GRANMA.–Elevar el rigor en cada uno de los procesos de la contienda azucarera y recuperar el sentido de pertenencia que tradicionalmente distinguió a los trabajadores de ese sector, son asuntos medulares a resolver con urgencia para poder organizar una zafra eficiente a pesar del déficit de insumos y la escases de caña.
Así lo afirmó en Granma el vice primer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca durante un intercambio con productores, cooperativistas, empresarios y directivos de las cinco empresas agroindustriales azucareras de la provincia, en el que se analizaron las trabas –tanto materiales como mentales– que aún ralentizan el despegue productivo de la zafra.
Al respecto, Tapia Fonseca insistió en la importancia que tienen ahora los colectivos laborales, dueños de sus áreas, de los insumos, de los rendimientos y también de los ingresos directos que van al bolsillo del obrero.
«El colectivo laboral da sentido de pertenencia porque se paga por resultados y eso va a permitir que todos los improductivos que cobran un salario en una cooperativa tengan que vincularse a la producción para poder recibir un buen ingreso», subrayó.
Dijo, además, que la única forma de reanimar los centrales es suministrándoles más caña, por lo que indicó elevar la calidad en los mantenimientos y eliminar los problemas organizativos y de dirección que provocaron una deficiente campaña durante el pasado año.
Acompañado por Julio Andrés García Pérez, presidente del Grupo azucarero Azcuba, y las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en Granma, el vice primer ministro señaló también que como parte de la implementación de las medidas encaminadas a fortalecer el sector agrícola las empresas azucareras cuentan en estos momentos con mayor autonomía, y el productor puede acceder a créditos bancarios, gestionar su economía, intercalar cultivos y fomentar los módulos pecuarios.
Por su parte, el presidente de Azcuba, tras visitar varios objetivos económicos pertenecientes al sector y chequear los preparativos del territorio para la ya cercana contienda azucarera –en la que solo molerán dos centrales, el Enidio Díaz, de Campechuela, y el Arquímides Colina, de Bayamo– remarcó la necesidad de incrementar las áreas bajo riego, mejorar el estado de los viales y organizar mejor la fuerza de trabajo.
Agregó que aunque sea una zafra pequeña puede tener ingresos significativos a partir del incremento del precio de la libra del azúcar y de la puesta en marcha del programa para el crecimiento de la siembra de caña.