MADRID, España.- El preso político cubano y líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, dijo a su esposa Nelva Ortega y a su hija Fátima Victoria que no sabe si para la próxima visita lo encontrarán vivo o muerto.
Los familiares del opositor denunciaron a través de Twitter la gravedad de su estado de salud, tras visitarlo este viernes en la prisión de Mar Verde.
“Está muy mal físicamente y no sabe cuánto tiempo más pueda resistir”, precisa la publicación.
Unas horas más tarde, Ana Belkis Ferrer García, hermana del opositor, informó que al hijo de Ferrer, “Danielito, le impidieron ver a su padre como castigo y venganza por salir una vez más a las calles exigiendo libertad, el día 15 de noviembre”.
Este viernes fue la segunda visita familiar que las autoridades cubanas permiten a José Daniel Ferrer en 5 meses.
El 1 de octubre de 2019 el régimen castrista detuvo a Ferrer, acusándolo de agresión. En febrero de 2020, tras un juicio a puerta cerrada, fue condenado a prisión.
Seis meses después, en medio de una fuerte presión internacional, se le cambió la pena a cuatro años y medio de detención domiciliaria.
En las manifestaciones del 11 de julio, agentes del Ministerio del Interior (MININT) lo detuvieron durante un operativo alrededor de la sede principal de la UNPACU, en Santiago de Cuba.
En septiembre pasado, la organización Prisoners Defenders denunció que el opositor cubano se encontraba en una “situación de completa indefensión”.
“El juego perverso contra José Daniel Ferrer debe llegar a su fin, y las instituciones internacionales no pueden presenciar este derrumbe de los más elementales principios humanos sin exigir el cese de la privación de su libertad”, exigió la ONG.
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