Con el propósito de fortalecer el sistema inmunológico de convalecientes a la COVID-19, comenzó desde inicios de mes la segunda etapa del ensayo clínico con el candidato vacunal Mambisa y la vacuna Abdala que incluye a cuatro provincias cubanas del occidente del país, entre ellas Pinar del Río.
La administración por vía nasal del fármaco, producido por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, se determinó en esta etapa para personas entre 18 y 80 años de edad, que cumplan con los requisitos de inclusión, referidos a no haber recibido ningún inmunógeno antes o después de padecer la pandemia, no tener enfermedades crónicas descompensadas y cumplir el examen médico previo.
Unas cien personas serán seleccionadas en el municipio cabecera para el ensayo de Mambisa, de cuyo consentimiento informado dependerá su posterior trasladado hacia el Hospital Hermanos Ameijeiras en La Habana, sitio clínico que desde inicios de noviembre asume el desarrollo del estudio, a este grupo poblacional.
Hasta el mes de diciembre, tendrá lugar el más reciente estudio para convalecientes a la pandemia, que incluye también a la vacuna Abdala, donde la ciencia cubana demostrará nuevas potencialidades para elevar la respuesta inmunológica de la población en un periodo más largo de tiempo.
Leer más: Abdala, dosis de refuerzo a trabajadores de la salud en Pinar del Río (+Video)
Mambisa
Candidato vacunal que se basa en el dominio de la unión del receptor (RBD) de la proteína de la espiga del virus SARS-CoV-2, su segmento más protuberante, y tiene la finalidad de introducir anticuerpos que interfieran con la entrada del agente patógeno a las células; mecanismo que es fundamental en todas las formulaciones de su tipo existentes para generar protección.
La selección de la levadura Pichia pastoris como sistema de expresión obedeció a la experiencia del CIGB en el uso de la plataforma tecnológica, más barata en relación con otras y, por tanto, con posibilidad de ventaja en cuanto a gastos de la producción.
Al ser el RBD una glicoproteína asociada covalentemente, los sacáridos de Pichia pastoris le aportan un efecto inmunopotenciador que favorece la inmunogenicidad, conseguir capacidad de la proteína para unirse al antígeno de la hepatitis B sin necesidad de reacciones químicas adicionales y formar una nanopartícula mixta, administrada por vía nasal.
Mambisa se diseñó por medio de ingeniería de proteínas con el empleo de métodos computacionales de bioinformática estructural encaminados a incrementar su similitud con el virus SARS-CoV-2.
La proteína creada destaca por su versatilidad, en tanto puede utilizarse como inmunógeno solo (Abdala) y en forma de nanopartícula híbrida, lo cual la hace singular respecto a otros propósitos de parecida naturaleza.
(tomado del CIGB)