El presidente de los Estados unidos, Joe Biden firmó este viernes la Ley Havana 2021, siendo esta el resultado del bipartidismo y el patrocinio de los senadores republicanos Marco Rubio, por Florida y Susan Collins, de Maine; también por los demócratas Jeanne Shaheen de New Hampshire y Mark Warner de Virginia.
Esta Ley Havana 2021 autoriza a las autoridades correspondientes (Agencia Central de Inteligencia, Departamento de Estado, entre otras entidades gubernamentales), a compensar económicamente al personal diplomático de los Estados unidos en La Habana, Cuba, afectado por los no bien esclarecidos incidentes de salud que se conoce como el “Síndrome de La Habana”.
Este viernes la policía de Alemania en el mes de agosto dio la noticia sobre una investigación sobre algunos casos del “Síndrome de La Habana” en el personal de la embajada de Estados Unidos en Berlín; esta dio inicio según publicación de la revista Der Spiegel con la entrega de documentos y otras pruebas que entregó Estados Unidos a Alemania.
William Burns, director de la CIA, cree que Rusia puede estar involucrada en los más de 200 casos de funcionarios estadounidenses y sus familiares afectados con el Síndrome de La Habana de forma intencional.
Declaración oficial de la Casa Blanca
En el día de hoy, fue muy grato para mí firmar la Ley HAVANA con el fin de cerciorarnos de estar haciendo lo máximo posible para cuidar al personal del Gobierno estadounidense que ha experimentado incidentes de salud anómalos. Quisiera agradecer al Congreso por la aprobación con apoyo bipartidista unánime, transmitiendo así un claro mensaje de que nos ocupamos de nuestra gente. En todo el mundo, funcionarios del servicio civil, oficiales de inteligencia, diplomáticos y personal militar se han visto afectados por incidentes de salud anómalos.
Algunos lidian con las consecuencias de daños cerebrales debilitantes que han truncado su carrera de servicio a nuestra nación. Responder a estos incidentes ha sido una máxima prioridad de mi Gobierno. Estamos poniendo a disposición la totalidad de los recursos del Gobierno de Estados Unidos para ofrecer atención médica de primer nivel a los afectados y llegar al fondo de estos incidentes, lo que incluye determinar su causa y quiénes son responsables. Proteger a los estadounidenses y a todos aquellos que prestan servicio a nuestro país es nuestro deber primordial, y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para asistir a nuestros funcionarios y a sus familias.