Celebrar los Juegos Nacionales Escolares y Juveniles ocupa un lugar especial en las intenciones del deporte cubano de cara al calendario de un año 2022 llamado a acoger otros eventos de interés, incluido el clásico beisbolero número 61.
Aunque aún se estudian variantes de formatos, tras dos años de no celebrarse los certámenes más importantes de la reserva deportiva de la Isla deben retomar protagonismo, dijo el director general de Alto Rendimiento José Antonio Miranda.
«El propósito, a partir del mejoramiento de las condiciones higiénico-sanitarias del país, es encontrar una fórmula que garantice salidas competitivas a las principales figuras de esas categorías», aseveró en Bayamo durante un encuentro con especialistas de la provincia Granma.
Según recoge JIT, como parte del grupo de trabajo encabezado por el presidente del Inder, Osvaldo Vento Montiller, el especialista insistió en la importancia de evaluar la proyección de niños y jóvenes identificados como futuros integrantes de las selecciones élites del país.
«Se impone dar continuidad a los diagnósticos diseñados para conocer a fondo sobre los impactos de la COVID-19 en esa masa de estudiantes atletas», aseveró al exponer una indicación replicada desde los otros tres colectivos creados por el organismo para cubrir todas las provincias y el municipio especial Isla de la Juventud.
Recordó que la inactividad causada por la pandemia violentó la lógica de la progresión por rango de edades, a partir de que no pocos educandos ascenderán sin haberse probado en las citas nacionales de las categorías que abandonan, lo que requiere aplicar creativamente la estrategia concebida desde el departamento técnico metodológico.
«Contar con las herramientas en manos de profesores que hicieron realidad el compromiso de mantenerse al tanto de sus atletas en esta etapa difícil, permite mirar con optimismo al reto por enfrentar», consideró Miranda.