Madres de manifestantes del 11 de julio fueron citadas y amenazadas la pasada semana por la Seguridad del Estado cubana tras sostener varios encuentros en diferentes sedes diplomáticas en La Habana.
María Celia Aguilera es madre de Luis Armando Cruz Aguilera, de 22 años, quien participó en el levantamiento popular del 11 de julio en el municipio de Arroyo Naranjo, en la capital cubana.
Según dijo a Radio Martí, después del intercambio con diplomáticos estadounidenses a mediados de la pasada semana, fue citada para presentarse el viernes en la unidad policial de Aguilera, donde fue amenazada por dos oficiales que se hacen llamar Denis y Kenia.
“Que si yo sigo haciendo esas cosas, me podían hacer una carta de advertencia ahora y luego me podían meter presa y a nuestros hijos también los amenazaron adentro. Mi hijo me llamó: ‘qué pasó, mamá, qué paso, es que me dijeron que te tenían presa y que te iban a llevar para Pinar del Río’ y a mí me dijeron que, si yo seguía haciendo cosas, a mi hijo me lo iban a llevar para Guantánamo”.
Aguilera denunció, además, que su vivienda estuvo sitiada todo el fin de semana por agentes policiales.
“Con patrullas y mujeres vestidas de civil; ¡es una terrorista la que estaba aquí!”, apuntó la mujer refiriéndose a sí misma, “incluso, salió una vecina y le dijo: ‘no ella no está sola’ y otra señora también salió y les dijo: ‘eso se llama acoso”, relató.
A finales de 2021, familiares de manifestantes del 11 de julio y un grupo de activistas que apoyan la causa firmaron una carta en la que se pide la liberación de los participantes en las protestas y de todos los presos políticos en Cuba.
La carta fue entregada en diciembre pasado en el Consejo de Estado y, en lo que va de año, en diferentes embajadas en La Habana, asegura Orlando Ramírez, esposo de Bárbara Farrat Guillén, madre del preso político y manifestante del 11 J Jonathan Torres Farrat.
Según Ramírez, a Farrat Guillén la citó la policía política el pasado jueves.
“A raíz de eso, María Celia se encuentra sitiada, Camila Acosta se encuentra sitiada, Bárbara también; le cambiaron la visita (en prisión) al hijo, (le advirtieron) que dejara de hacer contacto con las embajadas porque no iban a resolver nada y, de nuevo, las amenazas de que van a mandar a todos los presos para Guantánamo, y a los padres, que nos van a deportar del país”, denunció.
En opinión de Ramírez, ha sido contundente el anuncio, hace sólo unos días, de las altas condenas impuestas a manifestantes del 11 de julio, asegura que él y otras familias han recibido muestras de apoyo por parte de la población.
“No sólo con las madres o con los padres. Cuando uno camina por la calle, las personas te dicen: ‘comparto tu dolor’, y se indignan”, aseguró Ramírez.
A mediados de este mes, el Tribunal Provincial Popular ratificó las sentencias de 128 de los manifestantes en las zonas de Arroyo Naranjo y La Güinera, entre ellos, el joven Luis Armando Cruz Aguilera, quien recibió la condena de 15 años de privación de libertad.
Sobre Jonathan Torres Farrat, detenido con 17 años, pesa una sentencia de 8 años de cárcel.
Que no son vanas las amenazas de las fuerzas represivas del régimen en su intento de silenciar a los familiares de los presos del 11J lo demuestra la experiencia de Yudinela Castro, una de las voces más firmes en reclamar la libertad de los menores y de todos los presos políticos.
Madre de Rowland Castillo Castro, otro de los menores encarcelados por el 11J, recientemente Yudinela Castro permaneció 15 días detenida y sometida a intensos interrogarios por los órganos de la Seguridad del Estado, a pesar de su delicado estado de salud. Yudinela Castro recibió una acusación bajo la figura delictiva de “desacato”.