El poeta cubano Ariel Maceo Téllez tuvo otro encuentro el pasado 13 de octubre con agentes de la Seguridad del Estado, quienes le dejaron claro “que la revolución está por encima de nuestros derechos humanos. Eso me ha dado una tristeza enorme”, contó en sus redes sociales.
Maceo Téllez se encuentra con impedimento de salida del país, personas a las que se les conoce como ‘regulados’, lo cual evita que se reúna con su novia Anabel Díaz Campos, residente en México.
“El señor que me habló (no sé su cargo) que era el jefe a quién me iban a traer, me habló con respeto. Me habló desde su verdad que está alejada de la verdad de nuestro pueblo. Porque no es que la realidad de las redes sociales no sea la realidad de Cuba, es qué, la realidad de Cuba, es mucho peor que la de las redes sociales. Me dijo el oficial que yo no me podía poner en el papel de víctima. Es como si la víctima fuera la revolución cubana. Es como si la revolución cubana fuera un Cíclope con un rayo en el ojo y destroza a cada persona que le señale que tiene un solo ojo. Eludir la realidad de este país es faltarle a la patria y a la nación”, inició su post en Facebook.
Maceo Téllez denunció que Cuba es “una dictadura de partido único, que ejerce el terror desde el poder militar. Sin embargo me dijo el oficial que no puedo ponerme en el papel de víctima, como si yo fuera un delincuente, un terrorista, yo que solo soy poeta”.
Sobre su regulación dijo que “es pelear por mi libertad como individuo”.
“Volví a dejar claro que mi prioridad sigue siendo mi mujer Anabel Díaz Campos a la que amo con gusto, y por ahora la Seguridad del Estado me tiene separado de ella porque no me dejan salir del país”, concluyó.
Maceo Téllez fue interrogado el 10 de octubre anterior en el parque de Jaimanitas, localidad donde vive.
Una vez allí se encontró con dos agentes a los que no había visto antes. “Me propusieron quitarme la regulación migratoria si previamente les firmaba un compromiso de que abandonaría todo activismo político”.
Maceo relató que se negó a la propuesta porque, además de que no es algo justo y pretende negociar con su derecho a la libre movilidad, no le cree a la Seguridad del Estado.
