Numerosas reacciones en redes fueron provocadas tras la publicación del reportaje El sueño de Raúl va a renacer, en nuestro periódico el artemiseño, cuyo objetivo era reconocer los aportes y las oportunidades de los profesionales cubanos, sobre todo desde la combinación ciencia-agricultura, en un contexto económico que les favorece, por el estímulo a la convivencia de diversas formas de propiedad dentro del modelo socialista.
El campesino y productor de quesos Raúl Abréu Gómez, ingeniero químico y Máster en Ciencias en Ingeniería en Procesos Biotecnológicos, enfrentó en 2020 un proceso investigativo por actividades económicas ilícitas, al incurrir en conductas que constituían delito, que no consideramos necesario detallar en el trabajo periodístico.
Dicha omisión, dictada por el interés de apuntalar el propósito esencial del texto y los fines económicos renovados del país, provocó interpretaciones erradas acerca de la actuación de instituciones del orden interior y la legalidad del país que actuaran en estricto apego al cumplimiento de la ley.
Como es común en medio de la guerra mediática que enfrentamos, esas interpretaciones fueron manipuladas tendenciosamente por medios y voceros privados al servicio del desmontaje del orden institucional cubano, que presentaron el hecho como una completa injusticia.
En realidad, las conclusiones de este caso demuestran la mesura, el equilibrio y sentido estricto de la justicia con las que actuaron las autoridades involucradas, incluyendo las judiciales, que al analizar las violaciones legales cometidas y tomar las decisiones correspondientes analizaron la conducta de la familia y la trayectoria del encausado así como su actitud durante el proceso al facilitar la investigación, algo reconocido por el abogado Héctor Gómez, quien practicó la defensa, lo cual derivó en que el proceso penal concluyera con una sanción administrativa.
Con esta decisión el sistema de justicia fundado por la Revolución en Cuba, apoyado en la voluntad mayoritaria del pueblo de continuar avanzando hacia un Estado Socialista de Derecho, demuestra también su vocación humanista, de rescate y reinserción social de las personas involucradas en acciones ilegales.
Raúl fue asegurado por la medida cautelar de fianza en efectivo. Pagó todas las deudas y resarció los daños que generó con su conducta indebida, por lo cual se le devolvieron todos aquellos bienes de procedencia lícita.
Por ello, como resaltamos en el texto, regresa ahora, legalmente, a sus sueños de producir quesos, a honrar y profundizar la honrosa tradición de su familia, en un país que no lo condenará de por vida por errores cometidos y que le abre, como a todos los ciudadanos, la oportunidad de participar del proceso de transformación del modelo económico socialista y avanzar hacia ese país próspero que deseamos todos los cubanos.
(Tomado de El Artemiseño)