Las Tunas, 25 may (ACN) Como una experiencia culinaria y natural se presenta la Finca Ecológica El Bambú, una apuesta de Las Tunas para desarrollar el turismo de naturaleza, muy próximo a esta ciudad y donde se ve el curso de los productos de la tierra a la mesa, con un servicio gastronómico de calidad.
Arelis Zaldívar Hernández, a cargo de este bar – restaurante – parrillada del sector no estatal que hace menos de dos meses abrió sus puertas, dijo en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias que El Bambú es la materialización de las ideas que hace alrededor de dos años el gobierno local comenzó a incentivar para desarrollar el turismo de naturaleza.
Aspiramos a que quienes nos visiten, clientes extranjeros o nacionales, vivan una experiencia totalmente diferente a lo que puedan encontrar en otros sitios, pues queremos mostrar la actividad económica de nuestra provincia, la agricultura, en aras de incursionar en el turismo agroecológico, puntualizó.
Zaldívar Hernández comentó que desde la finca apuestan por obtener productos libres de contaminantes y químicos, por eso más que la cantidad buscan mantener la variedad de alimentos que les permitan abastecerse en el restaurante.
El Bambú transmite una energía acogedora que se matiza con el buen trato de quienes allí laboran, un colectivo pequeño formado en gran medida por la familia que se va superando poco a poco en las habilidades gastronómicas y de la coctelería.
La mayoría de los vegetales, especias, condimentos y viandas que consumimos salen de nuestra propia tierra –agregó–, pues mi esposo Juan Carlos Ponce de León Peña es el productor directo que en más de 30 hectáras cosecha el pepino, ají, tomate, yuca, calabaza, boniato, ajo y otros recursos.
Incluso, criamos nuestros propios cerdos con piensos que elaboramos a partir del maíz, una muestra de cómo lo útil se conjuga con lo agradable para que el visitante pueda disfrutar de un recorrido completo antes de sentarse a la mesa a degustar de los platos gastronómicos.
No es muy usual que las personas estén sentadas en un restaurante y vean colgando a su alrededor los ajos, plátanos, frutas que quizás consumirán en su servicio, y eso es otra de las particularidades de esta propuesta.
Arelis refleja en sus ojos el brillo de quien trabaja mucho y habla con orgullo de sus resultados, pues a pesar de ser una finca pequeña mantienen tradiciones como el ordeño de las vacas y eso también es un atractivo para el turismo.
Una amplia variedad de árboles frutales circundan el agradable ranchón que ocupa el restaurante: allí las familias pueden tomar los mangos, ciruelas, cocos y otros totalmente libres de costos mientras esperan su comida, o simplemente da gusto ver a los más pequeños corretear sin ningún tipo de peligro.
Da gusto ver cómo les toman fotos a las matas de mango –que están tan bajitos-, a las ocas, o al pavo real que anda siempre suelto por la finca, nos gusta que las familias disfruten y vivan una experiencia diferente, recalcó Arelis.
Ubicada a sólo 500 metros del aeropuerto de Las Tunas, saliendo del reparto del mismo nombre, la Finca Ecológica El Bambú es reconocida también como Polígono de Suelo Municipal por el uso de técnicas agroecológicas como la lombricultura;desde allí se respira respeto hacia el medio ambiente y hacia el cliente que busca difrutar de la energía milenaria del propio bambú.