El vicealcalde de Butuán Lawrence Fortun (izquierda) conversa en puro butuanon con una mujer de 84 años en Barangay Babag, Ciudad de Butuán. Foto: Ivy Marie Mangadlao
24 / mayo / 2024
Por Ivy Marie Mangadlao
BUTUÁN, Filipinas – La frase Ato ini, kadyawon ta! se puede ver en los triciclos en Butuán. Significa “¡Esto es nuestro, cuidémoslo!” y es distintivamente butuanon.
Butuán, una ciudad en el noreste de Filipinas, tiene un patrimonio lingüístico único, pero existen preocupaciones sobre el declive gradual de su querida lengua franca.
El distintivo vocabulario, gramática y pronunciación del butuanon alguna vez han resonado en las calles del centro regional de Caraga. Esta ciudad ha permanecido como un bastión de riqueza cultural dentro del área.
Sin embargo, en medio de su bullicioso paisaje urbano, funcionarios y conservacionistas dieron la voz de alarma ya que el idioma, que alguna vez floreció, enfrenta la amenaza de extinción, lo que genera temores de un futuro en el que los ecos del legado lingüístico de Butuán puedan desvanecerse en el silencio.
Según una revista publicada en University of the Philippines-Diliman Journals Online, el butuanon es un idioma del sur de Visayas hablado en el noreste de Mindanao, particularmente en las provincias de Agusan del Norte y Agusan del Sur. Se clasifica como uno de los idiomas visayanos, parte de la familia lingüística austronesia. Hoy en día, Babag se destaca como el único de los 86 barangays (barrios) de Butuán donde la mayoría de los residentes aún hablan butuanon con fluidez.
Jorge Navarra, un fideicomisario del Foro Global de Butuan Inc., dijo que Babag es la única comunidad en Butuán donde la mayoría de los aldeanos aún usan el butuanon como su lengua franca.
El vicealcalde de Butuán Lawrence Lemuel Fortun dijo que está preocupado porque solo alrededor del 5 % de la población sabe hablar butuanon, y los que pueden hablarlo son personas de 45 años en adelante, lo que indica un declive entre las generaciones más jóvenes.
“Si no se hace algo concreto en los próximos 10 a 15 años, el idioma podría extinguirse”, dijo Fortun.
Shella Torralba, directora del Sentro sa Wika at Kultura ng Komisyon sa Wikang