En un partidazo de béisbol de vida o muerte, los Dodgers de los Ángeles vencieron a los Gigantes de San Francisco en su propio ruedo del Oracle Park 2×1, lanzaron a la bahía sus aspiraciones de esta temporada, y lograron su pase a la discusión del campeonato de la Liga Nacional por segundo año consecutivo.
Los actuales campeones mundiales sacaron así del juego al equipo más ganador de la campaña regular (107), emparejaron su combate particular de esta contienda (12×12) y tomaron el mando en su balance histórico (110×109), números que reflejan esta rivalidad histórica de más de un siglo de existencia.
La primera anotación llegó en el sexto episodio cuando el torpedero Corey Seaguer le pegó un tubey remolcador a Logan Webb, el lanzador más joven en la historia de los Gigantes en abrir un desafío de muerte súbita en postemporada con 24 años y 330 días de nacido.
Los anfitriones ripostaron rápido en la parte baja de esa entrada por bambinazo de su tercer madero Darin Ruf, frente a los envíos del mexicano Julio Urias, utilizado esta vez por el mentor Dave Roberts como relevista a partir del tercer episodio y ganador de 20 juegos en la temporada, en una estrategia que fructificó.
Justo en el noveno se decidieron las acciones. Después de caer el primer out, el serpentinero Camilo Doval propinó un pelotazo y soportó dos sencillos consecutivos de Gavin Lux y Cody Bellinger, este último para abrir las puertas del plato y de paso construir un puente para que los suyos desfilaran a la Serie de Campeonato del viejo circuito.
Jenley Jansen lanzó una entrada inmaculada con dos ponches para llevarse la victoria a sus récords y Max Scherzer se puso el traje de taponero para anotarse el primer salvado de su carrera, retirando a los tres rivales que enfrentó, también con dos ponchetes recetados.
A partir de este sábado será el duelo por el banderín de la Liga Nacional contra los Bravos de Atlanta al mejor de siete partidos.