LA HABANA, Cuba.- La definición de calabaza dice que es una planta herbácea, rastrera, sin espinas. La piel es de color rojo amarillento o anaranjada. Es originaria de países cálidos y es exigente en cuestión de temperaturas. Las calabazas crecen extendiéndose por el suelo; su producción se extiende a los 12 meses del año. Una calabaza sana, entera y con el péndulo intacto, se puede almacenar durante meses y meses, en un lugar oscuro, fresco y bien ventilado.
Cuando obtenemos toda esta información cabe preguntarse ¿por qué en Cuba escasea la calabaza? Pero también hay una interrogante de bolsillo: cuando las hay ¿por qué son tan caras?
Durante las épocas económicas más duras que ha tenido el país siempre han estado presente las viandas, los vegetales y las frutas, por decir: los alimentos que más comían los pobres; también el arroz y los frijoles, de la sal ni se preocupaban porque el bodeguero la regalaba. Un poco más difícil eran las carnes, no obstante, alguna que otra vez aparecían en las mesas de los menos afortunados en la parte monetaria.
Sin embargo, en Cuba en estos momentos hay muchos niños -y también adultos- que no conocen algunas frutas porque nunca las han podido ingerir, ni las han visto en fotografías. No no sreferimos, como es natural, a las frutas que se importan, como la manzana, la pera, el melocotón, las fresas, etc.
Puede preguntar a cualquier joven qué cosa es un canistel, al que también le dicen zapote amarillo, y sería como hablarle de algo del cosmos, porque es muy probable que nunca haya oído esa palabra.
Es que se perdió la cultura alimentaria, y sin embargo han contratado al “intelectual” brasileño Frei Betto como asesor del gobierno cubano para el diseño e implementación del Plan Nacional de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional. ¡Vaya nombrecito!.
Por qué no sorprende a nadie que la reunión preparatoria para los intercambios que este “asesor” llevará a cabo con organismos del Estado se efectuará en la sede de la oficina de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que no se ha pronunciado por las necesidades alimentarias de nuestra sociedad.
En una de sus sesiones de trabajo, el señor Betto intercambió con trabajadores de la radio y la televisión cubana; todo parece indicar que nuestro pueblo va a tener que seguir poniendo la jaba delante del televisor a la hora del Noticiero para que le caigan las viandas, los vegetales y las frutas. ¿Y por qué no, un pedacito de carne de vez en cuando, aunque sea de avestruz; y el vasito de leche que prometió Raúl al hacerse cargo del poder?
Da vergüenza ajena que la dictadura tenga que traer a un asesor extranjero para implementar un plan alimentario que permita dar comida al pueblo. Es como decir que los Ministerios de la Agricultura y la Industria Alimentaria están llenos de personas ineptas que ganan un salario que no se merecen, porque son incapaces de poner a producir el país. Si hubiera un poco de vergüenza, ambos ministros renunciarían, pero se sabe que aquí todo lo que hace mal hecho el régimen los dirigentes lo justifican, seguro que la falta de alimentos es debido al embargo (léase bloqueo) y a lo desconsiderados que son los americanos con el pueblo de Cuba.
Y si lo anterior le parece poco, podría añadirse que el “teólogo de la alimentación” planteó que el desafío está en lograr una gran movilización de todos los cubanos en función de lograr mejorar sustancialmente la situación actual. O sea, la misma historia de la dictadura, el problema está en el pueblo, no en los que lo dirigen.
Pero la tapa al pomo la puso el viceprimer ministro Luis Tapia Fonseca cuando planteó la necesidad de recuperar la capacidad productiva del país, la mentalidad productora… así como rescatar las obras y comunidades rurales y apoyarse en la Comunicación Social. Todo ello lleva un reconocimiento implícito, de que nada funciona en Cuba y que hay que comenzar de cero.
Sería más productivo que Carlos Alberto Libânio Christo, que es el nombre de Frei Betto, se dedicara a asesorar al régimen en lo que él hizo como fraile dominico en una orden de predicadores: amar a Dios sobre todas las cosas.
Pudiera usar sus conocimientos y su experiencia durante dos años como asesor especial del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva para explicar a la dictadura la forma de humanizarse y dejar de llevar tantas personas inocentes a prisión para mantenerse en el poder; así como exponer la necesidad de detener el hostigamiento a los familiares de los presos políticos y contra todas aquellas personas que no simpatizan con el régimen y están ansiosas por obtener la libertad.
ARTÍCULO DE OPINIÓN
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