Rani y Sankalp Parihar, una pareja de horticultores indios de la región de Jabalpur, en la provincia central de Madhya Pradesh, han tenido que contratar un equipo de seguridad, incluido un escuadrón canino, para proteger su pequeña plantación de un exclusivo y codiciado mango japonés, variedad que tiene un precio en el mercado nipón cercano a los 50 dólares por unidad.