Según el apartado de Cuba en el Informe Mundial de 2022 de Human Rights Watch (HRW), continúan en el país las detenciones arbitrarias, malos tratos, persecuciones arbitrarias y censura a la prensa y a la sociedad civil.
El documento, publicado este 13 de enero por la organización no gubernamental, indica que ocurrieron en la Isla protestas sin precedentes en julio de 2021, pero estas fueron reprimidas por el régimen de La Habana.
HRW denunció que “más de 1,000 personas, en su mayoría manifestantes pacíficos o transeúntes, fueron detenidas en las protestas de julio (…) Los agentes impidieron que las personas protestaran o informaran sobre las protestas, detuvieron a críticos y periodistas mientras se dirigían a manifestaciones o limitaron su posibilidad de salir de sus casas. Muchos estuvieron incomunicados durante días o semanas, fueron arrestados con violencia o golpeados, y recibieron maltratos durante la detención”.
El informe menciona el caso de la menor Gabriela Zequeira Hernández, de 17 años, quien fue detenida en San Miguel de Padrón, La Habana, cuando pasaba caminando junto a una manifestación.
Durante la detención, dos agentes mujeres la hicieron sacarse la ropa y hacer sentadillas desnuda cinco veces. Una le dijo que se inspeccionara los genitales con el dedo. Algunos días después, un agente la amenazó con llevarla a ella y otros dos hombres a un área conocida como el “pabellón”, donde los detenidos reciben visitas conyugales. Un juez la condenó a ocho meses de cárcel por “desorden público”, pero le permitieron cumplir la pena en prisión domiciliaria. Solamente pudo ver a su abogado minutos antes de la audiencia.
Meses después vendría la convocatoria a la llamada Marcha Cívica por el Cambio, programada para el 15 de noviembre de 2021, que fue prohibida por el gobierno cubano.
La organización denunció además que las autoridades cubanas han detenido de manera sistemática a periodistas independientes y artistas, sobre todo vinculados a los movimientos “San Isidro”, “27N” y “Archipiélago”, así como partícipes de la canción “Patria y Vida”.
Juan Pappier, investigador sénior para las Américas de HRW, señaló en Twitter que “en 2021, Cuba vivió las mayores protestas en décadas. El régimen respondió brutalmente: detenciones arbitrarias, malos tratos, persecuciones arbitrarias y más censura”.