El presidente cubano calificó como un paso cualitativo que más del 60% de los presuntos hechos de corrupción fueran detectados en 2021 por el Sistema Nacional de Auditoría
Díaz-Canel asistió a la reunión de balance anual de la Contraloría General. (Foto: Estudios Revolución)
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Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, elogió este miércoles en La Habana, el desempeño en el 2021 de la Contraloría General de la República, a la que le orientó nuevas misiones en el actual año, a tono con los retos y transformaciones que tienen lugar en la nación.
Al resumir en el teatro del Ministerio de Economía y Planificación la reunión anual de esa institución, recordó las adversas y complejas situaciones que enfrentó Cuba, entre ellas, el recrudecimiento del bloqueo
estadounidense y la pandemia, que obligaron, por ejemplo, en lugar de la Comprobación Nacional al Control Interno, realizar visitas de intercambio y de asesoramiento a entidades y territorios, calificadas de muy provechosas y útiles.
Reconoció cómo en cada actuación de sus directivos y especialistas, entre ellos, las de los más de siete mil 300 auditores, se evidenció el nivel de responsabilidad, de compromiso con la Revolución y una vocación de perfeccionamiento de la labor, manifestada en las guías o metodologías que crearon para controlar o auditar determinado programa o tarea emergente.
Díaz-Canel calificó como un paso cualitativo que más del 60% de los presuntos hechos de corrupción fueran detectados en 2021 por el Sistema
Nacional de Auditoría, y que los tres pilares estratégicos para el desarrollo económico y social de la nación estén bien concebidos en el organismo: la informatización de los procesos, la comunicación social y la ciencia y la innovación.
También elogió el enfoque preventivo, educativo y formador de las auditorías realizadas, que a su vez contribuyeron a fortalecer el sistema de control interno en muchas empresas y unidades empresariales de base, tal cual expusieron representantes de algunas de estas y de la propia Contraloría, por lo cual pidió en medio de la reanimación del país seguir actuando con rigor.
El Presidente cubano llamó a apoyar todo lo que fomente el control popular, como expresión de una verdadera democracia y transparencia en la rendición de cuenta de las administraciones, pues quiénes mejor que los propios trabajadores para denunciar, combatir y prevenir cualquier manifestación de corrupción, como también lo hace la población.
Otras tareas encomendadas a la institución fueron las de supervisar procesos de mucha importancia como el encadenamiento entre la empresa
estatal socialista, en su misión de ser la principal productora de bienes y servicios, y los nuevos actores económicos, y las transformaciones en los barrios, en aras de evitar cualquier desvío o mal uso de recursos.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido pidió a ese organismo y a sus estructuras en todos los territorios controlar las competencias de
los municipios, en momentos en que estos tienen mayor autonomía y
facultades en la descentralización de recursos y que surgen programas de
desarrollo local con participación de las nuevas formas de gestión no estatales.
Incluso ante un fenómeno preocupante como la inflación exhortó a participar en el combate contra los precios especulativos tanto en entidades
del Estado como del sector privado, que van más allá de aquellos que son altos al estar asociados a la situación externa, al aumento del precio de un grupo de importaciones.
La necesidad de realizar rigurosos análisis económicos-financieros en entidades donde existen plantillas infladas, mucha gente indirecta a la
producción y los servicios, y de seguir preparando cada vez mejor a sus
especialistas en aras de la calidad de su desempeño, fue planteada por Díaz-Canel, además de llamar a actuar con sensibilidad ante las quejas y denuncias de la población.
Tras un informe presentado por Gladys Bejerano Portela, Contralora General, directivos del nivel central, contralores-jefes de algunas provincias y representantes de empresas expusieron las principales deficiencias, avances y retos en el control a la desagregación y ejecución de los presupuestos tanto en entidades como en los gobiernos locales y direcciones administrativas.
Con énfasis se habló de cómo con su acompañamiento y asesoramiento, con
iniciativas como el llamado Control Concurrente, y sobre todo con el papel y
la preparación de los auditores de base para el control interno en cada lugar, la institución contribuye a fortalecer el sistema empresarial socialista, aunque se puede hacer mucho más, señalaron algunas intervenciones.
El seguimiento a programas como el de la vivienda y la venta de combustible, y el completamiento de la fuerza laboral y la atención a los jóvenes fueron temas analizados también.
Al concluir el encuentro, Yaisel Osvaldo Pieter Terry, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Administración Pública, entregó a Gladys Bejerano el diploma que acredita a la Contraloría General la condición de Colectivo Distinguido Nacional en 2021.