Especialistas, profesionales y profesores de varias regiones del mundo se han dado cita desde hoy y hasta el próximo jueves en el Palacio de Convenciones de La Habana para, mediante el IV Congreso Internacional de investigadores sobre infancia, adolescencia y juventudes, debatir las motivaciones y desafíos de estas poblaciones en un contexto marcado por la pandemia y sus consecuencias para las economías, las sociedades y los individuos.
El encuentro, que de formas virtual y presencial recibe a más de mil delegados de todo el territorio nacional y de otros 13 países, abrió la primera jornada con las palabras de la miembro del Consejo de Estado Aylín Álvarez García, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), quien se refirió al rol de la organización en la atención a este universo, una tarea difícil de cumplir sin el conocimiento pleno de las formas de pensar, expectativas, proyectos y contradicciones que rigen la vida de los cubanos más jóvenes.
Ante Ernesto Corvo Vizcaíno, funcionario del Comité Central del Partido, Elba Rosa Pérez Montoya y Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministras de Ciencia, tecnología y medioambiente, y de Educación, respectivamente, la Primera Secretaria de la UJC se refirió a la necesidad de ubicar la ciencia en el centro de todo, pues la construcción empírica de nuestras tareas y la improvisación ante realidades muy complejas que vivimos conllevan al fracaso de cualquier intento de diseñar políticas de juventud autóctonas, eficientes y modernas.
Explicó, además, que temas como el uso del tiempo libre, la recreación, el empleo, los proyectos de vida y la migración juvenil moderan la conformación de programas, estrategias y políticas comunicativas en las cuales hemos podido alcanzar mejores resultados gracias a la ciencia, y que solo serán lo efectivas que necesitamos si el mismo pensamiento científico acompaña cada decisión a todos los niveles.
Con ello en cuenta, destacó, es que se ha podido avanzar en temas internos de la propia UJC, debido a la indagación sobre cómo convertir la organización en un espacio más fresco, abarcador e inclusivo, sin renunciar a los principios políticos e ideológicos esenciales.
Por otro lado, la doctora en Ciencias Keyla Rosa Estévez García, directora del Centro de Estudios sobre la Juventud en Cuba, hizo hincapié en los efectos de la pandemia en el contexto actual que ha derivado en una crisis, como mecanismo de amplificación de las desigualdades de la población, en general, escenario propicio para desarrollar este congreso, bajo el lema de activismo, equidad y justicia social en una era pos-COVID.
Esta cita, que convoca el Centro de Estudio sobre la Juventud y la UJC, busca establecer un diálogo franco y abierto entre academia y decisores, un espacio de construcción colectiva de saberes, conocimientos y recomendaciones que permitan que los países, y en especial Cuba, sigan desarrollando sus proyectos revolucionarios, agregó Estévez García.
«Es necesario que nuestros jóvenes encuentren un proyecto de vida en el país, no podemos mirar a las juventudes desde el asistencialismo, hay que brindar posibilidades de desarrollo de sus capacidades para que participen activamente de cada proceso ideológico, económico y social. Los jóvenes deben estar en el centro de atención, no como sujetos pasivos, debemos condicionar para que sean sujetos activos, protagonistas de transformaciones, esas son las ideas que guiarán el debate estos tres días», destacó.
Durante la sesión de hoy, el encuentro también dará paso al debate sobre la juventud cubana frente a las dinámicas demográficas, la educación, e incluso, las lecturas del Código de las Familias desde las infancia, adolescencias y Juventudes.