Este miércoles cada equipo debería jugar su partido 37 en la 61 Serie Nacional de Beisbol, aunque a cinco de ellos le restan uno o varios desafíos por celebrar. Pero, al margen de esas deudas, mañana llegamos a la mitad de la temporada, y creo que muy pocos pudieron predecir que hoy el líder de la campaña fuera Mayabeque.
¿Por qué los Huracanes? A nuestro modo de ver, los que sí se divisaron con una buena contienda fueron sus peloteros, esa es la primera razón, expresada, justo dos días antes de iniciar la contienda, cuando su mentor, Michael González, nos dijo: «el primer objetivo es estar entre los ocho primeros, pero hay que pensar en grande, eso es solo un punto de partida, vamos por más».
Tal filosofía se ha traducido en un elenco que sabe ganar los juegos de pelota, no deja pasar el momento oportuno de cada choque y muestra toda su combatividad cuando más tensa es la situación. Tanto es así que no es el primero en ninguno de los tres aspectos de juego: cuarto a la ofensiva (297), el mismo escaño en la efectividad de sus lanzadores (4,31) y es séptimo en defensa (971).
Sin embargo, al sacarle punta al lápiz para explicarnos cómo entonces es el primer lugar, ya bastante distanciado de los que más cerca le siguen, aparecen sus vientos huracanados. Esa plantilla es la que más batea (323) con corredores en circulación y a la que menos hombres se le quedan en bases en la actual justa. Por ejemplo, de sus 90 extrabases, 52 los ha pegado en esa situación. A juzgar por esos datos, falla muy poco a la hora buena.
Por otro lado, la efectividad de su pitcheo le ha permitido ser uno de los conjuntos que menos carreras permite por encuentro, concretamente 4,92 por choque, el tercer mejor indicador en este aspecto. Y si bien su defensa es casi la media de la temporada (970), tampoco le falla en los instantes cruciales, pues de las 146 anotaciones aceptadas hasta el inicio de los juegos de ayer, solo 18 eran responsabilidad de los fildeadores.
No creo exagerar si afirmamos que los Huracanes le han dado ese toque de dinamismo que estaba necesitando nuestra temporada. Algunos empiezan a recordar a los entonces Vaqueros de La Habana, cuyo cuartel general se asentó en el Nelson Fernández, donde ellos han trazado esta estrategia ganadora. Y aunque esas son palabras mayores, con las que habló el propio González como integrante de aquel elenco, no dejan de motivar a esta versión ganadora de Mayabeque, cuyo reto pasa ahora por mantenerse así en la segunda manga de la campaña.
En una rápida mirada a esta primera mitad, al cierre del pasado domingo encontramos que la ofensiva anda por 290, la efectividad del pitcheo es de 5,02 y la defensa promedia 970. Los que más batean son Sancti Spíritus (310), Camagüey (303) e Industriales (301); desde la lomita, solo dos conjuntos lo hacen para menos de 4,00 (Matanzas-3,61 y Granma-3,78), seguidos de Pinar del Río (4,05), y al campo, pineros y tuneros, con 978 son los mejores, y muy cerca están los Alazanes (977).
Atención a los datos de los campeones defensores en pitcheo y defensa, porque el beisbol se gana si permites menos. Hace unas semanas, los granmenses parecían que estaban muy lejos, pero abrieron hoy en franco territorio de play off.
El toro Yordanis Samón es, en el orden individual, una referencia: líder en bateo (433, único por encima de 400), en dobles (21), en slugging (808) y en ops (1 372). Entre los lanzadores, hay que darle crédito al gallo Ariel Zerquera, pues su 1,03 es de otra galaxia en estos tiempos, aunque por lo que ha contribuido a su equipo, el huracán Marlon Vega, con cuatro victorias y seis salvados, en las 21 victorias de Mayabeque es obligada mención, así como el tunero Alejandro Meneses y el también mayabequense Yulián Quintana.