La Habana, 18 jul.- Las protestas del 11 de julio parecen poner sobre la mesa del gobierno la urgencia de cambios en la atención a los problemas de la ciudadanía, las causas de la violencia, los barrios pobres y la burocracia, entre otros, según las palabras del presidente Miguel Díaz-Canel en acto en defensa del proyecto social cubano.
Organizado en áreas cercanas al Malecón habanero, bien temprano en la mañana del sábado 17 de julio, en mitin tuvo en la presidencia al General de Ejército Raúl Castro, cuya asistencia a actividades de esa magnitud era limitada aun cuando ostentaba el cargo de máxima figura del Partido Comunista, hoy también en manos de Díaz-Canel.
Según dijo el presidente cubano, no fue un capricho organizar el acto, que tuvo un aforo reducido por las restricciones a las multitudes para evitar una mayor transmisión de la enfermedad que provoca el virus SARS-CoV-2, cuya cepa Delta provoca elevadas cifras de nuevos casos y récord de fallecidos.
Estimados dados a conocer al inicio de la actividad indicaron que se habrían sumado unas 100.000 personas.
“En medio de una compleja situación epidemiológica, respetando en la medida de lo posible las medidas sanitarias y de distanciamiento físico, los hemos convocado para denunciar una vez más el bloqueo, la agresión y el terror. No podíamos dilatar este encuentro, el enemigo ha vuelto a lanzarse con todo para destruir la sagrada unidad y la tranquilidad ciudadana”, explicó.
En un momento de su intervención, el mandatario expresó: “ratificamos que Cuba es de todos”.
Una vez más, el presidente de la nación caribeña denunció: “estamos bajo el juego sofisticado de una ciberguerra que incluye ciberterrorismo y terrorismo mediático en su instrumental agresivo”.
Igualmente insistió en que se trata de silenciar cualquier alternativa a la narrativa anticubana que hoy se despliega en portadas alarmistas, en una campaña para demonizar al gobierno.
Necesaria autocrítica
A la vez, admitió que “nada de esto que denunciamos hoy nos aparta de la necesaria autocrítica, de la rectificación pendiente, de la revisión profunda de nuestros métodos y estilos de trabajo, que chocan con la voluntad de servicio al pueblo, con la burocracia, las trabas y la insensibilidad de algunos, que tanto dañan”.
Hoy, enfatizó, vengo a reiterar el compromiso de trabajar y exigir por el cumplimiento del programa que nos hemos dado como gobierno y como pueblo.
El presidente cubano consideró importante buscar las causas profundas de la violencia, que puja por emerger ante las necesidades y cumplir la labor pendiente para hacer que predomine en la herencia cubana el gen de los bravos, de los honestos, de los justos, de los honorables.
“Cuánto más podremos si articulamos los diálogos pendientes, rescatando la obra social, promoviendo mayor atención a sectores vulnerables, a los barrios, apoyados en experiencias de la obra que nos legó el Comandante en Jefe, en años tan desafiantes como estos”, dijo.
Reacciones en las redes
Desde el instante en que fue convocado, el acto generó reacciones a favor y en contra tanto por su celebración en sí, como por lo que podría implicar contra el aconsejable distanciamiento físico debido a la epidemia de covid-19, por estos días en un peligroso pico pandémico.
En un comentario, Dania González Sanabria posteó en esa red que varias de esas personas están convocadas desde sus centros de trabajo.
Al respecto, Rolando Domínguez, quien asistió al acto, respondió: “Es cierto que nos convocaron por el trabajo, pero bien pude no ir”.
Actos similares al realizado en La Habana tuvieron lugar en el resto del país. (2021)