Un señor mayor de mirada huidiza, y con manchas de aceite en su pantalón, descubre sus maltratados dientes a modo de saludo. Se lo devuelvo y continúo la marcha pues busco a una leyenda. Al hombre que en 1980 elevó a un país tras colgarse la medalla de oro en el levantamiento de pesas de los Juegos Olímpicos de Moscú. Después las tormentas de la vida lo castigaron.