Por: Pedro Jorge Velázquez (tomado de su perfil en Facebook)
Yo no confío en Yunior. Su intención no es pacífica y eso tiene que quedarnos claro. Nunca lo fue. No puede ser pacífico quien promueve toda una campaña que ha movilizado a la ultraderecha mundial contra Cuba. No hay nadie de izquierda apoyándolo. Ni siquiera de la izquierda despintada a la que Yunior dice pertenecer. Son los radicales de derecha, neofascitas, los que Yunior ha movilizado con su marchita.
No puede ser pacífico quien justifica el ataque económico unilateral hacia los trabajadores, niños y ancianos de nuestro país, diciendo que son “decisiones imparciales basadas en los Tratados Internacionales que protegen los derechos humanos”. ¡Qué cosa no! ¿Protegen los derechos humanos violentando económicamente a un pueblo entero? Sería la única “protección” que significa atacar y pisotear derechos. ¡Ah no! Hay otra. La protección de la “paz mundial y la democracia” que Estados Unidos garantiza con algunos pequeños bombardeos, guerras y revueltas muy violentas en países socialistas.
Yo no confío en Yunior. Su última declaración es otra de sus manipulaciones. Nunca ha pensado en la paz de este país, solo en sí mismo. Incluso me confirma algo que yo ya sabía: el resultado mayor del 15N no es que se produzca o no, sino que genere un impacto de tal modo que el elemento Yunior se promueva como un líder que tiene a su mano a otros pequeños líderes que antes no se conocían y ahora han tenido promoción. El resultado de todo esto es el hecho mediático, no el hecho real. Lo que siempre han buscado es PROTAGONISMO y lo han conseguido.
Yo no confío en Yunior. Su retiro de la marcha del 15N me parece raro. Es un retiro a medias y con un lenguaje de víctima, cuando es él el victimario. Tal parece un “sacrificio heroico” –como el Cristo que arrastra la cruz– buscando ganar los resortes populares que no ha conseguido hasta esta fecha. Tal parece que algo cambió en la ecuación y la orden es otra, para intentar algo nuevo, que tampoco nos beneficia. O quizás siempre fue esta la estrategia, porque en la política nunca se muestra lo más importante. Simplemente, estemos atentos. No nos dejemos engañar. “Con la guardia, defendiendo el Socialismo” es una disposición real que debemos asumir hoy. Sin miedo, en este país nadie puede derogar la paz.
Y Yunior, el Yunior que nos ataca y nos agrede, el Yunior que permite medidas coercitivas contra nosotros, el Yunior que levanta pasiones en la ultraderecha mundial, el Yunior que recibe apoyo de terroristas y agentes de la CIA (con fotos y llamadas como pruebas), el Yunior que tiene acceso a las embajadas yanquis y a cursos en el extranjero, el Yunior que pone en peligro la apertura nacional y el regreso de nuestros niños a la escuela, el Yunior ególatra y minuciosamente construido que tenemos delante, podrá ver muy pronto de qué estamos hechos y cuánto somos capaces de hacer los jóvenes que no le creemos y no confiamos en él ni en sus palabras vacías. Podrá ver cuántos somos del lado de los que aman y fundan.
Recuerda que te lo dije Yunior García: yo soy tu disidente, yo soy tu opositor. Pero ya me di cuenta que son muchos tus disidentes y tus opositores. Ya verás. La orden de unirnos está dada.