LA HABANA, Cuba. – Muchas son las enfermedades que apenas se mencionan en la Isla, porque durante mucho tiempo el régimen afirmó que nuestro país era una potencia médica. La llamada giardiasis, con su profundo impacto sobre la salud y desarrollo humanos, es una de ellas, cuya endemicidad es mayor en los países económicamente subdesarrollados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que aproximadamente más de mil millones de personas de esas naciones están infestadas por giardias; que en Asia, África y América Latina, alrededor de 200 millones de personas desarrollan manifestaciones clínicas a causa de la giardiasis y que 500 000 nuevos casos se reportan anualmente.
Esta enfermedad intestinal, afirma la especialista María E. González López, máster en Infectología y enfermedades tropicales del Instituto de Gastroenterología del Ministerio de Salud Pública de Cuba, es causada por un parásito llamado giardia lamblia, que vive dentro del tubo digestivo, en el intestino delgado, y cuyo contagio se da por el contacto de materia fecal con utensilios y otros.
Es importante saber ―explica la especialista― que quienes presentan una mayor susceptibilidad, aunque todas las personas pueden contraerla, son aquellas que padecen enfermedades crónicas que afecten la respuesta de defensa del organismo, o con malos hábitos higiénicos.
Estas enfermedades realizan una significativa contribución a la perpetuación de la pobreza en los países donde son endémicas, al deteriorar el crecimiento físico, el desarrollo cognoscitivo de sus generaciones más jóvenes, reducir la capacidad de trabajo y la productividad de los adultos.
En Cuba, según resultados de una encuesta nacional de parasitismo realizada en 1984 y que aparece en el libro Giardiasis, entre realidades y mitos, de los doctores Luis Fonte Galindo y Saleh Ali Saleh Almannoni, había una prevalencia de la enfermedad del 7,2%, sobre todo por la insalubridad y los índices de pobreza.
Estos autores alegan que en Cuba todo el mundo tiene giardias, a causa del agua que consumen. A pesar de ser el parásito intestinal más identificado en la población cubana (mostraba cifras de prevalencia de entre 20 y 54% en niños entre edades de uno y cinco años en La Habana) el Gobierno cubano pasa esta enfermedad por alto.
¿Será que estamos ante un padecimiento del que no se habla? ¿Porque no conviene que se conozca para beneficio de quién o de qué?
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