La Habana, 4 sep (ACN) Desde el 21 de marzo de 2020, fecha en que se diagnosticó el primer paciente pediátrico en el país, hasta estos momentos, más de 115 mil menores han sido afectados por la COVID-19 en Cuba, alertó el ministro cubano de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda.
El titular de Salud cubano resaltó en su cuenta de la red social Facebook, que durante la primera ola de la enfermedad en el país, los contagios en la población pediátrica en Cuba estuvieron alrededor de los 200 casos, y en la segunda, la cifra ascendió́ a 600 niños y adolescentes.
Alcanzar altas coberturas de vacunación y con ello tener un impacto significativo en disminuir la transmisión del SARS-CoV-2, solo será posible si al igual que a los adultos, se vacuna también a la población pediátrica, aseguró.
Si bien en los inicios se habló́ de que la enfermedad afectaba más a los adultos, fundamentalmente a las personas mayores, el conocimiento sobre el impacto del virus en la población pediátrica ha ido cambiando, idicó Portal Miranda, y agregó que a pesar de que la forma asintomática es la más común entre ellos, se han descrito casos de elevadas cargas virales en niños pequeños, y también se ha observado replicación del virus en su tracto gastrointestinal, lo cual facilita su diseminación.
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Destacó el ministro que entre los más pequeños existen formas leves y moderadas de la enfermedad, con síntomas parecidos a los que se manifiestan en adultos, como son fiebre, diarrea, malestar general, así como trastornos del gusto y del olfato; no obstante, se ha observado, además, una forma de enfermedad grave conocida como Síndrome Inflamatorio Multisistémico Infantil que puede provocar incluso el fallecimiento.
Abundó que en muchos de los menores contagiados ha sido posible apreciar que persisten secuelas, pues se ha comprobado que, aun en formas leves y moderadas, la enfermedad tiende a dejar afectaciones, incluso daños sicológicos.
El titular del Ministerio de Salud Pública escribió que con la aparición de variantes más contagiosas del virus, como la Delta, se ha constatado el potencial desplazamiento del número de infecciones de los adultos al grupo pediátrico, en correspondencia con el avance de la vacunación de los primeros.
Y agregó que ello significa que en la medida en que se vacunan adultos, la edad pediátrica es entonces la que permanece más vulnerable y aumentan en ella los casos.
Por esa razón, es fundamental incluir dentro de las estrategias de vacunación de los países a la población pediátrica, enfatizó, y añadió que Cuba se encamina hacia este objetivo, con la fortaleza de contar con una vacuna propia, segura y eficaz, y la experiencia de décadas en la inmunización infantil, que ha permitido eliminar y controlar múltiples enfermedades.
La autorización de Uso en Emergencia (AUE) a la vacuna cubana Soberana 02 permite ampliar su uso en la población pediátrica, específicamente en las edades comprendidas entre los dos y 18 años; con ello, Cuba desarrolla la primera Campaña Nacional Infantil contra la COVID-19 a nivel mundial.