Impulsada principalmente por los hogares y las economías emergentes, la deuda mundial alcanzó en 2021 los 303 billones de dólares, una cifra sin precedente. Un informe del Instituto de Finanzas Internacionales señaló, además, que aumenta el riesgo del endeudamiento privado sobre el de los Gobiernos.
El incremento de 10 millones de dólares en la carga global de deuda en 2021 fue inferior al aumento de 33 billones de dólares en 2020, cuando se dispararon los gastos de los Gobiernos para confrontar el coronavirus, precisó el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), la mayor organización de instituciones financieras privadas.
En su informe anual, la institución señala que más del 80% de la nueva carga de la deuda del año pasado provino de los mercados emergentes, donde la deuda total se acerca a los 100 billones de dólares, dijo el IIF en un informe anualizado.
Eso implica que los mercados emergentes comenzaron el 2022 enfrentando necesidades de refinanciamiento récord justo cuando la Reserva Federal de Estados Unidos se prepara para aumentar las tasas de interés después de años de costos de endeudamiento ultra bajos.
La recuperación económica el año pasado hizo que la relación deuda/PIB mundial disminuyera del máximo de 360% que alcanzó en 2020, a 351% en 2021. Pese a ello, está 28% por encima de los niveles previos a la pandemia.
Según el informe del IIF, en monto, el mayor incremento de deuda en 2021 correspondió a los hogares (+ 5.4% respecto a 2020). Les siguieron los Gobiernos (+ 4.3%), empresas (+ 4.2%) por ciento y, por último, el sector financiero (+ 1.5%).
El IIF agrega que la mayor acumulación de deuda el año pasado fue en moneda local, dado que más del 85% de la emisión bruta de bonos se realizó en los activos de cada país, el nivel más alto desde 2003.
Esto se produjo en un momento en que la pandemia redujo drásticamente el interés de inversores extranjeros por activos en moneda local: con un 18%, la participación externa en los mercados de bonos locales está en su nivel más bajo desde 2009.
Aquellos países que dependen en gran medida del endeudamiento externo enfrentan mayores riesgos por la confianza tambaleante del mercado y el aumento de las tasas de interés de Estados Unidos.
“Los mercados emergentes están ingresando al ciclo de tasas de la Reserva Federal de 2022 con necesidades de refinanciamiento récord”, advirtió el IIF. Tan solo este año tienen vencimientos por siete billones de dólares, frente a 5.5 billones de dólares de 2021.
En un documento aparte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que las empresas ingresaron a la crisis de coronavirus con deudas récord.
De acuerdo con el IIF, el endeudamiento de corporativos alcanza más de 88 billones de dólares. Sin embargo, ahora que los bancos centrales han incrementado las tasas para controlar la inflación, el costo de dicho financiamiento aumentará y dejará a varias empresas sin capacidad de seguir operando.
El estudio del FMI recomienda a los países prepararse para “manejar crisis corporativas a gran escala (…) Los sistemas de insolvencia deben estar preparados para manejar un gran aumento de casos”, advierte, al tiempo que recomienda dirigir apoyo financiero a empresas que puedan sobrevivir y reestructurar o liquidar las más dañadas por la crisis.
(Con información de La Jornada y Euronews)