El presidente cubano recibió ambos reconocimientos durante el acto por las seis décadas de la organización
Continuaremos trabajando para salvar la cultura, la que nos hace más libres y más plenos, aseguró Morlote en el acto.
La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) entregó este viernes el sello conmemorativo por los 60 años de su fundación al general de Ejército Raúl Castro y al presidente del país, Miguel Díaz-Canel.
Durante el acto por las seis décadas de la organización, el mandatario de la nación caribeña recibió el reconocimiento de manos del titular de la Uneac, Luis Morlote, así como una réplica del cartel que el pintor René Portocarrero diseñara para el congreso donde fuera creada, el 22 de agosto de 1961.
El jefe de Estado igualmente recogió, en nombre de Raúl Castro, los obsequios de los artistas y escritores, quienes honraron con ellos el acompañamiento y la capacidad de diálogo de ambos dirigentes.
En la ceremonia también fue entregado el sello al presidente de honor de la Uneac, Miguel Barnet, escritor, ensayista y etnólogo; y a Abel Prieto, escritor y titular de Casa de las Américas, quien estuviera al frente de la organización durante dos mandatos.
Otras cinco figuras relevantes del panorama cultural de la isla antillana recibieron de igual manera el reconocimiento por sus aportes, en representación de todos los que en el país lo harán hasta el mes de diciembre, como parte de las jornadas de conmemoración por el aniversario 60.
Ellos fueron los premios nacionales de Literatura, Graziella Pogolotti (2005); de Danza, Aurora Bosch (2003); de Artes Plásticas, Lesbia Vent (2019); de Cine, Manuel Pérez (2013), y de Música, Marta Valdés (2007).
El ministro cubano de Cultura, Alpidio Alonso, y prestigiosos artistas e intelectuales del país participaron en la actividad central, efectuada en la sede de la Uneac en La Habana.
Al dirigirse al auditorio, Morlote destacó cómo los más de ocho mil miembros de la organización asumieron un papel protagónico dentro de la nación caribeña en ámbitos como la educación, la enseñanza artística, la lucha por la equidad de género y contra el racismo, y la labor comunitaria, entre otros.
La Uneac, dijo su presidente, ha sido un punto de confluencia, un espacio para la visualización y la conquista del futuro, y una fuerza dentro de la Revolución cubana.
Continuaremos trabajando para salvar la cultura, la que nos hace más libres y más plenos, la que es más patriota y no comulga con burocratismos, sostuvo.
