En Brasil, decena de miles de ciudadanos regresan a las calles, en varias ciudades, con un mensaje nítido de protesta contra el mandatario Jair Bolsonaro, quien estará bajo investigación por la Fiscalía debido a no denunciar sospechas de irregularidades relacionadas con la negociación de las vacunas antiCOVID-19.
Se trata de la tercera jornada de manifestaciones contra el gobernante, que viene enfrentando una presión creciente por sospechas de omisiones sensibles en el tema COVID, virus que le ha cobrado la vida ya a alrededor de 500 000 brasileños.
“Bolsonaro genocida” y “No era negacionismo, era corrupción”, junto al clamor de “Sí a las vacunas”, resultaron varios de los reclamos que los protestantes hicieron sentir en importantes arterias de São Paulo, así como en otras ciudades del gigante sudamericano.
Desde la semana pasada el testimonio de un funcionario del Ministerio de Salud dio un vuelco al que había sido hasta ahora el foco de investigaciones, al declarar que en marzo pasado sufrió una “presión atípica” para sellar la compra de 3 000 0000 de dosis de la vacuna india Covaxin que, a su entender, presentaba indicios de irregularidades, entre ellas un precio mucho mayor al pagado por Brasil por cualquier otro fármaco.