El jefe de subsección del Almacén Central Material Bélico de El Alto, de la Fuerza Aérea Boliviana, el coronel Wilfredo Chura Condori, emitió una declaración que incrimina al expresidente argentino Mauricio Macri por el envío de material bélico a Bolivia para reprimir al pueblo en las protestas contra el golpe de estado del 2019.
La cadena Telesur divulgó que esta evidencia podría constituirse como prueba en la causa judicial, al reconocer la recogida, el 13 de noviembre de 2019, de 40 000 municiones calibre 12/70, 50 granadas de gas de tipo CN, 19 granadas de gas CS, 52 granadas de gas HC, como también 18 sprays lacrimógenos MK9 y 5 sprays MK4, llegados desde Argentina.
La Gendarmería argentina sacó de su territorio el material bélico sin declarar el 12 de noviembre de 2019. El equipamiento, fue transportado en un avión Hércules C-130.
Hasta ahora la investigación indica que de las 70 000 balas antitumulto que salieron en total de Argentina, unas 40 000 quedaron en poder de la Fuerza Aérea Boliviana y 26 900 de la Policía de Bolivia. Ni uno solo de esos cartuchos volvió al país, por lo que restaría saber qué pasó con las 3 100 restantes, detalla Telesur.
Dentro de este proceso, otra de las pruebas incriminatorias es la carta que el excomandante de la FAB, Jorge Gonzalo Terceros Lara, envió ese mismo 13 de noviembre a quien revestía como embajador argentino en La Paz, Normando Álvarez García, para agradecerle por la colaboración prestada a esta institución armada en el marco del apoyo internacional entre nuestros países debido a la situación conflictiva que vive Bolivia.
La Agencia Boliviana de Información reportó que hubo tres días claves para el envío ilegal de armas a Bolivia que realizó el gobierno argentino de Mauricio Macri con el único fin de apoyar el golpe de Estado contra Evo Morales.
Entre el 11 y el 13 de noviembre de 2019 se produjo una secuencia de reuniones frenéticas en la Quinta de Olivos y en la Casa Rosada entre muchos de los acusados y hasta representantes de los Estados Unidos.
En esas 72 horas se firmaron los documentos que habilitaron el envío del material bélico y los que buscaron disimularlo. También en esas fechas asumió la dictadora Jeanine Áñez en Bolivia y se enviaron y recibieron las municiones, lo que revela el apuro por concretar la entrega.