En el encuentro con científicos y expertos que trabajan en el enfrentamiento al flagelo, también se hizo una actualización sobre los estudios de necropsias en fallecidos por o con la COVID-19, que estuvo a cargo de la doctora en Ciencias Teresita Montero González.
Es la coordinadora del grupo de trabajo de anatomía patológica creado por el Minsap, como parte del grupo técnico para el enfrentamiento a la pandemia, cuyos resultados –explicó– son altamente coherentes con lo publicado internacionalmente.
El equipo cubano ha contribuido, entre otros aspectos, a profundizar en temas donde puede mejorarse la atención a enfermos.
Los resultados obtenidos han permitido ratificar que la realización de autopsias con calidad es posible, útil y necesaria –señaló la especialista–, que confirmó la validez de los estudios realizados sobre el daño múltiple de órganos y la importancia del tratamiento inmediato al diagnóstico. Entre otras conclusiones, las necropsias han permitido afirmar que:
- El pulmón, con el edema de permeabilidad, es el órgano más afectado y mortal.
- También se afectan otros órganos como los riñones, el hígado, el corazón y los vasos sanguíneos, la sangre, el encéfalo y el íleon.
- La destrucción de la barrera mucosal ileal favorece la respuesta inflamatoria sistémica y es factor de riesgo para el daño múltiple de órganos.
- El daño previo en los órganos estudiados facilita la evolución a la gravedad.
- Entre las secuelas pos-COVID es importante pensar en el desarrollo de neoplasias malignas.
- Los hallazgos de autopsia mostraron claras distinciones entre las diferentes cepas que han prevalecido en Cuba, la inicial D614G, la Beta, la Delta y la Ómicron.
En el encuentro con los científicos y expertos, que fue moderado por el titular de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, participaron los vice primeros ministros Inés María Chapman Waugh y Jorge Luis Perdomo Di-Lella.
[Lea el reporte completo sobre esta reunión aquí]