Alcanzar altas coberturas de vacunación y con ello tener un impacto significativo en disminuir la transmisión del SARS-CoV-2, solo será posible si al igual que a los adultos, se vacuna también a la población pediátrica, afirmó José Ángel Portal Miranda, Ministro de Salud Pública de Cuba (Minsap) en su perfil de la red social Facebook.
Para ello, la nación cuenta con la vacuna Soberana 02, del Instituto Finlay de Vacunas (IFV), que luego de comprobarse el cumplimiento de los requisitos exigidos en cuanto a calidad, seguridad e inmunogenicidad para ese grupo poblacional, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) aprobó su Autorización de Uso en Emergencia (AUE), este viernes 3 de septiembre.
La decisión, enfatizó el titular del Minsap, permite ampliar su uso en ese grupo poblacional, específicamente en las edades comprendidas entre los 2 y 18 años, lo que significa además que Cuba desarrollará la primera Campaña Nacional Infantil contra la COVID-19 a nivel mundial.
La acción constituye sin lugar a dudas, «un paso significativo para avanzar en la estrategia de inmunización del país y en la protección, en el menor tiempo posible, de nuestros niños y adolescentes».
El Dr. Portal Miranda insistió además, en que la aprobación del inmunógeno se sustenta sobre la base de los resultados de los ensayos clínicos realizados, cuyos resultados evidenciaron en la población pediátrica ser superiores, en todas las variables inmunológicas, con respecto a los de la población adulta de 19 a 80 años.
En este sentido subrayó la importancia de vacunar a la población infantil, y recordó que los contagios en este grupo etario durante la primera ola de la enfermedad estuvieron alrededor de los 200 casos, en la segunda ola ascendieron a los 600 niños y adolescentes y de manera general, desde el diagnóstico del primer paciente pediátrico hasta la actualidad, las cifras superan los 115 000 menores afectados por la COVID-19 en el territorio nacional.
Y aunque en los inicios de la enfermedad los más afectados solían ser los adultos, lo cierto es que el impacto del virus en la población pediátrica ha cambiando. «A pesar de que la forma asintomática es la más común entre ellos, se han descrito casos de elevadas cargas virales en niños pequeños, y también se ha observado en estos casos la replicación del virus en su tracto gastrointestinal, lo cual facilita su diseminación».
El ministro aclaró que entre los más pequeños existen formas leves y moderadas de la enfermedad, con síntomas parecidos a los que se manifiestan en adultos, como son fiebre, diarrea, malestar general, así como trastornos del gusto y del olfato; no obstante, se ha observado, además, una forma de enfermedad grave conocida como Síndrome Inflamatorio Multisistémico Infantil que puede provocar incluso el fallecimiento.
Asimismo, detalló, que en muchos de los menores contagiados se han logrado apreciar secuelas, incluso daños sicológicos, aunque se halla transitado por formas leves y moderadas del SARS-COV-2.
En los últimos tiempos y tras la aparición de variantes más contagiosas del virus se ha constatado el potencial desplazamiento del número de infecciones de los adultos al grupo pediátrico, en correspondencia con el avance de la vacunación de los primeros, situación que indica que en la medida en que se vacunan adultos, la edad pediátrica es entonces la que permanece más vulnerable y aumentan en ella los casos, insistió la autoridad médica.
Motivo por el cual, el Ministro de Salud Pública de La Mayor de las Antillas considera fundamental, incluir dentro de las estrategias de vacunación de los países a la población pediátrica, objetivo hacia el que Cuba se encamina «con la fortaleza de contar con una vacuna propia, segura y eficaz, y la experiencia de décadas en la inmunización infantil, que ha permitido eliminar y controlar múltiples enfermedades».