Más de una vez, voceros y funcionarios de la actual administración de Estados Unidos han declarado que Cuba no es un tema de alta prioridad para su gobierno. Es la línea de mensaje al uso para justificar la inacción frente a la barbarie. Casi seis meses de mandato han transcurrido sin que se haya derogado una sola de las 243 medidas punitivas impuestas por el anterior inquilino de la Casa Blanca.