La escena de la ardiente colisión afuera del Centro Kodak temprano en el día de Año Nuevo. Foto: AP
Lo que en un inicio aparentó un accidente de mortales consecuencias a la salida de un concierto de Año Nuevo en Rochester, Nueva York, se investiga hoy como terrorismo doméstico.
De acuerdo con reportes de medios locales, el Grupo de Trabajo Conjunto sobre Terrorismo del Buró Federal de Investigaciones (FBI) intenta esclarecer este suceso, que dejó dos muertos y cinco heridos en la madrugada del lunes luego de un concierto en el Kodak Center.
Los asistentes caminaban por un paso de peatones en el exterior del local alrededor de las 12:50, hora local, de este 1 de enero, “cuando un SUV Ford chocó contra un Mitsubishi Outlander que salía de un estacionamiento cercano”, dijo a los periodistas el jefe de la Policía de Rochester, David Smith.
El sospechoso fue identificado como Michael Avery, de Syracuse, y se cree que dejó una nota suicida y un diario en su habitación de hotel. La familia sugirió que tendría trastorno bipolar, aunque nunca fue diagnosticado.
“En una noche que estaba destinada a la celebración y la unión, nos enfrentamos a una tragedia que desafía la comprensión”, expresó en redes sociales la banda de rock encargada del concierto.
El sospechoso
La Policía afirma que el sospechoso pareció acelerar “intencionadamente” hacia los peatones con un coche lleno de bidones de gasolina antes de chocar contra otro automóvil, matando a dos personas e hiriendo a varias más.
El choque provocó un incendio que tardó aproximadamente una hora en extinguirse y dejó la escena llena de botes de gas carbonizados, escombros y el marco quemado del auto alquilado