La noticia es que la Oficina del Director Nacional de Inteligencia de Estados Unidos desclasificó un informe afirmando que Cuba intentó inmiscuirse en las elecciones de medio término del 2022.
Los reportes de prensa indican que funcionarios cubanos sostuvieron vínculos con periodistas de medios estadounidenses y que varias cuentas en redes sociales, supuestamente vinculadas a la inteligencia cubana, amplificaron contenido ofensivo sobre políticos estadounidenses de la Florida que son hostiles al gobierno de Cuba.
El informe tiene varias partes editadas o cubiertas, y no precisa el alcance de la supuesta injerencia cubana; dedica más espacio a contenido que intenta explicar la participación de China en esas elecciones de medio término. Según reportes de prensa, se afirma que Beijing actuó sobre candidatos de ambos partidos y promovió la división y el caos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba no demoró en responder: «Una total falacia, de parte de un gobierno que habitualmente se entromete en los asuntos políticos de muchos países», dijo en X el canciller, Bruno Rodríguez Parrilla.
No hay información disponible más allá de lo mencionado que explique cómo Cuba intentó influir. Sí afirman que la supuesta intervención está muy alejada de la participación rusa en las elecciones estadounidenses de 2016, una presunta participación que el gobierno de Washington ha utilizado una y otra vez para reproducir su discurso de guerra fría contra el Kremlin.
Sin que sorprenda a nadie, los congresistas de origen cubano y del ala más derechista del Partido Republicano María Elvira Salazar y Marco Rubio, pidieron represalias contra el gobierno cubano debido a al informe.
Rubio, un senador que sin ofrecer resultados, durante años, ha apostado por un cambio de régimen en Cuba, incitó a una inmediata venganza: «La Administración de Biden debe condenar estas acciones inmediatamente, dejar claro que no serán toleradas, y expulsar a los diplomáticos cubanos de Estados Unidos».
Esta noticia significa que el gobierno de Estados Unidos sigue buscando razones débiles o poco fundamentadas, pero que llegan a ocupar titulares, que justifican la inacción con el tema de Cuba, y la continuidad del trumpismo rosa, lo cual ha tenido un altísimo costo para el pueblo cubano debido al innegable peso de las sanciones económicas.
En contextos electorales, muchas representaciones diplomáticas establecen contactos con expertos locales para conocer el contexto y poder planificar escenarios, eso no significa que sean propiamente operaciones de inteligencia, porque incluso en no pocas ocasiones se realizan en espacios públicos.
Es además coherente con la desclasificación reciente de que el ex embajador estadounidense en Bolivia, Manuel Rocha, había sido agente del gobierno cubano por décadas, y ahora, ya jubilado, tiene un proceso abierto contra él, por supuestamente servir a los intereses de La Habana.
Nuestra opinión es que la crisis económica y en alguna medida política que vive Cuba no le da capacidades reales para intervenir en una elección en Estados Unidos, un país en