El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó este viernes una ley que permite dar apoyo económico a las víctimas estadounidenses de los presuntos ataques causantes del llamado “síndrome de La Habana”, un cuadro de salud conformado por dolores de cabeza, náuseas, vértigo, desorientación, zumbido en los oídos, pérdida de la visión y la audición.
La Ley de La Habana, llamada así en alusión al síndrome, brinda compensaciones monetarias a los miembros del Departamento de Estado y de la comunidad de inteligencia estadounidense que hayan sufrido o sufran los “incidentes de salud anómalos” (AHI, por sus siglas en inglés) reportados por funcionarios del gobierno norteamericano y sus familias en Cuba y otros países del mundo, y que algunas investigaciones apuntan a que pueden ser derivados de ataques de microondas dirigidos.
Los casos del síndrome de La Habana se han producido en docenas de oficiales de Estados Unidos en embajadas de todo el mundo. Empezó por un grupo en La Habana, Cuba, y más recientemente se han registrado incidencias en personal estadounidense en China, Rusia, Reino Unido y, el mes pasado, en Viena (Austria).
La causa de los síntomas no se ha diagnosticado completamente, pero investigaciones de la comunidad de inteligencia estadounidense concluyen que estos son el resultado de ataques selectivos.