El temor de Alexis, un vecino que debía acudir este martes al Cardiocentro «Ernesto Che Guevara» de Santa Clara, a verse envuelto en alguna revuelta, como las ocurridas el pasado domingo, nos hizo pensar en lo bajo que hubiera sido apedrear un centro hospitalario que tantas vidas ha salvado en Cuba.
«Escuché que le habían tirado piedras a los hospitales y me dio un poco de miedo tener algún problema con esa gente», nos dice el campesino, quien quedó muy sorprendido con la noticia, porque según él, sería un acto bárbaro e inmerecido con una institución que le devolvió la vida, tras intervenir su músculo cardiaco hace tres años.
Ante el comentario, buscamos en las redes sociales y observé como algunos con buenas o malsanas intensiones, también se hacían eco, de que además del Cardiocentro, el hospital oncológico Dr. Celestino Hernández Robau, centro que apoya el enfrentamiento a la COVID-19, y el materno Mariana Grajales, habían sido objeto del vandalismo de unos pocos.
Pero como las mentiras tienes piernas cortas y por estos días abundan las fake news en las redes sociales, nos dispusimos a comprobar en el lugar de los hechos tales aseveraciones, a partir del intercambio con directivos y trabajadores de las referidasinstituciones, lo que permitió corroborar lo que suponíamos: todo había sido una gran falacia, urdida con el propósito de crear confusión y desconcierto entre la población y el personal de salud que allí labora.
«Si pasaron muchas personas cerca del hospital, unas expresando consignas a favor y otras en contra del proceso revolucionario, pero nada de agresiones contra la institución», expresa Manuel Toboso, director del Celestino Hernández, quien reconoce que tales rumores lo que buscan es crear el desconcierto entre los médicos, enfermeras y especialistas de la institución, quienes, lejos de amedrentarse, han redoblado su esfuerzo cotidiano.
De igual manera se expresaron Osvaldo Román Guevara, administrador del Cardiocentro y la enfermera MayelínMerconchini Machado, del GinecoObstétrico Mariana Grajales, quienes señalaron, que las personas ingresadas en las institución y sus familiares pueden tener plena confianza en que todo funciona con total normalidad.
