la picota sobre armas químicas”. Igualmente se veía en La Demajagua, diario digital de la provincia Granma, que copia un cable de Prensa Latina sobre las exigencias de Pekín a EEUU sobre lo que denominan “actividades biomilitares” en Ucrania.
Las denuncias de EEUU a las mentiras rusas
La Casa Blanca, el Departamento de Estado y de Defensa se han pronunciado oficialmente desde inicios de marzo, cuando Rusia comenzó con la desinformación. Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca afirmó que tomaban notas de “las falsas afirmaciones de Rusia sobre supuestos laboratorios de armas biológicas de Estados Unidos y el desarrollo de armas químicas en Ucrania” y señaló a los funcionarios chinos por “hacerse eco de estas teorías conspirativas”.
Desde inicios de marzo, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, advertía que desde el Kremlin se venían fabricando acusaciones sobre armas químicas o biológicas de manera que se podría justificar los ataques de las tropas rusas contra la población ucraniana.
Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, declaraba a la prensa el 9 de marzo que “el Kremlin está difundiendo intencionalmente mentiras descaradas de que Estados Unidos y Ucrania están llevando a cabo actividades de armas químicas y biológicas en Ucrania” y subrayaba que funcionarios de Pekín se hicieron ecos de esas “teorías de conspiración”.
Price recordó que “no es la primera vez que Rusia ha inventado afirmaciones tan falsas contra otro país” y alertó que es precisamente Rusia quien se ha dedicado a inventar falsos pretextos con la intención “de justificar sus propias acciones horribles en Ucrania”. Rusia tiene un historial de acusar a Occidente de los mismos crímenes que la propia Rusia está perpetrando. “Estas tácticas son un ardid evidente de Rusia para tratar de justificar más ataques premeditados, no provocados e injustificados contra Ucrania”, concluía Price.
Linda Thomas-Greenfield, embajadora de Estados Unidos en la misión ante la ONU, en más de una ocasión ha utilizado la tribuna del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General para echar por tierra las afirmaciones de Moscú sobre planes de EEUU y Ucrania sobre armas químicas y biológicas. La diplomática denunció el hecho de que Rusia haya pedido una reunión del Consejo de Seguridad el 11 de marzo “con el único propósito de mentir y difundir desinformación”.
Rusia ha mantenido durante mucho tiempo un programa de armas biológicas en violación del derecho internacional
La representante estadounidense dijo a sus colegas que un mes atrás Estados Unidos advertía que Rusia fabricaría un pretexto para el ataque y lanzaría acusaciones sobre armas químicas o biológicas para justificar sus propios ataques violentos contra el pueblo ucraniano”. En esa ocasión la diplomática precisó que Ucrania no tiene un programa de armas biológicas, que no hay laboratorios de armas biológicas ucranianos auspiciados por EEUU “ni cerca de la frontera con Rusia ni en ningún otro lugar”.
La embajadora estadounidense recordó que “Rusia ha mantenido durante mucho tiempo un programa de armas biológicas en violación del derecho internacional. Es Rusia la que tiene un historial bien documentado de uso de armas químicas. Es Rusia quien es el agresor aquí. Fueron agentes rusos quienes envenenaron a Aleksey Navalny y Sergey y Yulia Skripal con agentes nerviosos”.