MATANZAS.-Hay tensión en el sector azucarero. Un número nada despreciable de centrales inició la molienda con marcado atraso, y otros están todavía «enredados» para comenzarla o han interrumpido la actividad de sus máquinas por diversas razones.
Ello explica que, cuando faltan apenas unos días para concluir el mes de enero, el país no alcanza aún las 100 000 toneladas de azúcar. Al referirse a este complicado inicio de contienda, el vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa hizo notar que esta ha sido una zafra muy difícil de asegurar con los recursos e insumos necesarios, debido a las limitaciones financieras y económicas. Ese percance, comentó, ha influido en la calidad de las reparaciones en los ingenios.
En un recorrido por esta provincia, el también integrante del Buró Político dejó clara su convicción de que los trabajadores del sector no se dejarán vencer; una señal de optimismo que se basa, por ejemplo, en lo que dicen los propios azucareros. «Hemos arrancado tarde, pero la gente aquí está dispuesta a acelerar la marcha. Vamos a seguir guapeando para suplir el tiempo perdido con más trabajo», expresó, orgulloso de su central, Fidel Ricardo Leyva, quien labora en el área del basculador en el Jesús Rabí, de Calimete.
Aunque apreció ese espíritu en cada lugar visitado, en sus intercambios con azucareros del territorio, Valdés Mesa insistió en que la única posibilidad de descontar el tiempo perdido en la actual zafra es la ruta de la eficiencia y las molidas altas y estables.
Hacerlo todo con la mayor calidad posible, ahí están las mayores reservas, subrayó, tras recordar, además, que hay poca caña y con bajos rendimientos agrícolas.
Recordó que las medidas aprobadas para favorecer dicha transformación deben revertirse en más azúcar lo antes posible.
Dijo que la rama azucarera está obligada a retomar la cultura del trabajo que la caracterizó, para asumir el reto de sembrar más caña, elevar los rendimientos agrícolas e industriales y producir más azúcar, sin descartar el aprovechamiento de los derivados, diversificar las producciones y resolver el atraso tecnológico de algunos centrales.