No es casual que recientemente escuchemos a gobernantes y a voceros de Naciones Unidas referirse incansablemente al Estado de Bienestar y a la necesidad de un nuevo “contrato social”. Enmarcan este discurso en el mundo postpandemia y en lo que han denominado “una nueva normalidad”. No es que esté de moda el asunto del “Estado de Bienestar” y por eso lo repiten.