Esta historia tenía que haberse escrito hace un año, pero la pandemia llegó. El último día que planeamos ir a verlos de nuevo era 12 de marzo, había tres casos de COVID-19 en Cuba y nos dijeron que estaban saliendo temprano para recibir instrucciones para continuar trabajando con todas las medidas sanitarias. El trabajo no podía parar. En un edificio en remodelación del Vedado se almacena la historia y hay una carrera contra el tiempo para salvarla.