El 19 de octubre se hará oficial lo que ya es una realidad, la Declaratoria de Patrimonio Cultural de la Nación a la dimensión cultural del beisbol: el juego de pelota, saberes y prácticas asociadas.
Así, el deporte nacional es reconocido por reflejar las más genuinas tradiciones cubanas y encabezar la lista de los mayores entretenimientos del pueblo. Esa distinción pasa por ennoblecer y crear lazos afectivos entre sus practicantes.
Es de alta significación, cual homenaje al juego galante –como lo llamara el doctor en Ciencias Félix Julio Alfonso López–, que este reconocimiento llegue en la jornada por el Día de la Cultura Nacional, el 20 de octubre. Desde los peloteros mambises, pasando por los que engrosaron generaciones ilustres –entiéndase todas las ligas del periodo prerrevolucionario, incluyendo la profesional, hasta hoy–, se verán reconocidos.
El estadio matancero Palmar de Junco, donde por primera vez se jugó pelota en Cuba, será el escenario de la investidura. Sobre ella, Omar Valiño, director de la Biblioteca Nacional José Martí, destacó que se trabajó al detalle para reconocer «una de las manifestaciones más trascendentes y perdurables de la cultura cubana durante más de un siglo y medio».