Matanzas se ha puesto a un paso de la final de la II Liga Élite; Industriales aún vive, al derrotar a Artemisa, después de tres derrotas consecutivas. Pero la jornada de ayer en la pelota cubana tiene un nombre que es una leyenda: Danel Castro Muñagorri, o Don Danel, y si lo prefiere, la pantera de Manatí.
Ayer hizo crecer su historia, cuando en su primer turno al bate logró el jit 2 500 en los clásicos cubanos de beisbol. Desde el 23 de noviembre de 2022 es el hombre de más imparables de nuestra pelota. Entonces llegó a 2 379, con lo cual superaba al hasta entonces rey, Enrique Díaz.
En este hombre todo es mágico. Aquel incogible no fue uno cualquiera, sino un jonrón dentro del terreno, con 46 años de edad. El 2 499, el pasado miércoles, con un batazo dentro del cuadro y corriendo como un velocista de cien metros.
Una entrevista del colega Orlando Cruz, en Visión tunera, el 22 de diciembre de 2022, daba cuenta de su primer indiscutible: «Se lo conecté a Rember Abella, en mi municipio, Manatí. Fue una línea por arriba de segunda base. Un batazo que ha quedado grabado en mi mente para toda la vida».
Competitivo, batallador y, en consecuencia, triunfador, Danel Castro también brilla por su sensibilidad. A estas alturas no olvida a quien lo inició, a los nueve años. «Mi primer entrenador, en Sabana la Mar, un pueblito pesquero del norte de Las Tunas, en el municipio de Manatí, era apodado Matanzas», le dijo a Cruz.
Ayer, al llegar el 2 500, se abrazó, por unos minutos, con otro de Matanzas. Era la manera de agradecerle a Armando Ferrer, director de ese equipo, que lo haya llamado al quedar fuera de las plantillas de la I Liga Élite. El yumurino conducía Centrales, y si hoy celebramos esta hazaña, es porque en ese m