El reclamo internacional de poner fin al cerco económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, volverá a estar presente el próximo 23 de junio, en la Asamblea General de la ONU (AGNU).
Ese día, la AGNU considerará el proyecto de resolución titulado Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba, en un escenario donde el mundo ya manifestó su apoyo a la Mayor de las Antillas y su rechazo a ese mecanismo de coacción unilateral en 28 ocasiones anteriores.
Mientras se aproxima la fecha aumenta la repulsa mundial contra la política de asedio sin cuartel, reconocida por muchos gobiernos, instituciones y personas en el mundo como un acto de genocidio que constituye una violación masiva de los derechos humanos del pueblo cubano.
Como señaló recientemente en su cuenta en Twitter, el miembro del Buró Político y ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, el bloqueo se ha mantenido y recrudecido «dando la espalda a la gran mayoría del pueblo cubano y estadounidense»
En los propios Estados Unidos, crece la repulsa a esa política, como ocurrió recientemente en el caso del Consejo de la Ciudad de Baltimore, Maryland, donde se adoptó una resolución pidiendo el fin del bloqueo a Cuba, según refleja el sitio en internet de su ayuntamiento, convirtiéndose en la ciudad número 19 de EE. UU. en adoptar una resolución similar. Se trata de la resolución número 34 de este tipo que se aprueba en EE. UU.
La decisión de Baltimore coincide con la denuncia publicada en The Intercept que aboga por un cambio de política de Washington hacia La Habana y elogia la labor de la Isla en la lucha contra la COVID-19 a pesar de las sanciones mantenidas e incrementadas por el Gobierno estadounidense.
Por otra parte, la Duma Estatal (Cámara Baja) de Rusia adoptó el pasado15 de junio un llamamiento a la Organización de Naciones Unidas (ONU), en la que reafirma «su postura inmutable de condena a la política de sanciones anticubana», aplicada por Washington contra la isla durante 60 años.
El llamamiento de la Duma expresó que, en estos momentos, en medio de las difíciles circunstancias provocadas por la pandemia de la COVID-19, el bloqueo a Cuba constituye una barbarie.
La movilización contra el bloqueo une a los grupos de solidaridad y a las personas de buena voluntad de todos los continentes que han protagonizado en los últimos meses una condena mundial de denuncia a esa inhumana política, desde Londres hasta Tokio, Bruselas, Roma, Buenos Aires, París, Miami, no queda un continente donde no se haya levantado una voz de apoyo al pueblo cubano.