Los precios de los cigarrillos y del tabaco subieron a partir del 12 de abril, en una continuidad sumamente cautelosa de los ajustes de precios y tarifas que viene promoviendo el Gobierno desde que comenzó el actual año. La medida tuvo impacto inmediato en las cotizaciones de los mercados informales.
Señal del cuidado con que maniobran las autoridades en un contexto dominado por la inflación desde hace tres años, el incremento de precios minoristas de cigarrillos y habanos en la red de comercio interna la informaron en persona, en conferencia de prensa, los ministros de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, y la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez.
Como argumento para el ajuste, Regueiro dijo que los precios vigentes hasta ese momento no lograban cubrir los costos de producción, el procesamiento industrial y la comercialización.
El titular de Finanzas y Precios insistió en que estos productos no son consumo básico para la población, a diferencia de los alimentos incluidos en “la canasta familiar normada que se protege en las difíciles condiciones en las que opera nuestra economía”.
En la red estatal de comercio racionado, el precio de la cajetilla de cigarros negros (marcas Popular, Criollos y Titanes) y de rubios (marca Aroma) subió de 20 a 30 pesos; los cigarrillos negros con filtro aumentaron a 60 pesos y el H.Umpan Clásico sin filtro, a 50 pesos. Los puros o tabacos del comercio doméstico escalaron a 10 pesos.
En la red de reventas del mercado informal estos productos se encarecieron de inmediato a niveles unas cuatro veces superiores.
De acuerdo con la