El viernes 29 de diciembre de 2023 falleció en La Habana el escritor Newton Briones Montoto. Primero que todo, un cubano bueno. Tenía 82 años y una mente extraordinariamente abierta, de patriotismo martiano con un código de valores admirables. Desde que lo conocí, por su propia iniciativa, lo que me enorgullece, mantuve con Newton una correspondencia esporádica sobre sus libros, que me regaló o que busqué, con el agregado beneficio de que, además de interesantes, relevantes y bien contados, tuve el privilegio de conversar sobre cómo trabajaba en su taller de palabras.
En 2022 empecé a hacerle una entrevista que después me pareció importante grabar para «Conversaciones Americanas». Me gustaba mucho su forma firme, patriótica; devoto a sus verdades sin dogmatismo, tranquilo a lo cubano, con la que Newton defendía sus puntos de vista.
Cuando conversamos por WhatsApp, después que me había contestado por escrito estas primeras preguntas, quise tener todo expresado en su voz. Le pedí esperar a cuando yo fuese a Cuba, y lo grabaríamos allá. Lamentablemente, pasé por Cuba durante la conferencia «La Nación y la Emigración» y no me dio tiempo a coordinar. Simplemente prioricé cosas que, a la luz de hoy, fueron claramente menos importantes.
El destacado intelectual cubano deja mucho de sí en sus libros. Un humanista, con una capacidad extraordinaria de conectar el tema que estuviese investigando con una cultura política mucho más general. Además del respeto por el hombre que fue parte de la historia, desde su familia revolucionaria y su protesta desde adolescente junto a su hermano Tony contra Batista, admiré al analista de la política.
Newton sabía que esta es ciencia, pero también arte, olfato y sentido —como lo llamaba Isaiah Berlin— que alcanza el que no solo la estudia, sino que la vive. Veía lo que estaba fuera en lo público, y lo estudiaba al detalle. Sabía también que había una parte importantísima que iba más allá de lo que se veía y declaraba, buscando las claves y las herramientas como un detective para descifrar. Allí, para deducir e inducir lo que no es aparente, sacaba el sable enciclopédico de quien entiende los instrumentos del análisis, busca la objetividad consciente de sesgos, y el saber del que ha practicado la política. Encontraba entonces la frase bien colocada de Cicerón, Maquiavelo, José Martí; o una historia, una analogía, con profundo análisis.
Me quedaré con ganas de preguntarle sobre sus influencias, a quiénes leyó más, cómo se formó el excepcional cubano que era. Esto es el inicio de una entrevista más larga que no fue, o una entrevista incompleta.
En un mundo de ciencias sociales que hoy aparecen invadidas por métodos, sin lugar a duda útiles —como paquetes estadísticos para encontrar correlaciones, modelos, comparaciones matemáticas—, recordaré siempre su advertencia cuando le hablaba de teorías.
Newton defendió que para entender la política hay que saber las biografías de los actores del problema concreto que se estudia. Por allí se empieza.
Aquí comparto la ficha biográfica que me envió como presentación en septiembre de 2022: NEWTON BRIONES MONTOTO: La Habana, 1941. Licenciado en Historia por la Universidad de La Habana (1975). Se dedica a investigar y reconstruir el pasado de Cuba durante el período comprendido entre 1925 y 1958. En su labor investigativa destaca la utilización de diversas fuentes de información y metodologías. Es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
Sus artículos han sido publicados en las revistas Verde Olivo, Bibliotecas, (publicación de la Biblioteca Nacional José Martí) y en el periódico Granma. En 2005 obtuvo el Premio de la Crítica por su libro General regreso. Otras obras de su autoría son: Aquella decisión callada (1998); Acción directa (1999); Esperanzas y desilusiones: Una historia de los años 30 (2008); Una hija reivindica a su padre (2011) y Dinero maldito
Eres un hombre de múltiples carreras e intereses como historiador: el caso de Marcos Rodríguez[1] que lo abordas de conjunto con el tema de Joaquín Ordoqui[2], la historia de Cesar Vilar, Batis