Cuando todavía faltan por concluir sus calendarios 18 de las 39 especialidades convocadas en los I Juegos Panamericanos Juveniles de Cali, la tabla de posiciones –manteniendo como punteros a los mismos países desde el principio— hoy cuando usted lea el periódico habrá cambiado nuevamente.
Estando Brasil como líder hasta ayer (39 oros) y, alternando los primeros días con México (30) que descendió al cuarto lugar, hay dos noticias del momento: el ascenso del anfitrión Colombia (37) del cuarto al segundo peldaño, lo que cumple con la máxima de que el organizador del evento solicita una sede cuando tiene certeza de que puede hacer un buen papel, aunque a veces su actuación sea ayudada por el arbitraje y siempre por la cantidad de aficionados a su favor.
La segunda buena nueva es que Cuba (17 oros) sexta desde el inicio de las hostilidades, con las diez medallas doradas del miércoles se elevó al quinto peldaño y bajó a Argentina (12) de esa plaza. Estados Unidos (34, tercer puesto) se ha mantenido casi sin variación, aunque restan deportes que lo pueden llevar al liderazgo.
En el ascenso cubano hay factores que lo diferencian de todos los demás participantes. Es la de menor densidad de población entre los seis punteros y ha tenido que ir venciendo la COVID-19 afrontando un despiadado y cínico bloqueo de Estados Unidos, hasta presentar hoy el mejor panorama de salud entre los países contendientes. Es verdadero que todos hemos padecido la pandemia, pero ninguno tan presionado y perseguido como Cuba.
Hagamos una simple anotación con los seis punteros de la lid. Brasil, uno de los países más grande del mundo, 212 millones 559 409 habitantes; Colombia, 50 millones 372 000; Estados Unidos, 329 millones 770 000, con un amplio territorio; México, 127 millones 792 000 ; Cuba, 11 millones 326 616 y Argentina, 45 millones 376 763. Para no abusar de los números. los cinco con poblaciones más grandes que Cuba, tienen densidades de población por kilómetro cuadrado muy inferiores a la cubana, lo que facilita una serie de actividades de la vida diaria con mejores resultados, entre ellos la práctica deportiva, pues cuántas personas poseen como promedio cada una de esas cinco naciones para ganar una presea,
Entonces, validemos la organización y desarrollo de nuestro movimiento deportivo en plena renovación, como los valores que nos dan la oportunidad de estar en la batalla contra los gigantes en Cali.