Detalló que las más comunes resultan las cardiovasculares como la miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) y la pericarditis (inflamación de la capa exterior que recubre el corazón), hipertrofias de ventrículos, sudoraciones profusas, hipertensión arterial y arritmias, presentes incluso en los más pequeños.
Además, se han descrito algunas alteraciones neurológicas, entre ellas la encefalitis (inflamación del encéfalo), puntualizó.
La también especialista en Medicina Intensiva Pediátrica y Medicina General Integral agregó que se detectó también daño renal e intestinal, siendo las diarreas el cuadro más frecuente, lo cual se asocia también con la pérdida del gusto y la anorexia (falta de apetito).
Sobre el tema psicológico, la doctora López señaló que el ingreso en los hospitales, en ocasiones separados de los familiares debido a su condición clínica, provocó en algunos menores de edad manifestaciones como la excitabilidad, miedos y falta de concentración, las cuales deben ser tratadas a tiempo.
Cuba registró en las últimas semanas las mayores cifras de pacientes positivos al SARS-CoV-2 en edades pediátricas (menores de 18 años) y aunque la mayoría evoluciona de manera favorable, los expertos alertaron acerca del peligro de que desarrollen algún tipo de secuela con repercusión en su vida futura.
Con más de 32 mil casos confirmados de Covid-19 en niños y adolescentes en lo que va de año, esta nación caribeña sobrepasó los más de mil contagios de marzo a diciembre de 2020; por lo cual expertos de salud reiteran el llamado a extremar los cuidados con este segmento poblacional.
Recientemente, autoridades cubanas aseguraron que en septiembre del año en curso comenzará el proceso de vacunación contra la Covid-19 en edad pediátrica.
En la actualidad se desarrollan dos ensayos clínicos, que abarca las edades comprendidas entre tres y 18 años, con la vacuna Abdala y el esquema de candidatos Soberana 02 más una dosis de refuerzo de Soberana Plus.
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