Cuba tuvo una jornada productiva con la plata lograda por la multimedallista Idalys Ortiz, quien derrochó coraje en el tatami del Nipon Budokan.
La oriunda del municipio Candelaria nació para ser judoca. Su pensamiento optimista la llevó al éxito bien temprano cuando apenas tenía 18 años y lograba la primera de cuatro preseas olímpicas.
¡Idalys Ortiz es PLATA!
La judoka cubana se cuelga la medalla de #plata de #Judo (categoría +78kg).#Tokyo2020 #JuegosOlímpicos pic.twitter.com/k3CPKegB33
— Los Juegos Olímpicos (@juegosolimpicos) July 30, 2021
Bronce en Beijing, Oro en Londres, plata en Río y otro baño plateado ahora en Tokio, son elementos suficientes para asegurar la extraordinaria competidora que es Idalys Ortiz. Esta vez, aunque llegaba siendo la primera del escalafón global, no tenía el mismo balance de entrenamiento que en otros ciclos.
Fue víctima además de la COVID-19, y este déficit, hacía de su actuación una incógnita. A pesar de todo, la muchacha alegre que es, seguía convencida que era posible.
Inició cauta ante la portuguesa Rochele Núñez, a la que venció por wazari en regla de oro con técnica de Seoi-nage. Luego la joven china Shiyan Xu, a quien le marcó un primer wazari mediante técnica de Tsuri-goshi, y un segundo con acción del tipo Seoi-nage, que decretó el ippon y la fuerza de la antillana para la competencia.
Ante una rival complicada como la francesa Romane Dicko no se escondió, Idalys con la magia de su mirada tierna y ese espíritu emprendedora que le caracteriza siguió intentando el sueño posible. Tiraba fuerte del hombro de su rival, calculó todos los detalles, y en una arriesgada acción de sacrificio, logró su resultado que supo defender hasta el final del tiempo reglamentario.
Con la escena lista y solo dos meses y días de preparación, nadie imaginaría a esta fornida morena en la final, NADIE, ni los más optimistas. Pero Idalis volvió a creer en ella, y así subió a su última estocada contra su vencedora Akira Sone.
En la final nunca se dio por vencida, ante una japonesa joven, talentosa y con una preparación por mucho superior a la caribeña. Extendió el combate hasta el punto de oro. Ahí la penalización le jugó una mala pasada, pero ya su trabajo era un hecho.
Otra vez entre las mejores. Sus cuatro medallas bajo los cinco aros (1-2-1) la ratifica junto a la legendaria Driulis González, como las más grandes judocas cubanas de todos los tiempos.
Idalys Ortiz: plata en Tokio 2020
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